LA INEVITABLE DESCONFIANZA DEL COMANDANTE SUPREMO @ethelriq #Domingueando EN Crónica
Es la última idea que debió haber cruzado por la mente presidencial; una frase que jamás debió surgir de sus entrañas, porque la simple mención de un “golpe de Estado” ofende a las Fuerzas Armadas nacionales que, desde el primero de diciembre, han entregado todo por este Gobierno y su Comandante Supremo.
Un tuit del presidente López Obrador que fue tomado con decepcionante tristeza por los oficiales de las Fuerzas Armadas, que este mes enfrentaron el mayor desgaste y daño sufrido en la historia moderna y cuyos mandos pudieron confirmar, con el mal manejo de la crisis en Culiacán, que el actual mando civil de México no se entiende con los militares.
En un mensaje, la respuesta desafortunada y tardía del Presidente de México al discurso pronunciado por generales retirados y jubilados que en pleno uso de su libertad de expresión y sin lugar a dudas, con la autorización y visto bueno del propio Secretario de la Defensa Nacional, quienes expresaron su sentir y preocupación por el estado de crispación, de polarización social y las condiciones desfavorables e inciertas en que laboran los soldados y marinos mexicanos.
El mandatario se atrevió este sábado mediante un tuit a hablar de un golpe de Estado contra su gobierno, un tema absolutamente descontado, censurado y hasta absurdo para los elementos castrenses, que recibieron con sorpresa el mensaje de redes sociales y manifestaron su enorme decepción por las expresiones que reflejan una desconfianza ya inevitable del mandatario hacia las filas armadas.
Apenas el pasado 19 de febrero, en Coahuila, sitio de Venustiano Carranza y del nacimiento del Ejército Mexicano moderno, había hecho un reconocimiento a la lealtad de las mujeres y hombres de armas e incluso, menciones especiales a los miliares y marinos jubilados y retirados por el apoyo brindado a su gobierno.
De pronto, todo cambió. Para abril, la Guardia Nacional se convirtió en el aliado de la 4T; para mayo, la Policía Federal iniciaba proceso de desaparición; para junio el Ejército empezaba a entregar instalaciones estratégicas a la GN; y para agosto, la Marina era retirada de cualquier operativo en tierra y confinada a los puertos.
Ello, a pesar de las muestras de lealtad, el desgaste sufrido por los mandos militares, por la institución armada, por la pérdida de vidas, la amenaza a las familias militares, el daño a la imagen del Ejército ante la opinión pública, nacional e internacional, así como la extensa crítica y cuestionamiento sobre su eficacia y preparación, pero sobre todo la exposición de que fueron objeto frente a sus enemigos de la delincuencia, el presidente habló de un Golpe de Estado y felonía.
Por eso, dicen almirantes y generales, parece inconcebible que el Presidente tenga presente un Golpe de Estado, “es una prueba contundente de que no nos conocen”.
Aún peor, el hecho de que López Obrador calcule que no hay posibilidades de una acción así porque no hay condiciones históricas, y por el amplio apoyo social con que cuenta, sin hacer referencia en ningún momento a la lealtad y disciplina de sus Fuerzas Armadas “es, por lo menos, doloroso”.
La respuesta del Presidente a esas inquietudes de los soldados de alto rango ha llegado demasiado retadora para los retirados que le dieron su apoyo, ofensiva para los mandos medios y oficiales que han tenido que operar con la mitad de sus unidades dado el desmantelamiento de agrupaciones para conformar la Guardia Nacional y demasiado desalentadora para la tropa que opera hoy, con mitad hambre y mitad frío, sin tener siquiera ya la tranquilidad de dejar a sus familias en unidades habitacionales seguras.
Y por eso las respuestas al presidente, al Comandante Supremo invadieron anoche las mismas redes sociales con mensajes como el de @Soy Militar: “Me indigna la postura de este presidente, me indigna y me llena de rabia su política de abrazos no balazos, me indigna ver cómo a la institución más noble, digna, heroíca y honorable este presidente no se ha cansado de humillar y hacer que la humillen, triste….” y “ Señor presidente, no se tome a mal que un militar de carrera le dé asesoría respecto a cómo actuar contra la delincuencia, no se tome un consejo como una “amenaza de golpe de Estado”, simplemente haga bien su trabajo”…
Otra vena que ha decidido abrir AMLO en su gobierno de la 4T.