LA CONSULTA POPULAR 2021 / FABIOLA DÍAZ DE LEÓN, ESCUELA DE SEÑORITAS @escdesenoritas #Domingueando

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

El próximo 1º de agosto de 2021 está programada la consulta popular que se ha promovido como el juicio a los últimos 5 presidentes: Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña. La pregunta formulada no se refiere ni siquiera a la figura de presidentes sino de “actores políticos”, un término vago que puede hacer mención a todos los integrantes de los últimos 5 sexenios anteriores al actual.

No se refiere a un término de gobiernos específicos sino a “los años pasados”, bien podríamos estar pensando en exhumar a don Porfirio para hacerlo responsable de actos previos a la revolución. Ya estas dos vaguedades rematan con “las posibles víctimas” y la reparación del daño en sus derechos y garantía de justicia.

Esta consulta postelectoral podría muy bien ser calificada de poco transparente y no concluyente. Es un método de “medirle el agua a los tamales” del poder de convocatoria del presidente ante sus seguidores que tiene un costo, aún en un régimen que se jacta de su austeridad, que cuesta cientos de millones de pesos para llegar a qué. Realmente a nada concreto. Basta ver la construcción de la pregunta para saber que no se refiere a nada ni a nadie en específico. Es una medida para determinar el discurso mediático de un jefe del ejecutivo que necesita reafirmar su postura anticorrupción que ha sido lo mismo que el traje del emperador, aquel cuento en el que el traje era tan magnífico que nadie lo veía porque no existía. Lo mismo nos vende la 4T con su consulta popular: la posibilidad de enjuiciar a los 5 gobiernos anteriores sin que esto sea ni remotamente posible y menos tratándose de los 5 ex presidentes. Es un sinsentido legislativo. Un remedo de democracia donde la voluntad del pueblo se haga escuchar para hacer como si tuviéramos alguna injerencia en la toma de las decisiones del gobierno -que no la tenemos- y un circo como el de la rifa del avión presidencial -que fue un fracaso- los mega proyectos -que cuestan, pero no funcionan todavía- y el fracaso económico y de salud pública que tanto se esgrimieron en campaña y que a la mitad del sexenio van peor. Ya no entremos en la escalada de violencia, crimen y homicidios que sin guerra contra el narco siguen subiendo estadísticamente. En cuanto a erradicar la corrupción basta mencionar un nombre: Manuel Bartlett.

Poco importa si el pueblo acude a las urnas en la consulta, si su respuesta es positiva o negativa, nada va a salir de lo que decidan porque nada concreto se está planteando. Pan y circo envuelto en el velo de Isis de la democracia que pretende sostener un régimen que no lo es y que nunca lo ha sido en la historia de nuestro país.

Un castillo de naipes que se arma de boletas y que tan pronto como sean contadas y desveladas se irá por los aires sin consecuencia alguna.