ESCAÑO ABIERTO / REAPARECE EL POPULISMO AUTORITARIO @arturozamora @CNOPNacional #JuevesDeMasColumnas

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Finalmente se dio a conocer el resultado de la consulta sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, así como la posición del Presidente electo. El escenario es muy grave: la consulta a modo sirvió para justificar una decisión anunciada desde la campaña electoral.

Antes que atender el mensaje de López Obrador, resulta indispensable hacer un recuento de los costos de este ejercicio plebiscitario y sobre el ominoso episodio que estamos viviendo a un mes del cambio de poderes.

El daño provocado al orden jurídico por esta consulta, a nuestra cultura cívica, a la democracia participativa y a la institución del Poder Ejecutivo federal es severo e irreversible.

Ante la mirada atónita de millones de mexicanos, muchos de los cuales acudieron de buena fe a manifestar su opinión, las voces de organizaciones de la sociedad civil, de entidades profesionales, nacionales e internacionales, que llamaban a cancelar este proceso, señalaron sus defectos y han opinado en forma consistente a favor de la opción de continuar con la construcción del aeropuerto en Texcoco, un solo hombre ha dado un golpe severo al Estado de derecho y a la estabilidad económica.

Qué otra cosa si no significa lo dicho por López Obrador el viernes pasado, al asegurar que los resultados de la consulta, organizada en ejercicio de un poder sin límites ni contrapesos, sin facultades para hacerlo, resultado del parecer de 2% del padrón electoral, serán “definitivos y vinculantes” para su gobierno y obligatorios para 130 millones de mexicanos.

La malhadada consulta representa el punto más trascendente del largo prólogo de una administración que se perfila como autoritaria, errática y desafiante del orden legal.

Conforme sus experimentos de política pública hacen crisis y las opiniones críticas se multiplican, aparece el verdadero López Obrador: el que se contuvo en la campaña y espera sentarse en la silla presidencial para decir y hacer lo que verdaderamente piensa y quiere para el país.

Que se vayan acostumbrando sus críticos, sentencia, desafiante, porque las consultas se repetirán cuantas veces quiera el mandatario y en los casos en que así lo decida su potestad unívoca. “Es más, agrega, vamos a reformar la Constitución para que no haya límites; vamos a gobernar así (con) la voluntad del pueblo”. Como lo refiere Enrique Krauze en el título de su reciente libro, la esencia de las declaraciones de AMLO es: “El pueblo soy yo”.

Si todo lo anterior no fuese suficientemente grave, la descalificación hacia la prensa es alarmante. Resulta que las voces discrepantes son meros “gritones pregoneros” y no fueron antes sino “momias silentes” y cómplices de las fechorías que resumen su visión de la historia.

Es conveniente citar aquí a Jan-Werner Müller: “Mientras los populistas convocan a menudo a referendos, tales ejercicios no inician un proceso abierto de formación de voluntad democrática entre los ciudadanos. Los populistas simplemente desean reafirmar lo que ya han determinado que es la voluntad del pueblo real”, escribe en Qué es el populismo (2017).

El costo económico de este error rebasará los 100 mil millones de pesos, más 100 mil millones de avances en la obra, 40 mil trabajadores perderán el empleo, se devalúa la moneda, nos quedamos sin una opción eficiente de conectividad y se pierde la confianza de los inversionistas. El mensaje político es igualmente grave: se insulta a la prensa, la Constitución Política resulta un estorbo y reaparece el autoritarismo.

Secretario general del CEN del PRI

 

*Esta columna se publica todos los martes en www.excelsior.com.mx

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