LA REFUNDACIÓN DEL PRI: UN PARTIDO DE MUJERES @MARTHAGTZ #Domingueando en @elheraldo_mx
Los mexicanos estamos viviendo momentos muy particulares, con un Presidente de la República que cuenta con un liderazgo político muy potente hacia el interior. Sin embargo, extremadamente débil en lo exterior. Un líder que si bien fue capaz de obtener 35 millones de votos en la pasada elección del 2 de junio, se niega a reunirse con los Jefes de Estado que han confirmado su asistencia a la toma de protesta de la virtual Presidenta Claudia Sheinbaum.
Esto nos muestra a un Andrés Manuel López Obrador terriblemente acomplejado, e incapaz de sostener un diálogo en relación a los grandes temas del mundo de hoy, donde México es la 13a. economía del mundo. Un hombre, que durante su gestión como Presidente de la República se aisló de los eventos internacionales y que solo pudo, aunque forzado, entablar interlocución (porque no le quedo de otra) con los Presidentes de nuestros vecinos del Norte Donald Trump, Joe Biden y Justin Trudeau.
Más allá de eso para él, el mundo no existió y obviamente de ahí devino su modelo de movimiento, de partido, y su competitividad.
Sin duda fue el gran innovador de los programas sociales al entregar dinero en efectivo. A eso si le entendió y en eso fue verdaderamente eficiente. Aunque el resto de su gobierno haya sido un verdadero fracaso.
En realidad son solo un par de grandes acciones las que pueden definir el gobierno de López Obrador: La primera, ante el desconocimiento de las necesidades y causas específicas de los ciudadanos, la innovacion en la asignación de los programas sociales, mediante una lógica de darles dinero en efectivo y que ellos solucionaran sus problemas. ¿Si no les alcanza para comprar sus medicinas? No importa, denles el dinero y que ellos lo resuelvan. Y sí, le funcionó.
Segundo: una comunicación permanente a través de la mañanera, donde todo el tiempo daba su versión y su verdad absoluta, haciendo a un lado y denostando a los medios convencionales (Radio, TV, prensa escrita) y utilizó la TV por internet como streaming. Andrés Manuel López Obrador como un gran standupero, se dedicó durante dos a tres horas diarias a transmitir su versión del mundo, y logro convencer.
Todo esto fue posible gracias al enorme vacío de la oposición que nunca tuvo la capacidad de entender el momento que se estaba viviendo y nunca pudo construir un diseño que le hiciera contrapeso.
Así es como López Obrador con Morena, un movimiento que es una mala copia del PRI del siglo XX, ganó la elección. Un partido evidentemente corporativo y jerárquico con liderazgos burocráticos elitistas, exactamente como el PRI del pasado. ¿O alguien de ustedes queridos lectores identifica quienes son la mayoría de los líderes de Morena a nivel Estatal? ¿Ustedes saben quienes son la mayoría de los candidatos de Morena?
Evidentemente no. Porque son liderazgos en su gran mayoría improvisados, sin experiencia, que responden a una simbiosis entre partido y gobierno. Los que están en el gobierno se pasan al partido y viceversa. Responden a una estructura burocrática. Eso era el PRI en el siglo pasado. Además son elitistas, aunque digan que representan al pueblo, no se mezclan con el pueblo. El único que lo hace es AMLO.
Esos liderazgos, con ese perfil son los que acompañados de los siervos de la nación tocaron las puertas de las casas de los ciudadanos beneficiados, para promocionar los programas sociales, porque no tienen nada más que ofrecer.
Por eso hay que refundar al PRI, para dar paso a un moderno PRI del siglo XXI, que es como se van a poder ganar elecciones hacia adelante. Porque competir contra Morena con la metodología del siglo XX no se puede, porque ellos traen el dinero y no tienen ningún pudor ni empacho en gastarlo por encima del marco jurídico si es necesario.
Toda la contención que por convicción el PRI estableció con Don Jesus Reyes Heroles, para dar paso a los procesos democráticos. A Morena no le importan. En Morena no existe un personaje de la estatura de Reyes Heroles para autocontenerlos. Pero además, Morena al puro estilo del partido hegemónico que fue el PRI del siglo XX, llegó para tratar de mantenerse en el poder todo el tiempo que sea posible. Según afirma su ideólogo Gerardo Fernández Noroña, a quien en Morena ven como el Reyes Heroles de la 4T.
