HACIA LAS ELECCIONES 2021: POR TODOS LOS DERECHOS / FABIOLA DÍAZ DE LEÓN ESCUELA DE SEÑORITAS #Domingueando @ESCDESENORITAS
Reza el Artículo Primero de la Constitución vigente en México, entre otras cosas, lo siguiente:
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
Lo recalco porque las campañas de candidatos y particos como el PES y el PAN enarbolan discursos y banderas que mencionan tendencias anti derechos Esto es limitar los derechos que le pertenecen a terceros, como lo puede ser: el promover sólo un modelo de familia sin tomar en cuenta la enorme diversidad que se vive socialmente en ella. Enarbolar dar retroceso a una adopción por parejas homoparentales en BC argumentando que el menor es sujeto de violencia de Estado por haberla concedido. Defender a ultranza un concepto tan amplio como es “la familia” en una forma única en el país que sufre mayor abandono paterno del continente es una falacia totalitaria. La familia debe ser un núcleo de bienestar con el que no necesariamente se cuenta al nacer. Me refiero a millones de madres que tienen hijos sin contar con el mínimo soporte del padre biológico y que tienen que sacar adelante a sus hijos como pueden sin importar la edad a la que esto suceda. Me refiero a los miles de matrimonios que se disuelven y que ponen a los hijos de por medio en unas diferencias que son de pareja y no de familia; usándolos para descargar sus odios, diferencias y resentimientos en un eterno corre ve y dile de padre a madre, o viceversa, o mutuo sometiendo a menores a involucrarse en temas que no les conciernen y en los que no tienen herramientas para procesar semejante disputa. Me refiero a miles de menores bajo la tutela del Estado en situación de orfandad que crecen sin estructura familiar nuclear. Me refiero a niños y niñas que huyen de sus casas por abuso y maltrato, ni mencionar la explotación.
Es muy bonito figurativamente hablar de “la familia” como si se tratara de una postal de navidad o día de las madres. La realidad es otra. La relación con la madre y con el padre son difíciles de procesar en la generalidad de las personas a nivel global. La calidad de la relación entre ambos marca de por vida el desarrollo de su descendencia. Pueden ser figuras biológicas y adoptivas. De origen o sustitutas. El abandono infantil, el maltrato, el abuso, la violencia. Si algo no se puede tomar como una generalidad es la familia.
Resulta preocupante que a las familias mexicanas las puedan encausar a las urnas los partidos que sustentan sus campañas en banderas anti derechos como lo son el PES y el PAN y uno que otro trasnochado salpicado por ahí que se mete en la vida privada de los otros. Las personas son libres de gozar sus propios derechos, pero no de afectar los de terceros. La democracia tiene la obligación de garantizar la igualdad ante la ley de toda la ciudadanía por igual, considerando todas las posibles diferencias. Los partidos son otra cosa, son facciones que por mayoría imponen, o pretenden imponer, una ideología sobre el resto de las poblaciones. Pero los partidos son piezas en el tablero de la democracia, no la democracia en sí.
Hoy el partido en el poder es MORENA y eso no nos hace MORENISTAS a todos. De ahí que se mencione mañanera tras mañanera a la oposición, a los conservadores, a los adversarios de la 4ª Transformación. Dicha Transformación se dará para todos, nos acomode donde nos acomode y la celebremos o denostemos. Esa es la prerrogativa del poder del Estado siempre y cuando guarde las formas que marca la ley vigente.
La suma mayoritaria de votos da la directiva, pero no impone su forma de vida desde los puestos de poder, eso es fascismo y la democracia no tiene cabida para ello.
La figura ciudadana puede votar por las banderas y campañas que guste pensando en su propio beneficio y forma de vida siempre y cuando no contemple la de los otros. Es un voto, no una imposición de forma de vida.
Entendamos que 130 millones de mexicanos viven realidades diferentes. Usemos nuestro derecho electoral desde nuestra libre opinión y pensemos que nuestra libertad existe siempre y cuando exista la de los demás por igual.
Hagamos de estas elecciones del 2021 un ejercicio de autonomía y respeto para todos. Y recordemos que campañas vemos y agendas no sabemos. Si la defensa de los derechos humanos prevalece es en beneficio de cada persona, si vamos contra ese principio, el desfiladero del totalitarismo y la intransigencia nos espera inevitablemente.