LAS BATALLAS / NARRATIVAS #JuevesDeMasColumnas @pacoresendiz EN @La_Razon_mx

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

La tensión en Palacio Nacional —me narran— llegó a su punto más crítico al filo de las 6:00 de la mañana de ayer. La llamada que sostendría la presidenta Claudia Sheinbaum con el presidente Donald Trump marcaría el derrotero para la relación entre ambos y el futuro de México durante los próximos cuatro años. Al final la mandataria mexicana ganó… no sólo tiempo sino el respeto de su interlocutor.

Pero tras esa llamada hubo una guerra de narrativas desde la Ciudad de México, Washington y Ottawa. La presidenta Sheinbaum y el primer ministro Trudeau anunciaban sus “logros” en la conversación que tuvieron por separado con el presidente Trump y este simplemente presumía que había hecho valer su decisión de “proteger a los estadounidenses”.

Y sí, hubo matices por todos lados.

Trump dejó clara la idea de que ambas naciones —México y Canadá— habían decidido desplegar 10 mil soldados en sus respectivas fronteras para detener la migración irregular y el trafico de drogas, particularmente el fentanilo hacia la Unión Americana. De Canadá obtuvo además su compromiso para designar como grupos terroristas a los cárteles del narco mexicanos, uf.

La amenaza de imponer aranceles de 25% a productos mexicanos que entraran a Estados Unidos había llevado contra las cuerdas al gobierno mexicano, pero respondió con la oferta del despliegue de 10 mil elementos de la Guardia Nacional y obtuvo, según presumió la Presidenta de México, algo más que Estados Unidos simplemente había negado a los mexicanos.

Sí, Trump puso en pausa los aranceles a productos mexicanos por 30 días, pero no hay que regatear que la Presidenta Sheinbaum logró algo que ni Peña Nieto ni AMLO lograron en su relación con Trump: que Estados Unidos se comprometa a trabajar para evitar el tráfico de armas de alto poder a México y arrancar un diálogo de alto nivel con las vertientes de seguridad y comercio.

Pero mientras la presidenta Sheinbaum destacó el respeto a la soberanía mexicana y nunca mencionó que la Guardia Nacional se ocuparía de atajar los migrantes, el presidente Trump fue hábil y firme en que los 10 mil elementos serían para detener el fentanilo y la inmigración irregular hacia suelo estadounidense:

“Acabo de hablar con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Fue una conversación muy amistosa en la que ella aceptó enviar de inmediato 10,000 soldados mexicanos a la frontera que separa a México de los Estados Unidos. Estos soldados estarán específicamente designados para detener el flujo de fentanilo y de inmigrantes ilegales a nuestro país”.

Y la narrativa de Canadá en esta trama se erigió a punta de billetazos, tecnología y plegarse a la demanda de Trump de tecnología, recursos humanos y ajustes legales para crear la primera fuerza binacional contra los cárteles de la droga mexicanos sin que se mencione siquiera la participación del gobierno de México.

Así, Canadá estará implementando un plan fronterizo de 1,300 millones de dólares: reforzando la frontera con nuevos helicópteros, tecnología y personal, mejorando la coordinación con estadounidenses y aumentando los recursos para detener el flujo de fentanilo. Casi 10 mil efectivos de primera línea trabajarán para proteger la frontera.

Además, Canadá asume nuevos compromisos para designar un zar del fentanilo, incluirá a los cárteles en la lista de terroristas, garantizará vigilancia permanente en la frontera y lanzará una fuerza de ataque conjunta con Estados Unidos para combatir el crimen organizado, el fentanilo y el lavado de dinero. Además destinará 200 millones de dólares en inteligencia para combatir al narco.

Más tarde Trump concluyó:

“Como presidente, es mi responsabilidad garantizar la seguridad de todos los estadounidenses, y eso es precisamente lo que estoy haciendo. Estoy muy satisfecho con este resultado inicial, y los aranceles anunciados el sábado se suspenderán durante un período de 30 días para ver si se puede estructurar o no un acuerdo económico final… ¡Justicia para todos!”.

Así, en este primer encontronazo, la presidenta Claudia Sheinbaum logró tiempo, no entregó a Trump un acuerdo superior al que en su momento consiguió con el presidente López Obrador, pero ganó que Estados Unidos intervenga con sus ventas de armas y sentarlos a negociar desde ahora un nuevo acuerdo comercial entre ambas naciones. Días complicados que apenas inician.

RADAR

Ante la amenaza llamada Trump, la Presidenta de México logró, además, el respaldo casi unánime de todos los sectores productivos del país… incluso —nos hacen ver— en la oposición vieron con buenos ojos el control de esta crisis, aunque sea por 30 días.