En mi artículo anterior coincidimos que para la refundación del PRI se requiere tener un proyecto que responda a las expectativas de la sociedad del siglo XXI. Una sociedad que es radicalmente diferente, particularmente a la sociedad de finales de los años 20’s del siglo pasado.
Porque hace 100 años la sociedad mexicana era eminentemente analógica, únicamente demandaba ser representada. Por ello, el Partido de la Revolución Mexicana (igual que ahora Morena) solo miraba hacia el interior de sus filas, su modelo era inercial, y los liderazgos excluyentes. La ciudadania no era tomada en cuenta porque no se contaba con los instrumentos tecnológicos con los que hoy contamos para hacerlo. Apenas se estaban trazando las primeras líneas de comunicación. Los ferrocarriles, la telefonía y la infraestructura carretera comenzaba a desarrollarse en nuestro país.
Los Estados y los Municipios estaban aislados. De los ciudadanos ya ni hablamos, esa categoría no existía. Quienes conducían al partido fueron aquellos caudillos que nos heredó la Revolución de 1910, a quienes Plutarco Elias Calles convocó en 1929, para crear un partido de corrientes, cacicazgos y fuerzas políticas distintas que se encontraban enfrentados y dispersos por todo el territorio nacional, para aglutinarlos y transitar hacia un país que los uniformara. Después se institucionalizaron y transitaron hacia la vida civil.
El partido entonces no necesitaba ser altamente competitivo, era el único. Su competitividad podía ser baja, no importaba. Reaccionaban a la demanda de la gente, no la predecían y mucho menos la estudiaban y entendían. Así se construyó la infraestructura carretera, los centros de salud, escuelas hospitales, se electrificó el país, se introdujo el agua potable y otros servicios.
El PRI de entonces era un partido gestor y proveedor. La ventanilla del gobierno. Ese es el rol que jugó. Actualmente Morena ni siquiera ha llegado a eso, porque lo que ofrece no es lo que el ciudadano demanda, ofrece lo que al líder máximo se le ocurre y les ordena, a partir de que él se dice representar al pueblo. Solo cuentan con los programas oficiales del gobierno convertidos en la oferta de su movimiento.
Hoy, la refundación del PRI tiene que reconocer esto. Necesita responder a un cambio radical respecto a lo que fue en el siglo pasado, y que le cuesta tanto trabajo dejar de ser. Porque esta en su ADN. El reto más difícil para el PRI, y también para todos los partidos y liderazgos que surgieron desde el PRI, es cortar su cordón umbilical que aún se encuentra conectado al siglo pasado. Nacieron ahí y tal parece que ahí se quedaron.
Porque la visión del cambio que la sociedad digitalizada del siglo XXI demanda, es la de partidos políticos incluyentes, conectados con los ciudadanos en tiempo real. Que respondan a una organización de la sociedad basada en medios digitales. Por eso el PRI debe evolucionar hacia una partido que en su organización sea capaz de crear ejercicios de colaboración. Porque ahora vivimos en una sociedad conectada en Red, por lo tanto la inteligencia hoy es colectiva, ya no es individual.
Debe convertirse en un partido con una visión permanentemente innovadora para mantener la competitividad. Con responsabilidad social, capaz de ver sistémicamente a la sociedad, e interactuar con ella. Porque hoy todo esta conectado con todo. Debe ser ahora un partido orientado a resultados, nunca mas a discursos, y mantener de manera simultánea una evaluación permanente de los niveles de satisfacción de los individuos en la sociedad. Este partido hoy no existe.
El PRI si quiere sobrevivir, tiene que ser capaz de convocar a la sociedad para que se organice a través de los medios por los que actualmente la sociedad se comunica. Debe entender a la ciudadania de uno por uno. Porque los individuos del siglo XXI no quieren ser considerados en masas, quieren ser considerados y tomados en cuenta a partir de su individualidad, de su metro cuadrado de realidad.
Deberá contar con una estructura partidista horizontal, donde trate a todos como iguales, ya no puede ser vertical. Porque la tecnología hoy en día nos iguala, y al mismo tiempo genera una interacción personal.
El PRI en su refundación debe formar cuadros y liderazgos para el siglo XXI. Capaces de entender la dinámica acelerada de cambios que presenta el mundo actual. Además, tiene que contar con una plataforma tecnológica muy poderosa para poder aprovechar en las mejores condiciones el talento de la ciudadanía y sus capacidades ya desarrolladas, en primer lugar. Ser capaz de asignar tareas individualmente a una ciudadania de millones de personas para que participen en su organización y atenderlos uno por uno.
