LA NUEVA RESPONSABILIDAD DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS PARA SU REFUNDACIÓN @MARTHAGTZ #Domingueando en @elheraldo_mx
Los partidos políticos tienen que revisar que en el sistema político y económico mexicano hubo una paralización que avalaron todos los partidos a partir de la presencia neoliberal que repercutió particularmente en la movilidad social.
El PRI desde su fundación venía desarrollando un equilibrio social por la vía del nacionalismo revolucionario en su fase PNR, PRM y PRI hasta 1970. Echeverría y López Portillo, al igual que ahora López Obrador habían creado una enorme burocracia y prácticamente todas las empresas públicas estaban subsidiadas (los ferrocarriles, la industria cinematográfica, productoras de radio y televisión, se compro el IMER, PIPSA, todos los cines eran del Estado, hasta se producían bicicletas). Todo estaba subsidiado.
El ingreso público no alcanzaba para sostener ese nivel de gasto, y el Banco de México en ese entonces no contaba con la independencia impulsada por Ernesto Zedillo con la que hasta el día de hoy se rige.
Pensaron que porque teníamos petróleo íbamos a nadar permanentemente en la abundancia y desde la Presidencia de la República tomaron decisiones como si en efecto los recursos de nuestro país fueran infinitos, y tuvimos que sufrir las consecuencias.
Hasta finales del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz el desarrollo estabilizador equilibraba el control político y propiciaba el desarrollo en nuestro país impulsando la educación , la salud y la economía interna, entre otros. Los gobiernos priistas contaban con un modelo que duro hasta 1970.
El problema económico provocado durante la llamada docena trágica (1970-1982) por Echeverria y López Portillo fue de tal magnitud, que a partir de ese momento dejo de importar el discurso del nacionalismo revolucionario, la sustitución de importaciones, y las políticas de desarrollo de la sociedad.
Porque lo que siguió con Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari era tratar de estabilizar económicamente al país. Así, decidieron vincularnos con el Mundo y en 1986, México se adhirió al GATT.
Vinieron 12 años de estabilización económica, de apertura y de integración a la economía global. Se buscaba que la industria nacional fuera capaz de competir con el mercado mundial para bajar los precios, y controlar la altísima inflación. En consecuencia, no tuvieron tiempo para pensar en las responsabilidades que venían asociadas al desarrollo de la sociedad.
Carlos Salinas sostuvo la economía sin devaluaciones hasta el final de su gobierno y decidió plantearle, al entonces Presidente electo Ernesto Zedillo Ponce de Léon devaluar la moneda antes del cambio de gobierno para dejarle hacia adelante un nuevo ciclo. Salinas había estabilizado la economía y logrado recuperar el crecimiento del país. Sin embargo, Zedillo se equivocó al no aceptar la propuesta de Salinas.
El resultado, la crisis de 1995 y México cae nuevamente en otro bache. En esta ocasión financiero, que lleva al Fobaproa. Zedillo, a pesar de que en su gobierno logro generar un crecimiento económico del 6%, en lo que menos pensó fue en recuperar la desigualdad y la pobreza generada desde Luis Echeverría.
Entonces lo que sobrevino a estos cuatro procesos: La docena trágica (1970-1982); de estabilización y apertura económica (1982-1994); La crisis financiera y de estabilización (1994-2000); De crecimiento económico inercial (2000-2018), aunados a la falta de movilidad de la sociedad mexicana. Fue la llegada de la 4T.
Porque la economía inercial construida desde los Economistas del ITAM, priorizó el manejo de los indicadores macroeconómicos, dejando de lado la economía popular. Se quedaron con la inercia del momento de la economía estabilizadora de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas, y se empoderaron cuando tuvieron que resolver la crisis financiera con Ernesto Zedillo, quedándose con el control del país.
Desde ahí, con Vicente Fox, Felipe Calderon y Enrique Peña Nieto, continuó el mismo grupo que venía de la escuela de Pedro Azpe, que sin duda hay que reconocer, ayudó a Carlos Salinas a recuperar el equilibrio económico. Pero por otro lado la consecuencia, fue que la economía popular dejo de importar, la movilidad social se paralizó de tal manera, que el 74% de los mexicanos que nacen en hogares en condición de pobreza, permanecen en pobreza toda su vida. Como me explicó el experto consultor Juan Manuel Herrero Álvarez, de acuerdo a un estudio elaborado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias con datos de la ESRU-EMOVI 2017.
Es evidente como el Estado dejó de brindar la oportunidad de la movilidad social y e desarrollo estabilizador que venía ofreciendo a los ciudadanos, y que finalizó con el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.
Entonces López Obrador se aprovechó la enorme corrupción generada en los últimos 18 años del PRIAN (2000-2018), que impactó en la capacidad financiera del gobierno. Es así como a su arribo a la Presidencia de la República comienza a cobrar impuestos a los grandes empresarios para obtener flujo, acertando en dos cosas importantes: primero, no aumentó impuestos, por lo tanto no generó inconformidad con la población, y segundo, no sobrecargo significativamente el gasto público. Porque a Andrés Manuel López Obrador no le importaba el aparato gubernamental. Para él gobernar con el Ejército era suficiente.
La desaparición de los OCAS, forma parte de la visión que tiene que ver con la centralización del poder y la reducción del gasto. Porque ojo, a pesar de esto el gobierno mexicano otra vez se encuentra sobregirado. Nuevamente estamos llegando a un modelo similar al que nos sucedió en el periodo Echeverría-López Portillo.
