FALLECE MARIE-JO TRAMINI, VIUDA DE PAZ
CIUDAD DE MEXICO .- Marie-José Tramini, viuda del escritor y Nobel de Literatura mexicano Octavio Paz, falleció este jueves, informó María Cristina García Cepeda, Secretaria de Cultura.
“Siento profundamente el fallecimiento de Marie-Jo Paz, viuda de Octavio Paz y amiga entrañable. Comparto mi pena con sus amigos cercanos y la comunidad intelectual”, publicó la Secretaria en su cuenta de Twitter.
El escritor Enrique Krauze, amigo cercano tanto de Paz como de su viuda, lamentó la pérdida.
“Lamento enormemente su fallecimiento. Fue la compañera, el amor, la musa, la justificación de la vida de Octavio Paz, a partir de que cumplió 50 años. Su obra no se entiende sin Marie Jo, sin la inspiración que fue ella: mujer brillante, inteligente, hermosa y una muy buena amiga”, enfatizó el autor vía telefónica.
Lamento la pérdida de Marie Jo, compañera entrañable de Octavio Paz e integrante importante de la comunidad cultural de México. Mis condolencias a sus familiares y amigos.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) July 26, 2018
Tramini y Paz, ambos en segundas nupcias, se casaron en 1964 en el jardín de la Embajada mexicana en India. Posteriormente, vivieron en un departamento sobre Paseo de la Reforma 369, que se incendió el 21 de diciembre de 1996.
El entonces Presidente de México, Ernesto Zedillo, les ofreció una casona en Coyoacán, donde Paz vivió hasta sus últimos días
“Nunca en mi ya larga vida había conocido a una mujer que viviera sólo en función de un hombre. Nunca hasta que conocí a Marie Jo Tramini, segunda mujer de Octavio Paz. Vivía para él, por él, con él, a través de él”, escribió Elena Poniatowska en una de sus columnas, en enero de 2016.
Citó, entonces, al poeta Richard Berengarten: “Tenía estilo y una gracia natural y elegante. Todo lo que se le acercaba fluía como ella misma. Era hospitalaria, interesada en lo que hacíamos y a menudo muy graciosa.
“A todos sus amigos en Cambridge, Octavio y Marie Jo les parecía la pareja perfecta. Cuando se dirigía a ella, ya fuese de frente o desde otra habitación decía ‘Marie Jo’, con ese tono afectuoso y crepitante tan suyo que siempre sugería la necesidad de consultar su opinión urgentemente”.