@fconsydig TAMBIEN REPRUEBA LOS ACTOS DE ENCAPUCHADOS ESTE 02 DE OCTUBRE EN LA #CDMX

NACIONAL

Ciudad de México.- Desde la Fundación Conciencia y Dignidad, denunciamos fuerte y claro, que los violentos llamados “anarquistas”, convencionalmente, según información del CISEN, en gobiernos anteriores eran financiados por López Obrador.

En la actualidad, los violentos que hacen desmanes en la Ciudad de México siguen siendo financiados y enviados desde el gobierno de López Obrador.

Esto explica perfectamente por qué la policía no los detiene, ni toma acciones concretas contra ellos.

De esta forma, López Obrador con total perversión por un lado financia y envía a los encapuchados violentos a hacer desmanes, y por otro lado se hace el buen gobernante que desde la tolerancia les llama la atención “avisándoles a sus padres y abuelos”.

Es de observar, que mientras López Obrador fue opositor, utilizó a este tipo de grupos violentos para hacer política y mostrar descontento social contra los gobiernos anteriores, y en el presente, desde el gobierno, los utiliza para golpear a los objetivos políticos que quiere doblegar y someter, como la Cámara de Comercio, el Banco de México, etc.

Entre las intenciones de López Obrador para la utilización de estos grupos violentos está la desacreditación de los reclamos por los 43 estudiantes de Ayotzinapa, puesto que a un año de haber asumido su gobierno, las investigaciones no tienen ningún resultado; la desacreditación y sometimiento del Banco de México, de la Cámara de Comercio, de los reclamos por los feminicidios en la Ciudad de México, ya que desde la Procuraduría capitalina
no tienen resultados.

Los objetivos que atacan estos grupos violentos son en realidad los objetivos a golpear por López Obrador.

No es casualidad, que mientras el gobierno de la CDMX colocó vallas para resguardar múltiples edificios públicos, dejen como “zona liberada” sin “cinturón de seguridad” y sin vallas metálicas a instituciones como el Banco de México, un objetivo evidente a ser atacado por los manifestantes, puesto que ya había sido atacado durante la manifestación del día 26 de septiembre.

La violencia promovida y financiada por López Obrador a través de estos grupos que actúan en la Ciudad de México es otra forma de imponer agenda informativa, porque necesita imperiosamente que dejen de hablar de las propiedad y empresas de Manuel Bartlett, el desabasto de medicinas y de la corrupción en su gobierno.

De esta forma López Obrador, utiliza también a estos grupos violentos para fustigar a la prensa, a la misma que golpea múltiples veces desde las conferencias de prensa mañaneras.

La perversión de López Obrador puede ser difícil de creer, pero es real.