Por eso en la era de la globalización México tiene que reconstruir todo su proyecto.
Porque el periodo 2018-2024, fue de estabilización social. Porque lo único que hizo Andrés Manuel López Obrador, fue utilizar recursos públicos para mejorar las condiciones de desequilibrio y desigualdad que existen en la sociedad mexicana. Sin embrago, no intervino en nada estructural.
El Segundo Piso de la 4T, bien podría denominarse de La Reforma Estructural de la Economía de México y de la Sociedad, para dar paso al México del siglo XXI. Eso ya le tocará a Claudia Sheinbaum.
Porque la reforma estructural pasa por reformar estructuralmente al gobierno, ya que es el ente operador. La reforma estructural de la economía nacional para provocar el desarrollo regional. El desarrollo estructural de la sociedad, para mejorar sus condiciones de salud, educación y vivienda. Y por último, el desarrollo integral de los individuos para propiciar nuevamente la movilidad social. Porque de ninguna manera se podría generar a través de puros subsidios, ni tampoco se están considerando a todos los demás sectores.
El Desarrollo Integral de la Economía, se tiene que impulsar para compartir el crecimiento en todo el país. Dejar de concentrarlo en enclaves específicos como el área metropolitana de la CDMX, la Frontera Norte y la región de El Bajío. Y por último el Desarrollo Social para mejorar la calidad de vida.
Ahora bien, con esta visión de reformas estructurales se tiene que definir que es lo que le toca hacer a cada quien. Quien va a atender a los grupos de elite que requieren ser conducidos. Quien va a atender a las clases medias. Quien va a atender a los grupos rezagados. Quien va a atender a los jóvenes. Quien va a atender a las causas, etc. Porque hay que construir el proyecto del México del siglo XXI y hoy, las condiciones están dadas.
Esto que quiere decir: que más allá de andarse peleando, y arrebatando el pequeño espacio de poder que les queda, deben aprovechar y provocar el impulso que hoy se esta presentando en el juego político. Para construir los proyectos de futuro en la responsabilidad política que tienen cada uno, para ir a ofertar un proyecto de desarrollo a los individuos en la sociedad (que es lo que no están haciendo), y que entonces segmentando e individualizando a la sociedad la convoquen, la organicen y la conduzcan.
Para esto hay suficientes votos, ¡ya lo creo que los hay! Sin embargo, se requiere de nuevos liderazgos. Porque los liderazgos inerciales del PRI histórico ya no dan. Los liderazgos opositores del PAN histórico tampoco. Porque en realidad la izquierda tampoco trae un proyecto para esta nueva etapa del cambio estructural. Todos se fueron detrás de Andrés Manuel López Obrador siguiendo su proyecto de estabilización social, pero no existe un trabajo crítico y mucho menos un análisis.
Por ejemplo: el PT sirve exclusivamente a los intereses de Alberto Anaya, el Partido Verde sirve a los intereses de Jorge Emilio González, el Niño Verde y Movimiento Ciudadano sirve a los intereses de Dante Delgado, y tampoco trae proyecto.
Entonces el proyecto del PRI debería ser de centro-izquierda. El de el PAN de centro-derecha, y el proyecto de Morena debiera ser el desarrollo de los grupos populares. Subrayo DESARROLLO, no subsidios. Estos tres partidos debieran conducir el país del siglo XXI. Los demás son complementos
Pero este ejercicio de reflexión y de responsabilidades no esta hecho. Por eso los vemos encimándose unos con otros, insultándose, y peleándose por querer dar mayores subsidios. Sin embargo no es un asunto de más subsidios. Los subsidios fueron útiles en una primera fase con AMLO, que ante la falta de un proyecto de gobierno fue lo único que se le ocurrió para “atender” los rezagos, consecuencia de 30 años entre la estabilización económica y el desarrollo inercial de Fox Calderon y Peña, y porque la verdad tampoco tenia ni la menor idea de como atender un cambio estructural.
Esperemos que Claudia Sheinbaum con una mejor formación, pueda ir por ese cambio estructural que México demanda y que eso sea a lo que llama el Segundo Piso de la 4T. Un Segundo Piso donde hay espacio suficiente para compartir con los partidos de oposición impulsores del desarrollo de los segmentos que Morena con un enfoque eminentemente popular no puede atender.
Los retos políticos que le tocan al nuevo gobierno, a los partidos políticos y a toda la sociedad, es prepararse para asumir los cambios necesarios en un Mundo que se mueve con transformaciones exponenciales.
Los partidos políticos, todos, más que oponerse a AMLO y a su proceso de estabilizacion social tienen que estudiar a la sociedad y definir que segmento van a atender, y hacerlo. Ahí están los votos. Pónganse a hacer su tarea, en lugar de entrar en debates estériles con el ideólogo de cuarta de Gerardo Fernández Noroña.
Porque desde mi perspectiva hay que entrar de inmediato a una discusión respetuosa, responsable y seria sobre los 100 puntos de Claudia Sheinbaum, ya que no son suficientes para impulsar a nuestro país, y hay que analizar si su equipo tuvo la capacidad y la visión para dimensionar una agenda detallada.
De lo contrario, le toca a los partidos políticos enriquecer la agenda del desarrollo de México
Y no es pregunta.
MARTHA GUTIÉRREZ
Vocal del Consejo Directivo Del Instituto de Política y Gobernanza, A. C.
@MarthaGtz