JERARCAS CATÓLICOS DE LA CAPITAL DEL PAÍS , Y DE GUADALAJARA, LOS PRINCIPALES ALIADOS DEL NARCO EN MÉXICO
Ciudad de México, CDMX, MX.- Las arquidiócesis de México y Guadalajara, con el mayor número de obispos acusados de encubrir distintas formas de abuso sexual.
También destaca la arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, que es donde está la madre superiora acusada de complicidad en el abuso sexual de cinco monjas.
Este jueves 27 de julio, las asociaciones civiles mexicana Spes Viva y global Bishop Accountability, presentaron una lista de 15 obispos y una superiora de la Iglesia Católica en México involucrados en distintos casos de abuso sexual de fieles de esa denominación religiosa.
Destaca como la jurisdicción religiosa más afectada por estos casos la Arquidiócesis Primada de México, actualmente dirigida por el cardenal Carlos Aguiar Retes que tiene en la lista dada a conocer hoy a tres obispos vinculados a ella.
En primer lugar, destaca Norberto Rivera Carrera, arzobispo emérito, así como algunos de quienes fueron sus auxiliares: José Luis Fletes Santana, quien fue forzado a renunciar a su cargo en la arquidiócesis, en 2003, sin que nunca se explicara por qué lo hizo.
Junto a él está el actual obispo de Culiacán, Sinaloa, Jonás Guerrero Corona, quien fue auxiliar de la capital de México desde 2001 y hasta 2011, cuando fue nombrado titular de la capital de Culiacán. Desde ahí ganó fama nacional por haberse confrontado en 2016 con el entonces presidente de la República, Enrique Peña Nieto, cuando intentó legalizar el matrimonio de personas homosexuales a escala nacional. Guerrero increpó en los medios locales de Sinaloa al entonces presidente con algunas de las expresiones con las que frecuentemente se denuesta a las personas homosexuales en México.
Aunque algunos medios mexicanos dieron cuenta de los hechos, fue El Comercio de Lima, Perú, el medio que ubicó los “comentarios” de Guerrero en su dimensión al titular su nota “El obispo mexicano que insinuó que Peña Nieto es homosexual“. Poco después, Guerrero se disculpó con Peña.
Los tres, Rivera Carrera, Fletes Santana y Guerrero Corona estuvieron involucrados en la defensa pública de Marcial Maciel, así como en el encubrimiento de Nicolás Aguilar Rivera. Aguilar Rivera fue un sacerdote que dividió sus abusos entre las diócesis de Tehuacán, Puebla, la Ciudad de México y Los Ángeles, California.
Rivera lo envió a Los Ángeles, California, donde el entonces arzobispo Roger Mahony ya tenía un historial de problemas similares con sacerdotes que, cuando eran acusados de abuso, simplemente circulaba entre las muchas parroquias de la que es la diócesis católica más grande de Estados Unidos.
En el caso de Fletes Santana hay muchos rumores acerca de las razones por las que renunció, pero nunca ha habido claridad acerca de las razones por las que eso ocurrió. En una entrega de la serie sobre los cuarenta años de la crisis de abusos sexuales en la Iglesia Católica, he ofrecido algunos detalles sobre su caso.
San Luis Potosí
Otra jurisdicción religiosa que destaca en esta lista es la arquidiócesis de San Luis Potosí, con los dos eméritos, Luis Morales Reyes y Jesús Carlos Cabrera Romero, que estuvieron involucrados en el encubrimiento de al menos un sacerdote que trabajó con ellos, Eduardo Córdova Bautista, quien se distinguió por ser uno de los muy pocos sacerdotes que además de ejercer ese ministerio, era funcionario en la Comisión Estatal de Derechos Humanos de esa entidad.
Morales Reyes fue, además, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano de 1997 a 2003.
Tuxtla Gutiérrez
También destaca con un igual número de obispos involucrados la arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Se trata del arzobispo emérito de Acapulco, Guerrero, Felipe Aguirre Franco, quien fue obispo en la capital de Chiapas desde 1974, como auxiliar y luego como titular de esa jurisdicción desde 1988 y hasta 2000. Junto con él, está involucrado Fabio Martínez Castilla, actual arzobispo, desde 2013. Por otras razones, se incluye a José Luis Chávez Botello, quien fue obispo de esa ciudad de 2001 a 2003.
Los problemas en esta jurisdicción tienen que ver con la orden religiosa femenina de las Discípulas de Jesús el Buen Pastor. Dado que esa era, a finales de los noventa, una orden de nueva creación era responsabilidad del obispo, en ese entonces Aguirre Franco, vigilar lo que ocurría en la orden.
Ese caso incluye a la fundadora y anterior superiora, Silvia López Pérez, a quien se considera como cómplice de Salvador Valadez Fuentes, exsacerdote responsable de abusar de al menos cinco religiosas de esa orden femenina, quien fue laicizado en 2021.
