INAH RESTAURA HUIPILES MIXTECOS DEL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA.
CIUDAD DE MEXICO .- Dos piezas de finales del siglo XIX o principios del XX que pudieron ser utilizadas en ceremonias rituales o incluso en bodas y que dan cuenta de la cosmovisión mixteca, fueron estabilizadas por restauradoras del Instituto Nacional de Antropología e Historia(INAH).
Las piezas confeccionadas con finos hilos de algodón y seda, forman parte del Fondo Reservado de la Colección Etnográfica del Museo Nacional de Antropología (MNA), documentadas por primera vez en 1930 por la pionera en la investigación de técnicas de tejido y diseños textiles en México, Irmgard Weitlaner Johnson.
La intervención fue realizada por especialistas del INAH como parte del Proyecto de Caracterización y Técnica de Manufactura de Bienes Culturales, encabezado por la doctora Laura Filloy, y en el que participa la restauradora Ana Kateri Becerra Pérez, ante la necesidad de estabilizar y redignificar estas prendas consideradas únicas.
Becerra Pérez sostuvo que la atención de ambos huipiles mixtecos estuvo encaminada a la conservación de valores históricos, estéticos, funcionales y antropológicos.
“La indumentaria para las comunidades mixtecas no es meramente utilitaria, marca todo un pensamiento, una cultura, una cosmovisión que tiene que ver con lo simbólico, y eso no sólo está plasmado en los diseños, sino también en los materiales; un elemento de lujo como la seda, sólo se utiliza en ciertas ceremonias rituales como las bodas”, expresó.
El par de piezas presentaba problemas semejantes, por lo que se decidió intervenirlas de forma paralela, abundó la especialista adscrita al MNA. “Su estado de conservación no era bueno debido a la falta de resistencia mecánica, tanto de la seda como del algodón, y por la pérdida de material”.
Debido a lo anterior, se efectuó el análisis de fibras y colorantes, además se determinó que los lienzos son de algodón y seda, tejidos en telar de cintura con una técnica de trama suplementaria.
Los listones que los adornan en la parte frontal son de seda teñida con tintes naturales —todo parece indicar que era añil—, además presentan aplicaciones de seda bordada en el cuello. Uno de los huipiles tiene en el bies encaje hecho con la técnica de ganchillo, un tejido muy fino y minucioso.
Los procesos de intervención de las prendas incluyeron la limpieza y estabilización de costuras, reintegración cromática en los listones de color azul y de la tonalidad en la decoración del cuello.
Ana Kateri Becerra dijo que con la intervención de tales prendas también se logró documentar la presencia de la seda en la indumentaria indígena femenina del área mixteca, de la comunidad de Jamiltepec, Oaxaca.
“La valía de estos huipiles restaurados radica en la calidad del hilado, implica un dominio del malacate, del huso, de los filamentos de algodón. La preparación de las fibras fue impecable, porque necesitó una limpieza muy profunda”, expresó Arturo Gómez, subdirector de Etnografía del MNA.
“No son prendas habituales, debido a su calidad se podría decir que son de fiesta. No sabemos si es ceremonial o de boda, pero estos huipiles siempre se tejen por mujeres jóvenes con la habilidad para tejer hilos muy delgados, aunque es una combinación de trabajo familiar, ya que las abuelas preparan la fibra porque son las que tienen el conocimiento”, finalizó.