INVESTIGADOR DE LA UDEM CREA APLICACIÓN PARA CONOCER TODO SOBRE LA DIABETES

NACIONAL

MONTERREY.- El investigador de la Escuela de Medicina de la Universidad de Monterrey (UDEM), Francisco González Salazar, creó la aplicación educativa “Somos diabetes”, para que los usuarios aprendan sobre la enfermedad, el cómo manejar sus síntomas y prevenir consecuencias graves.

México tiene un problema muy serio de salud, pues de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la diabetes es la segunda causa de muerte en el país, y datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) indican que 15.8 por ciento de los mexicanos padecen esta enfermedad.

El especialista advirtió que el peligro no termina con el diagnóstico, sino que la amenaza más grande es su mal manejo y la desinformación de los pacientes.

“Detectamos que los pacientes con diabetes no conocen acerca de la enfermedad, no saben cuál es el seguimiento que deben tener, no saben qué es una hemoglobina diclosona, no llevan buenas prácticas del cuidado de su salud”, indicó en la página en Internet de la UDEM.

Expresó que “aun cuando las personas que se conocen como diabéticos y que saben que pueden tener a llegar a tener complicaciones graves y algunas de las consecuencias más comunes son la amputación de las extremidades inferiores, desarrollo de ceguera y la extirpación del riñón”.

González Salazar refirió que “Somos diabetes” ya está disponible para iOS y Android y es una aplicación educativa que explica al paciente qué es la diabetes, cómo deben cuidarse, cuáles son las posibles complicaciones de esta enfermedad.

También destaca -dijo- la importancia de hacer visitas regulares al doctor e incluso, tiene la capacidad de revisar la alimentación del usuario y monitorear la cantidad de ejercicio que realiza.

“Con eso tratamos de ayudar al paciente, no solo con su educación, sino brindándole apoyo en su seguimiento”, subrayó.

Comentó que se aliaron con la Hospital Clínica Nova de Monterrey para realizar los estudios necesarios para el desarrollo de la app y aunque tuvieron resultados y comentarios positivos, solo una fracción de los usuarios de prueba tuvieron un seguimiento significativo.

“Este problema es mundial y necesitamos homologar el lenguaje cuando hablamos de diabetes, que todos tengamos los mismos términos, que todos hablemos de los mismos niveles de azúcar como riesgo, que todos hablemos de la cantidad de ejercicio necesario, y que haya un consenso global”, concluyó.

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