HUELGA FERROVIARIA EN LONDRES PROVOCA CAOS Y LA PEOR INTERRUPCIÓN EN DÉCADAS
LONDRES.- Cientos de miles de personas en Londres enfrentaban un colapso de transporte el martes, debido a una huelga de conductores de trenes en el sur de Inglaterra y el aeropuerto de Gatwick que desató la peor interrupción del servicio ferroviario de Reino Unido en dos décadas.
Los conductores de Southern Rail, responsable de los servicios desde el centro de Londres a Gatwick y Brighton en la costa sur, iniciaron una huelga de 48 horas por una larga disputa laboral en torno a la responsabilidad sobre la apertura y el cierre de puertas de las formaciones.
Southern -de Govia Thameslink Railway (GTR), un emprendimiento conjunto de la británica Go-Ahead, la francesa Keolis y el principal operador de trenes de Reino Unido- dijo que ninguno de sus 2.284 servicios funcionarían como resultado de la medida de fuerza.
Según medios locales, el impacto de la medida sería el peor desde una huelga de empleados a mediados de la década de 1990. Algunos pasajeros furiosos dicen que hasta han perdido su trabajo o han tenido que dejarlo debido a un sinfín de problemas en los servicios de Southern.
Los usuarios ya han sufrido cancelaciones y demoras en los últimos meses debido a altos niveles de licencias por enfermedad en el personal de Southern, seguidos por huelgas de conductores, quienes actualmente tienen a cargo la responsabilidad de abrir y cerrar las puertas de los trenes.
Los sindicatos argumentan que Southern quiere extender el uso de trenes operados sólo por conductores y reducir con ello el rol de seguridad que cumplen los choferes. La firma señala que sus planes de modernización no implican pérdida de empleos sino que generarían menor cantidad de cancelaciones de servicios al quitar el requerimiento dual de conductores y guardias.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo que los viajeros habían sido abandonados por el Gobierno, mientras que el secretario de Transporte, Chris Grayling, dijo que las medidas de ASLEF -el sindicato que representa a los conductores de trenes- tiene motivaciones políticas, y no descartó una ley a futuro que prohíba las huelgas ferroviarias.
Mientras tanto, está prevista otra huelga de 24 horas para el viernes y una paralización de cinco días desde el 9 de enero.