Debe preparar candidaturas competitivas con base social propia, para que cuando se presenten a competir por los cargos públicos ya traigan un capital social mediante el cual estén encabezando causas ciudadanas, y por lo menos, cada candidatura deberá contar con un trabajo político previo, donde hayan vinculado a entre un 20 y un 50 % de los electores que cada uno va a necesitar en su elección.
Porque si como hasta ahora se esperan a irlos a buscar el día de la elección, definitivamente no los van a encontrar, porque van a competir contra los siervos de la nación que seguramente estarán todos los días recorriendo el territorio.
Un PRI refundado debe tener muy claro el modelo de gobernanza con el cual puede comprometerse a resultados. Porque a diferencia del PRI en el pasado, donde el candidato era el responsable de la gestión del gobierno, ahora debe ser el partido quien estandarice la calidad de la gestión, aportando el conocimiento que permita que los candidatos sean los mas calificados y competitivos, y la sociedad debe estar presente en todo momento. Porque el PRI entonces, no será de los militantes, ni de sus simpatizantes, sino que será el partido de la sociedad mexicana con la capacidad para convocarlos a todos.
El modelo de comunicación también debe ser radicalmente diferente, porque hoy la comunicación es interactiva, desde la cual se construye colaboración, entendimiento y participación. Un PRI refundado debe tener claro que se convence con compromisos, cuando se tiene la capacidad para inmediatamente estar haciendo las evaluaciones. Pero sobretodo, que se convence con resultados, no con ideologías.
El proyecto de refundacion debe alejarse de los viejos usos y costumbres del siglo XX, para transitar hacia la innovación de la sociedad del siglo XXI , y conducir entonces, por esta vía, a las nuevas generaciones de jóvenes, de mujeres, de hombres, de técnicos y de profesionistas. Teniendo como punto de arranque el entendimiento a profundidad de los diferentes segmentos de la sociedad y sus demandas. Las demandas de los ciudadanos.
De cara a la renovación de la Dirigencia Nacional del Partido Revolucionario Institucional, más allá de la acción afirmativa reconozcamos por primera ocasión la importancia de las mujeres.
En un partido en el cual el 90% de su estructura de base esta compuesto por mujeres. Porque son mujeres las que mayoritariamente se encuentran en los secciónales; son mujeres las que hacen las gestiones; son mujeres las que construyen la militancia; son mujeres las que llevan a cabo la promoción del voto; y son las mujeres las que convencen y convocan a sus familias. El priísmo en su base mayoritariamente esta integrado por mujeres, por eso afirmo que el PRI es un partido de mujeres. Sin embargo en la conducción se les limita al OMPRI.
Se esta integrando un grupo muy poderoso de experimentadas mujeres políticas priistas para salvar al PRI del desastre al que lo llevo la dirigencia de Alito, y llevar a cabo la Refundación de ese partido. Aprovechando la sensibilidad política y humana de las mujeres para presentar una candidatura de unidad para la próxima Presidencia del PRI. Que de acuerdo con la ley, el siguiente ciclo deberá ser encabezado por una mujer.
Una mujer que se comprometa a refundar y hacer del siguiente periodo de 4 años, un proceso transparente e incluyente de fortalecimiento que permita recuperar la competitividad y volver a ganar elecciones en el 2027 y en el 2030.
Que encabece un Comite Nacional que en condiciones de verdadera igualdad entre mujeres y hombres construyan colectivamente el partido que demanda la sociedad mexicana del siglo XXI .
Sin duda el OMPRI fue importante en una primera etapa del proceso de igualdad. Hoy mujeres y hombres deben tomar juntos y en condiciones de igualdad y piso parejo la conducción de los destinos del Partido Revolucionario Institucional y del país.
El PRI en su refundación necesita que las mujeres en política encabecen una oferta política seria que represente a ese partido. Ya es momento de pasar del discurso a los hechos, y dejar de utilizar la acción afirmativa solo para verse progresistas y cumplir con la ley. Porque en efecto el PRI, es un partido de mujeres.
Y no es pregunta.
POR MARTHA GUTIÉRREZ
Vocal del Consejo Directivo Del Instituto de Política y Gobernanza, A. C.
@MarthaGtz