ESCAÑO ABIERTO / POLÍTICA ECONÓMICA 2018: SENTIDO SOCIAL, ESTABILIDAD Y VISIÓN DE FUTURO @arturozamora #MartesDeColumnas

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ARTURO ZAMORA 2El Paquete Económico 2018, presentado al Congreso por el secretario José Antonio Meade, es la traducción fiel del programa de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, una prueba del éxito de su política económica y un ejemplo de su compromiso con el futuro del país.

El proyecto de Presupuesto de Egresos tiene un alto sentido social que privilegia el combate a la pobreza. Destacan 113 programas prioritarios, 16 en materia de educación y 13 de salud, además de los dedicados a prevención de adicciones, capacitación para el trabajo, apoyo a la vivienda, fomento a la economía social y estancias infantiles para madres trabajadoras.

En la política social se tomaron en cuenta los criterios del Coneval, en cuanto a una educación de calidad con previsiones para la evaluación y capacitación magisterial, el fortalecimiento de la enseñanza de inglés y de los programas para instrumentar el Servicio Profesional Docente y más becas para hijos de familias beneficiarias de Prospera.

En el ámbito de la economía productiva, las políticas apuntan al crecimiento de los sectores de la construcción y de servicios vinculados al mercado interno, a un crecimiento de la demanda apalancada en más y mejores empleos, la expansión del crédito, el crecimiento real de los salarios, una inflación a la baja y mejores expectativas de los consumidores y las empresas.

Gracias a medidas de austeridad racionales, que recortan 28 mil 300 millones de pesos en gasto corriente, por primera vez habrá 10 mil millones de pesos para financiar el Sistema Nacional Anticorrupción, se asignarán 146 mil 500 millones para la prevención del delito, seguridad pública y nacional y 885 millones de pesos para fortalecer el servicio exterior en protección de los migrantes y a los órganos constitucionales autónomos, señaladamente el INE para garantizar su desempeño en el proceso electoral de 2018. Además de los recursos en materia de desastres naturales destinados a la reconstrucción de las zonas devastadas por el reciente temblor en el sur del país, que se suman a los fondos catastróficos e incentivos fiscales especiales.

Lograr un superávit financiero, con un tipo de cambio estable, austeridad, crecimiento de la inversión y del gasto social, como propone el paquete económico 2018, sólo puede explicarse gracias a la disciplina financiera, al ambiente de certidumbre fiscal y al impacto de las reformas estructurales.

En apego al Acuerdo de Certidumbre Fiscal de 2014, no habrá un incremento de impuestos y se aplicarán estímulos fiscales para suavizar el impacto de la transición al modelo de precios libres y flexibles de los combustibles.

Gracias a la reforma energética, por primera vez desde 2004, Pemex elevará su producción a casi 2 millones de barriles diarios, en un escenario donde la mezcla mexicana de exportación podría obtener la cotización más alta desde 2015.

Todo lo anterior permite al presidente Peña Nieto comprometer no sólo un crecimiento promedio de 3% en 2018, sino un horizonte de 4.5% en 2023 y una inflación de 3.9% en el sexenio —el promedio sexenal más bajo desde los años 70 y en contraste con 4.9% en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón—. Toca a las cámaras legislativas federales analizar este paquete “más allá de cualquier partidismo por la transición sexenal”, como dijo el diputado presidente Jorge Carlos Ramírez Marín. Es un buen momento para que todas las fracciones parlamentarias se definan respecto a un paquete económico responsable, sensible y austero que consolida el proyecto de transformación nacional en marcha.

                *Secretario general de la CNOP.

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