Entre la salida de Aguirre Franco y la llegada de Martínez Castilla median trece años. En esos años los titulares de la arquidiócesis fueron el ya citado Chávez Botello, ahora arzobispo emérito de Oaxaca, así como el actual arzobispo de Monterrey, Nuevo León, y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano desde 2018, Rogelio Cabrera López.
Ellos dos, sin embargo, no aparecen como vinculados a los abusos en la orden de las Discípulas en el reporte de Spes Viva y Bishop Accountability. Aguirre Franco aparece pues la primera denuncia formal en esa congregación fue presentada ya durante la gestión de Martínez Casillas, en 2015.
Aunque aparentemente no tiene relación con el caso de las Discípulas de Jesús el Buen Pastor, Chávez Botello está en la lista por los errores que él cometió ya como titular de Oaxaca.
En Oaxaca capital, Chávez Botello, encubrió al exsacerdote Gerardo Silvestre Hernández, quien es uno de los super depredadores del clero mexicano, pues se estima que abusó de un mínimo de 100 menores de comunidades indígenas de los Valles Centrales de Oaxaca.
Guadalajara también
Otra diócesis con múltiples obispos en esta lista es la de Guadalajara. El contingente de la capital de Jalisco lo encabeza, desde luego el arzobispo emérito de Guadalajara, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez.
Como se hizo ver en la serie sobre los cuarenta años de la crisis de abusos en la Iglesia Católica, Sandoval ha guardado silencio sobre las razones por las que renunció uno de sus obispos auxiliares, Miguel Romano Gómez, quien fue nombrado auxiliar y rector del seminario con el mayor número de aspirantes al sacerdocio en México, el de Guadalajara, en 2000, cuando apenas tenía 41 años y sólo 15 como sacerdote.
Apenas 14 años después de haber sido consagrado obispo, renunció cuando tenía 55 años. Nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrió con él. Hay rumores que lo acusan de haber abusado de estudiantes del seminario y otros que lo señalan por llevar una doble vida con una mujer con la que habría formado una pareja más o menos estable, pero nunca ha habido claridad sobre las causas de su salida.
También estuvo asociado en algún momento a la arquidiócesis de Guadalajara como obispo auxiliar el ya referido Chávez Botello, ahora emérito de Oaxaca. También lo estuvo el ahora emérito de la ciudad de León, Guanajuato, José Guadalupe Martín Rábago, quien sería responsable de haber encubierto, por lo menos, a José Luis de María y Campos López, sacerdote acusado de abusar de menores en la capital industrial del Bajío mexicano. Martín Rábago fue presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano de 2003 a 2006.
De igual modo, está en esta lista, aunque por sus acciones ya como titular de la diócesis de San Juan de los Lagos, está el antiguo auxiliar de Guadalajara y actual titular de Zamora, Michoacán, Javier Navarro Rodríguez, quien se ganó la inclusión en esta lista de Spes Viva y Bishop Accountability, por encubrir a Rafael Córdova Esparza, quien abusó de un menor que vive con síndrome de Down en San Juan de Los Lagos, Jalisco.
Otras diócesis
Con un solo caso están las diócesis de Irapuato, cuyo titular Enrique Díaz Díaz se sabe que habría negado cualquier tipo de ayuda a al menos una víctima que denunció a uno de los sacerdotes a su cargo.
También están en esta lista, el obispo de Piedras Negras, Coahuila, Alonso Gerardo Garza Treviño, quien hizo todo lo posible por encubrir al ahora exsacerdote Juan Manuel Rojas Martínez, conocido en esa ciudad de la frontera coahuilense como Padre Meño, quien purga en la actualidad una pena de 13 años por violación de menor.
Gerardo de Jesús Rojas López, actual obispo de Tabasco aparece en la lista por haber encubierto y transferido a una diócesis desconocida hasta ahora al sacerdote Carlos Francisco Alejo Oramas, quien solía abusar de mujeres menores de edad.
También está en la lista el actual obispo de Ciudad Juárez, Chihuahua, José Guadalupe Torres Campos quien, en los nueve años que ha estado en ese cargo, se ha destacado por encubrir y proteger a los sacerdotes Aristeo Trinidad Baca e Istibal Valenzuela Olivas.
Las representantes de Spes Viva, Cristina Sada Salinas y de Bishop Accountability, Anne Barrett Doyle, informaron que presentaran mayores detalles sobre los involucrados en esta primera lista de obispos que encubren el abuso sexual en contextos religiosos en los próximos tres meses.
Spes Viva, expresión en latín que quiere decir Esperanza Viva, es una organización civil mexicana que promueve mayor transparencia en el manejo de los casos de abuso por parte de la Iglesia Católica y de las autoridades civiles en México.
Bishop Accountability, expresión en inglés que quiere decir Responsabilidad de los Obispos, es una organización global, basada en Estados Unidos, que aglutina a víctimas de abuso de distintos países y cuenta, en la actualidad con uno de los más grandes archivos sobre el abuso sexual en contextos religiosos, católicos y de otras denominaciones cristianas, así como de otras tradiciones religiosas.
La lista inicial
Dos cardenales, una madre superiora y 13 obispos.