LAS ADHESIONES DE ARMENTA Y LA SALUD DE BARBOSA #MartesDeColumnas BIENVENIDO!!! @JORGE_BERMUDEZ

NACIONAL, POLÍTICA

JORGE BERMUDEZ


Muy interesante fue escuchar el mensaje ofrecido ayer por el diputado local del Morena, Héctor Alonso Granados, al momento de anunciar públicamente su apoyo a la candidatura al gobierno del senador de su mismo partido Alejandro Armenta Mier.

Son varias las lecturas que se le pueden dar a su alocución.

La principal, tal vez, el hecho de que el propio Héctor Alonso, un diputado polémico por naturaleza, se haya perfilado por Armenta cuando desde la elección pasada siempre estuvo a favor de Luis Miguel Barbosa Huerta, el ex abanderado al gobierno.

Porque Alonso defendió a capa y espada a Barbosa.

Algo debe saber, sin duda, el legislador, quien ya lo dijo ayer con todas sus letras:

“En la vida hay momentos de definición, y este es un momento de definición; estamos apoyando la candidatura de Alejandro Armenta Mier al gobierno del estado, en esta nueva fase…”

Y es que Héctor Alonso no tiene un pelo de tonto, no da paso sin huarache como se dice coloquialmente.

Al legislador se le ha criticado por todo pero no por tonto, más bien por ser muy vivo y punzante.

Hay que reconocer que no por nada ya fue funcionario público en otro momento, incluso diputado local.

Sin embargo, insisto, los elogios en los que se desbordó el ánimo del diputado no son de gratis, ya que debe tener medido el panorama y el escenario que se viene en Morena por la disputa de la candidatura al gobierno.

Bien dicen que en política todo puede suceder.

Y en el caso de la vida interna de Morena, y de las aspiraciones de Armenta, la política aldeana nuevamente empieza a dar un vuelco muy interesante.

Empero, regresando al pronunciamiento de Héctor Alonso habrá que subrayar que durante su discurso hizo alusión indirectamente a un tema que ningún otro militante o funcionario de Morena había tocado antes: la salud de Barbosa.

Textualmente, Héctor Alonso, casi al final de su arenga, sostuvo:

“Cada meta alcanzada se convierte en un punto de partida, y hoy me sumo, a partir, junto, con Alejandro Armenta al gobierno del estado que se aproxima, y vamos a ganar…”

Y el diputado morenista continúo:

“Juventud, experiencia, honestidad y coraje; plenitud física, plenitud mental, coraje y amor por Puebla, eso para mí es lo que me lleva el día de hoy a definirme por Alejandro Armenta Mier, muchas gracias (sic)”.

¿Qué  habrá querido decir el diputado Alonso en su mensaje?

¿Armenta está fuerte y sano y Barbosa no?

¿Está enfermó Barbosa?

¿No está en plenitud física como para enfrentar una nueva elección?

O peor aún, ¿no está en plenas facultades como para gobernar el estado por los próximos 5 años y medio, en caso de convertirse en candidato y luego en mandatario?

¿Alguien se ha preguntado qué sucedería en caso de que esto sea así?

¿Qué pasaría, entonces?

Para nadie es un secreto que la salud del ex candidato está un tanto cuanto deteriorada ¿pero será la suficiente como para mantener la gobernabilidad en Puebla?

Habrá que recordar, también, que en algunos momentos los supuestos problemas de salud han sido utilizados como estrategia para denostar y debilitar la figura del oponente.

Al actual presidente, no vayamos lejos, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) le quisieron adjudicar recientemente un malestar cardiaco extraño y peligroso. Se dijo incluso que por algo empezaba a realizar visitas más constantes a su médico de cabecera.

A Enrique Peña Nieto, el ex presidente, también le adjudicaron sus adversarios un supuesto mal mortal; trascendió incluso que padecía un cáncer terminal, el cual, al final, sólo resultó ser una estrategia mediática para difamarlo.

Lo que sería bueno para despejar cualquier duda es saber cuál es el verdadero estado de salud de Barbosa.

De entrada me parece un hombre valiente ya que a pesar de sus limitaciones físicas está firme en sus intenciones de seguir haciendo política en Puebla.

Lo cierto es que tampoco puede valerse en todo momento por sí solo, toda vez que el problema y la prótesis en uno de sus tobillos es lo que más lo desgasta y agota.

Esto quedó claro en la campaña electoral pasada ya que Barbosa tuvo la imperiosa necesidad de pronunciar muchos de sus discursos sentado, en silla de ruedas, o incluso en un carrito motorizado debido a sus complicaciones físicas.

La diabetes que padece el ex senador sin duda ha ido mermando sus fuerzas y su vista.

Y aunque esto por supuesto no limitaría a nadie para poder asumir un cargo público o de elección popular, en materia de imagen tal vez si le pega.

La percepción de la gente sobre un determinado personaje bien puede definir a cualquier candidato.

Así que sería bueno preguntar a los poblanos a ver qué dicen sobre el tema.

Por cierto, ¿usted qué opina al respecto?

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