LA INCERTIDUMBRE QUE GENERA LA DESAPARICIÓN DE 109 FIDEICOMISOS ES VIOLENCIA DE ESTADO / FABIOLA DÍAZ DE LEÓN @escdesenoritas ESCUELA DE SEÑORITAS
Fabiola Díaz de León Escuela de Señoritas @escdesenoritas
Los movimientos que se hacen del funcionamiento de recursos públicos con la desaparición de 109 fideicomisos que los administran y hacen que haya continuidad en todos los sectores de los que se ocupan (desde los medios para enfrentar desastres naturales hasta el Sistema Nacional de Investigadores) abarca a todos los rubros de la sociedad mexicana y la continuidad de sus trabajos.
Argumentar llanamente que los fideicomisos son corruptos (considerando que son 109 organismos con sistemas internos de control y finalidades de todo tipo) es llanamente simplista y totalitario. Lo más alarmante es que todos los profesionales y empleados que dependen de esos recursos para vivir y dar continuidad a sus tareas están viviendo una violencia de Estado que es totalmente innecesaria. No se cuestiona la lucha contra la desviación de recursos (de haberla y para ello debe ser probada) y que se tomen medidas para detenerla y sancionarla. Se cuestiona la forma de la aplicación en lo que los presupuestos de esos fideicomisos van a ser enviados a la Secretaría de Hacienda dejando las arcas de todos vacías y por tanto sus trabajos inoperantes.
La extinción de los fideicomisos esta planteada desde abril y 6 meses más tarde los beneficiarios no saben cómo van a continuar trabajando o cómo van a recibir los medios para seguir con sus funciones y mantener sus inmuebles y gastos operativos. Todos los beneficiarios del Conacyt, del que depende toda la ciencia y tecnología del país, algunos que requieren equipos muy especializados y medios para hacer investigaciones y experimentos y desarrollar tecnologías que son una fuente del patrimonio nacional están con el Jesús en la Boca preguntándose cómo se va a poder seguir adelante con sus medios de sustento y desarrollo profesional. Los miembros de todos los niveles del Sistema Nacional de Investigadores que nos han llevado a ser orgullo académico a nivel mundial, van a tener que buscar medios o recursos de maneras que son totalmente irregulares.
El Fideicomiso que permite el Sistema de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas. Víctimas que tienen la vida pendiendo en un hilo y que dependen de un boleto de avión para salir de sus zonas de riesgo o los que cuentan con personal y vehículos y sistemas de seguridad de los que depende su vida que está permanentemente en riesgo y que para calificar para ser beneficiados han vivido atentados contra su vida como es el caso de la Maestra Norma Esther Andrade quien ha recibido tiros por su labor de activista en búsqueda de justicia por la muerte de su hija Lilia Alejandra García Andrade acaecida en 2001 en Cd. Juárez y que es pilar de la lucha por las desaparecidas y víctimas de feminicidio y los huérfanos y familiares desamparados que quedan tras las tragedias. O la Dra Honoris Causa y Penalista Ana Katiria Suárez Castro que ve su persona e integridad física en permanente riesgo por su lucha contra un sistema patriarcal de justicia que no juzga con perspectiva de género y que se siente amenazado por su labor día con día. O el caso de la periodista y autora Lydia Cacho que ha tenido que exiliarse porque no está segura en México después de que su casa fuera allanada y su perra asesinada y sus discos informáticos sustraídos.
Los cineastas y trabajadores de la cultura que dependen de Fonca y Fidecine para poder llevar a cabo sus proyectos y que son miles de trabajadores y por tanto familias que dependen su sustento de esos recursos.
No todos pueden ser tildados o señalados de CORRUPTOS solo por voluntad del Ejecutivo y sin embargo esa misma voluntad y línea de gobierno si pone a temblar a todos los que dependen de esos recursos que son devengados en beneficio de México. Por eso el Estado pone esos recursos a disposición de esos trabajadores, porque nos elevan en todos los niveles de la sociedad y la ciudadanía.
Lo más triste es que este sexenio sea tan claro que sepan lo que se tiene que hacer pero que simplemente no sepan cómo hacerlo. Como sucedió con el INSABI que vino a eliminar un precario sistema de medicina para el pueblo por un inoperante modelo “mejor”.
Sí queremos el cambio, pero cuando sepan como hacerlo y no que nos tengan en ascuas viendo a ver ahora cómo vamos a poder seguir trabajando y sobreviviendo a una Pandemia que golpea a todo el orbe.