ESCAÑO ABIERTO / EL PRI ENCABEZA LA ÚNICA COALICIÓN CIUDADANA @arturozamora @CNOPNacional #MartesDeColumnas
Tres coaliciones contenderán por la Presidencia de la República el primero de julio: una, encabezada por un ciudadano, José Antonio Meade, representa el interés de la gente en asegurar el reconocimiento de su esfuerzo cotidiano; las otras, significan un claro retroceso para el país, encarnan la ambición personal por el poder y ponen en juego la estabilidad de nuestra economía.
La coalición Meade Ciudadano por México, integrada por el PRI, el PVEM y el Panal, ha emprendido una precampaña propositiva, limpia y ganadora que tiene como objetivo principal fortalecer un proyecto de nación enfocado a reducir las desigualdades, dar certidumbre a las clases medias como promotoras del emprendimiento, crear oportunidades de estudio y empleo para los jóvenes y cuidar la estabilidad de las familias, de la mano de las mujeres.
Su plataforma electoral tiene entre sus líneas de acción la estabilidad económica, el desarrollo regional y la reducción de la desigualdad como bases para elevar la calidad de vida de las familias y cerrar las brechas de desarrollo que aún dividen al país.
En la coalición Meade Ciudadano por México, las coincidencias entre las visiones y proyectos de país son amplias y concuerdan con las causas de la ciudadanía, en tanto las otras opciones no podrán explicar a la gente las diferencias y contradicciones que existen entre quienes las forman.
Morena y PES no logran definir si promueven una alternativa de derecha conservadora o una posición de izquierda progresista. Al interior de ambos partidos son legión las voces que se oponen a mezclar dos visiones políticas irreconciliables. La mismísima Elena Poniatowska, fiel seguidora de AMLO, alzó la voz para descalificar la alianza con un partido de corte conservador, al tiempo que algunos liderazgos al interior del PES, inconformes con su dirigencia, valoran seriamente abandonar su partido. La cohesión y solidez de la coalición Meade Ciudadano por México contrasta, también, con las divisiones al interior de la alianza que perfila a Ricardo Anaya como candidato. En el PAN y el PRD hay descontento por el método de selección de su candidato y por el aprovechamiento de la presidencia del PAN y de la propaganda oficial de este partido para apropiarse de la candidatura presidencial. Estas divisiones internas explican el vacío alrededor del arranque de la precampaña del queretano en su propia tierra.
Una y otra oposición se fracturan internamente y se empeñan en dividir al país sembrando odio y resentimiento, confrontan a las familias y a la sociedad al invitar a los ciudadanos a dar un salto al vacío y están dispuestas a arrojar la estabilidad por la borda con propuestas irresponsables e inviables, como el reparto mensual de dinero a los jóvenes, con lo cual se asegura una base de apoyo clientelar, sin distinguir el nivel de sus necesidades y aspiraciones de desarrollo personal.
La campaña de la coalición priista plantea, en cambio, sumar la voluntad ciudadana, construir un México incluyente y solidario y adoptar la vía de las instituciones y el respeto de la ley como bases de una nueva etapa de transformación nacional.
La coalición PRI, PVEM y Panal es la única fórmula capaz de lograr la inclusión de todas las voces en 2018. Esta opción ofrece una alianza con la ciudadanía y la demuestra proponiendo como candidato a uno de los suyos, con la experiencia necesaria para impulsar el proyecto que conviene a México y que garantiza estabilidad y seguridad para las familias.
*Secretario general de la CNOP
*Esta columna se publica todos los martes en www.excelsior.com.mx