¡LA CLASE MEDIA EXISTE! @MARTHAGTZ #Domingueando en @elheraldo_mx

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

El cambio de régimen en sus distintas vertientes, sin duda fue sustentado por la clase media ante un intenso deseo de cambio fomentado por tanta corrupción, abuso y cinismo de una élite que los oprimía

El cambio de régimen en sus distintas vertientes, sin duda fue sustentado por la clase media ante un intenso deseo de cambio fomentado por tanta corrupción, abuso y cinismo de una élite que los oprimía, por ello decidieron rebelarse. La clase media, fue la que si bien no con mayoría de población, pero si de opinión y credibilidad, dio certeza e impidió que se cometiera un fraude electoral en 2018… Pero les fue peor. Indudablemente, en lo que va de este sexenio, la clase media ha sido la más golpeada.

En las zonas urbanas e hyperurbanas donde se concentra dicho segmento de la sociedad como en Monterrey, Guadalajara, Mérida, León, Puebla, Veracruz y la Ciudad de México, entre otras, es donde se ha sufrido más que en ninguna otra la inflación, falta de empleo, los deficientes servicios de salud, transporte y educación. Por ello y ante la falta de servicios públicos de calidad, y dada la evidente incapacidad de los gobiernos para generar mejores condiciones de vida a los ciudadanos, este mismo sector de la sociedad optó por contratar y pagar de su bolsa servicios privados. A éstos, son a los que el Presidente de la República llama aspiracionistas.

Sin embargo, este gobierno una vez más se ha quedado muy corto en las propuestas que deberían verse reflejadas en la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación. Una y otra vez se desdeña a la clase media y se le presiona todavía más con el pago del impuesto predial, agua, electricidad y consumos básicos, etc.

Claro que en el contexto, el gran logro del gobierno fue aumentar el salario mínimo y la capacidad adquisitiva, pero, sin tomar en cuenta con seriedad las distintas materias generará un cuello de botella. Se ha concentrado en otros temas sin dar una valoración sería y justa a lo que la clase media tanto demanda. Hospitales, medicinas, transporte público, seguridad, servicios públicos y que no se les siga persiguiendo y acosando, como este gobierno viene haciéndolo con el cobro de impuestos a pesar de que ya no tienen con que pagar. En resumen, que no se les apriete de más y que no se les siga exprimiendo.

Todo esto toma especial relevancia, porque el principal objetivo del gobierno federal es ahorcar más a la clase media que aporta convencida sus impuestos. Sin embargo, con otros sectores con mucha mayor capacidad y poder adquisitivo, que utilizan con mayor intensidad al grado del abuso la infraestructura urbana, generan mayor contaminación, incidencia en calles, más emisión de carbono, provocan un mayor caos vial y accidentes de tránsito e incluso ilegalidades, los trata con pétalos de rosas.

Me refiero a Coca Cola, PepsiCola, Oxxo, CFE, restaurantes, bares, antros y empresas de logística, entre otras, que se estacionan donde quieren, utilizan vehículos de combustible sin avanzar en la transición hacia la sustentabilidad eléctrica, generan ruido, utilizan más que ningún ciudadano la infraestructura de las ciudades, y se aprovechan de la concentración de servicios y personas para introducir sus productos. En realidad este tipo de empresas son los grandes beneficiarios de las ciudades y las clases medias, y jamás he visto que paguen impuestos por el uso (destrucción) y caos vial de calles y avenidas. Al contrario, sus representantes se aprovechan, crean redes para defenderse del gobierno, y ahora, organizan a sus tenderos, grupos estatales o locales preparando movilizaciones.

Una y otra vez , los ciudadanos de la clase media resultan los más perjudicados, ya que además de consumir sus productos en realidad son ellos los que están subsidiando a estas empresas por el uso y abuso de las ciudades.

Por eso, me parece urgente y de suma importancia que por todos los medios se inicie una serie análisis y discusiones con particular énfasis, profundidad y seriedad sobre este asunto, que poco se toca, nada se discute y mucho menos se presentan propuestas, además, al parecer de facto, el gobierno federal está cabildeando ya con estas empresas para que no les suban impuestos. En cambio a los ciudadanos de la clase media, sí.

Sin duda hay manera de defender a la clase media. Por ejemplo, en California se cobra 9.5% de impuestos a la industria, impuestos locales por consumo, a las plataformas de internet se les imponen otros requerimientos y medidas similares, además, por el uso de calles, infraestructura y la contaminación que generan, otro tramo de impuestos.

Ven como sí se puede dar un respiro a la clase media. Alguien debería comenzar a hacerlo.

Y no es pregunta.

POR MARTHA GUTIÉRREZ
ANALISTA EN COMUNICACIÓN POLÍTICA
@MARTHAGTZ