GUERRA DE LAS IDEAS / ROMPECABEZAS #JuevesDeMasColumnas @edablues
Por ABEL LUNA ESPINOSA
DESDE AQUELLA LEJANA década de los años setentas el presidente de Estados Unidos Richard M. Nixon aseguraba que la tercera guerra mundial ya había empezado y se caracterizaba, básicamente, por la confrontación de las ideas no tanto por el uso de las armas o el asedio hacia los llamados grupos “terroristas”
En consecuencia con esa postura (recordemos) fue el artífice del acercamiento de la Casa Blanca con el régimen de China comunista.
“Cuando comencé a bajar por la escalerilla del avión, Chu (Enlai, el dirigente del Partido Comunista) comenzó a aplaudir, y cuando llegué al último peldaño ofrecí la mano a Chu. Cuando cogió mi mano, aquello fue más que un apretón de manos. Los dos sabíamos que el hecho en sí mismo marcaba uno de esos puntos en que cambia el rumbo de la historia”
Nixon tenía toda la razón, las ideas siguen siendo hasta ahora el centro de muchos cambios en la historia mundial, por donde quiera verse. Por ejemplo en la economía, ahora pasmada y en lapsus de espera desde hace meses millones de seres estamos en espera que las ideas creativas afloren en los gobiernos y salgamos de este hartazgo.
EN OTRA PÁGINA del acontecer mundial, el presidente de Cuba, Fidel Castro Ruz, decía a la prensa en junio de 1994, entrevistado por la periodista estadunidense Louise Bardach, decía que “hay tiempos en los cuales uno no es dueño de sí mismos en lo absoluto”, en una sesión después de haber pospuesto el encuentro y de haber aplazado cualquier encuentro con la prensa durante ocho años.
A sus 67 años de edad uno de los promotores de la Revolución decía que en el destino de los hombres lo más importante no son en sí ellos mismos, sino el rumbo de las ideas que van tomando forma en los gobiernos.
En días recientes la población de la isla caribeña se ha lanzado a las calles, desesperada por sus crisis económicas y política, luego de que los hermanos Castro han dejado el poder a otros “compañeros” y sus sucesores no han sabido darle respuestas prácticas a las necesidades diarias.
MIGUEL DÍAZ-CANEL, el actual presidente de Cuba, ha recurrido al expediente fácil de señalar al gobierno de los Estados Unidos como el promotor de esos alzamientos, siendo que uno de los principales señalamientos mundiales hacia el régimen de La Habana ha sido las constantes violaciones a los derechos humanos de la población, empezando por las elementales necesidades de comida y la libertad de tránsito.
Inclusive una de las medidas de quienes detentan el poder fue la obstrucción de las redes sociales, el internet, para impedir que el mundo supiera con precisión qué está pasando en Cuba, mientras ya los organismos internacionales han alzado la voz para que Díaz Canel y su gobierno resuelvan los detalles urgentes que han motivado las protestas.
Porque más allá de las ideas, la realidad cotidiana ha demostrado que los otrora países socialistas no han respondido a sus poblaciones en sus necesidades básicas.
El senador Marco Rubio comentó que el socialismo solamente atiende las necesidades de alimentos y medicinas cuando los ciudadanos renuncian a su libertad, por ello las voces de los manifestantes ha sido esa la consigna: “Libertad”
Entre los antecedentes de los disturbios del día 11 pasado, interpreta Luis René Fernández Tabío, académico del Centro de Investigaciones de Economía Internacional de la Universidad de La Habana, están las bandas de alzados que operaban en la zona de Escambay, desde los lejanos años de los sesentas.
El panorama económico de la isla se complicó desde el embargo promovido desde Washington, en los sesentas, y que fue reforzado con el presidente Donald Trump. Aunque para la población el principal obstáculo han sido las decisiones de Díaz Canel y su gobierno.
Por estos días, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, ha declarado públicamente que se une a los reclamos del pueblo cubano por su llamado a la libertad y sean atendidas sus peticiones de alivio de las trágicas garras de la pandemia y las décadas de represión y sufrimiento económico.
En la Casa Blanca seguramente también ya habrán tomado nota de las declaraciones del presidente de Rusia, Vladimir Putin, acerca de la ignominiosa persistencia de la base militar de Guantánamo en Cuba.
Desde 2002 ese espacio ha albergado a supuestos combatientes ilegales capturados en Afganistán e Irak, entre otros, bajo el argumento retórico de la “guerra contra el terrorismo”
Como puede verse, en pocas palabras, la Tercera Guerra Mundial, la de las ideas que mencionaba Nixon aún continúa, aunque ahora, dado el desgaste económico de los grandes países productores de armas, se ha cambiado hacia otras maneras más rebuscadas de agresión internacional, entre ellas el asedio continuo tratando de imponer ideas y puntos de vista, siempre maniqueos de la polarización entre buenos y malos.
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