JOSÉ RUBÉN ZAMORA, FUNDADOR DE ‘EL PERIÓDICO’, CUMPLE UN AÑO DE PRISIÓN EN GUATEMALA: “NO ME VENCERÁN”
“Mis manos y dedos están tullidos por el uso frecuente de esposas, pero no me vencerán”, asegura desde su celda en la prisión militar de Mariscal Zavala de Ciudad de Guatemala el presidente y fundador del extinto El Periódico, José Rubén Zamora, quien este sábado cumple un año en la cárcel, después de que fuera detenido el 29 de julio de 2022 en su domicilio, tras un allanamiento de decenas de fiscales y agentes de la Policía Nacional Civil a la sede de este rotativo que en 2021 recibió el Premio Rey de España al Medio de Comunicación Destacado de Iberoamérica.
La Fiscalía Especial Contra la Impunidad del Ministerio Público pidió contra él una pena de 40 años de cárcel por los delitos de lavado de dinero y otros activos (20 años), tráfico de influencias (12) y chantaje (8), si bien finalmente, el Tribunal Octavo de Sentencia Penal de Guatemala lo condenó únicamente el pasado 14 de junio a seis años de reclusión inconmutables por lavado de dinero y otros activos, mientras que lo absolvió de los otros dos delitos al considerar que no habían podido ser acreditados por la Fiscalía.
Concretamente, el Tribunal considera probada la acusación de la Fiscalía en el sentido de que Zamora hizo acciones para que el ex directivo del Banco de los Trabajadores Ronald García Navarijo recibiera 300.000 quetzales (37.500 euros) y, éste a su vez, le consiguiera un cheque por la misma cantidad económica para depositarlo en una cuenta de Aldea Global, S.A. de la cual el dueño de El Periódico era representante legal “y así poder disponer de ese dinero cuyo origen es ilícito”. La intención, según argumentó uno de los jueces del Tribunal Octavo, era dar al dinero una “apariencia de legalidad para ocultar su origen ilícito”, lo que supuso un agravio “contra la economía nacional y la estabilidad y solidez del sistema financiero guatemalteco”. Por su parte, Zamora mantiene que ese dinero proviene de la compraventa de una obra de arte e incluso mostró a los medios una foto de la misma para justificar el origen de los 300.000 quetzales.
La Fiscalía no quedó satisfecha con esta sentencia, por lo que ha presentado un recurso, con el fin de que se eleve a 40 años la pena de prisión contra Zamora, insistiendo en que su investigación “no tiene ninguna relación con su calidad de periodista, sino con lavado de dinero en su calidad de empresario”.
Por su parte, Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha puesto en marcha una campaña para pedir la “liberación inmediata” de quien fundó El Periódico en 1996 y que publicó su última edición el pasado 15 de mayo. Esta organización denuncia que Zamora, quien se encuentra en “condiciones indignas”, fue condenado “sin un juicio justo”, tras ser “víctima de un acoso judicial que se recrudeció bajo la Presidencia de Alejandro Giammattei” en Guatemala. Se da la circunstancia que durante el proceso, el periodista tuvo que cambiar de abogado hasta en nueve ocasiones, después de que varios de sus letrados también fueran criminalizados e incluso encarcelados, mientras que otros salieron al exilio para evitar ser detenidos.
INVESTIGACIONES CONTRA LA CORRUPCIÓN
RSF recuerda que El Periódico se caracterizó siempre por sus “impactantes investigaciones sobre la corrupción de las élites en el poder”, que salpicaron a la actual administración de Giammattei. Asimismo, apunta que el propio Zamora reveló el pasado mes de mayo a una misión conjunta de RSF y otras organizaciones en defensa de la libertad de prensa en Guatemala que pudieron visitarlo que es “víctima de torturas psicológicas”.
Para RSF, la condena de Zamora, que se produjo solo 10 días antes de la primera vuelta de las elecciones en Guatemala, celebradas el 25 de junio, “tuvo como objetivo sembrar el terror y disuadir a los periodistas de publicar informaciones molestas para el poder”. Asimismo, recuerda que la misma Fiscalía que pide 40 años de cárcel contra el fundador de El Periódico, solicitó el 12 de julio la suspensión de la personalidad jurídica del partido político Semilla, que fue la segunda fuerza más votada en los comicios y cuyo candidato, Bernardo Arévalo de León, aspira a la Presidencia de Guatemala en la segunda vuelta del 20 de agosto.
“El periodismo está en peligro en Guatemala”, advierte RSF, por lo que invita a la población a firmar urgentemente la petición que insta a las autoridades guatemaltecas a “liberar inmediatamente” de José Rubén Zamora y retirar todos los cargos contra él, teniendo en cuenta que se enfrenta a otros dos procesos penales por una supuesta conspiración para la obstrucción de la justicia y un supuesto uso de documentos falsos.
LA RUTINA EN EL ‘MAUSOLEO REFRIGERADO’
Desde su celda, Zamora, a sus 66 años, sigue escribiendo un blog en el que señala que, “aunque los aconsejen sus más feroces enemigos, aquí estaré esperando el momento de la justicia y la verdad”. El periodista relata cómo es su rutina en el módulo de aislamiento en el que se encuentra en la misma prisión en la que se hayan los protagonistas de sus reportajes de investigación, entre ellos, el ex presidente de Guatemala Otto Pérez Molina, quien está recluido desde septiembre de 2015 por varios casos de corrupción.
“En el mausoleo refrigerado donde vivo o quizá, más bien muero sin pausa, sujeto, en invierno y verano, a cuatro tsunamis diarios de polvo denso que entran implacables por los elevados respiraderos rectangulares de la pared frontal de mi suntuoso sepulcro, han secado y ardido mis ojos e inundado mis oídos, narices, poros y pulmones y que una vez introducidos no se pueden eliminar del cuerpo”, lamenta.
Así, denuncia que, en conjunto, esta “nueva realidad de 12 meses ha dañado mi vista, casi ha desaparecido mi voz, causado reflujo y alergia perenne”. Zamora prosigue diciendo que “, en ciertos momentos del día, la densa y asfixiante polvareda se asemeja a una nube estática, en buena medida porque no corre aire y solo el frío es una constante debido a que el sol se introduce por altos y elevados respiraderos rectangulares entre las 16.30 y las 17.15 horas dependiendo la época del año”.
Pese a todo ello, destaca que “no todo es malo”, porque una hora al día sale a caminar en una banqueta de 12,5 metros, “encerrado en una especie de gallinero hermético con grandes candados, vigilado por cuatro cámaras de alta resolución y resguardado por seis guardias bien armados las 24 horas y finalmente rodeado de una pared de metal de unos 2,8 a 3 metros de alto, coronados por un alambre espigado enrollado”.
La defensa de Zamora ya ha presentado una apelación especial contra la sentencia para pedir la absolución del delito por el que fue condenado y se ordene su libertad. El día que fue condenado Zamora comparó la justicia de Guatemala con la “inquisición” al acusarle sin pruebas y denunció que el país centroamericano se ha convertido en una “dictadura” en la que le han “vulnerado” todos sus derechos de defensa y debido proceso. El periodista también anunció que recurrirá a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos para obtener la justicia que, en su opinión, no ha logrado en Guatemala.