LA PRIETA LINDA DICE “HASTA LUEGO” A JUANGA…
Enriqueta Jiménez Chabolla, originaria de Salamanca, Guanajuato, se despidió con una emotiva carta de despedida para el nacido en Parácuaro.
“El ponerme a escribir estas líneas me ha hecho remontarme y recordar cuando tenía 20 años. Conocí a un jovencito que tenía en su corazón una enorme tristeza, un jovencito al que la vida lo había hecho sufrir y madurar a muy temprana edad, pero un jovencito con una gran ambición de crecer y de ser alguien en la vida.
Ojos buenos… Fue así como te dije la primera vez que te conocí. Ojos buenos que pedían amor, pedían ternura… Ojos buenos que hablaban más que las palabras.
Aquella tarde que me quedé contigo… en esas cuatro paredes que frenaban tu cuerpo, pero no a tu mente, me llevaste a un viaje maravilloso de emociones, de vivencias; más de seis horas pasamos en esa celda y ese día decidiste lo grande que querías ser… Estabas poniendo fin a una etapa muy difícil por la que habías atravesado y dando inicio a una nueva… La vida por fin te devolvía lo que otros te habían quitado. Y yo era parte de ese nuevo inicio, tuve la fortuna de conocerte, de ayudarte a dar esos primeros pasos en la vida musical y sabes lo orgullosa que me siento de lo grande que eres y de cómo has traspasado las fronteras.
A partir de ese momento decidiste no volver a sufrir, decidiste salir y mostrarle al mundo quién era ¡Juan Gabriel!
Siempre fuiste un muchacho muy agradecido, aprendiste de las experiencias vividas y le diste las gracias a todo aquel que de una forma u otra te tendió la mano.
Por eso la vida te fue premiando y te fue recompensando cada vez más.
Lograste hacer una familia hermosa, con Laura, una mujer excepcional que nunca te pidió algo a cambio y crió a tus cuatro hijos… supiste entonces lo que era tener una familia. Segura estoy que en ellos sembraste la semilla del amor y de la bondad.
Estas líneas las escribo con el corazón destrozado por tu ausencia; nunca pensé que me fuera a despedir de ti tan pronto; pero quiero que sepas que en algún momento nos volveremos a abrazar.
Agradezco a la vida que hayas sido mi hijo querido… mi hijo del corazón.
Ojos buenos…. esto no es una despedida es un hasta pronto y donde ahora te encuentres recibe todo el amor y el cariño de tu Prieta Linda. Ojos Buenos…… hasta siempre…. “