LAS CALLES NO SON LA SOLUCIÓN @ErikaSolorio02 #MartesDeColumnas EN @ContraReplicaMX

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Por Erika Solorio, activista de derechos humanos, asesora política, comunicóloga social. Mtra. Administración y Políticas Públicas con Enfoque en Gestión Política.

El cuidado del núcleo familiar siempre será fundamental para tener sociedades más fuertes, en beneficio de todas y todos. Tener un hogar es imprescindible, vivir en las calles nunca será opción.

Las niñas, niños y adolescentes que viven en las calles son especialmente vulnerables y enfrentan numerosos desafíos que pueden amenazar sus vidas, su bienestar y desarrollo. Es importante garantizar su acceso a los derechos humanos básicos, tal como se establece en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y otros marcos.

Existen 100 millones de niñas y niños abandonados en todo el mundo, de los cuales 40 millones pertenecen a Latinoamérica, señalan datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Es sumamente necesario fomentar la inclusión social de los niños en situación de calle, eliminando el estigma y la discriminación, asegurando que tengan acceso a actividades recreativas y culturales. Es urgente la elaboración de más políticas públicas que tengan esa finalidad, hechas por especialistas, no elaboradas al vapor.

Algunos de los derechos que deben ser protegidos y promovidos para este sector tan vulnerable son el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo.

Tienen derecho a la vida y a crecer en un ambiente seguro y saludable, incluye el acceso a servicios básicos como alimentación, atención médica y vivienda.

Todos los niños, independientemente de su situación, tienen derecho a recibir educación. Es crucial desarrollar programas flexibles que puedan atender las necesidades educativas de los menores que viven en la calle.

Son vulnerables a diversas formas de violencia, abuso y explotación. Es esencial establecer mecanismos de protección que garanticen su seguridad y bienestar.

Asimismo, los menores de edad tienen derecho a expresar su opinión y ser escuchados en todos los asuntos que les afecten. Esto incluye su participación en la toma de decisiones sobre programas y políticas que impacten sus vidas.

Deben tener acceso a atención médica preventiva y curativa, así como a servicios de salud mental. Además, tienen derecho a que su información personal sea tratada con confidencialidad y a proteger su identidad ante situaciones que podrían ponerlos en riesgo.

Es urgente y necesario que los gobiernos y la sociedad civil colaboren en la creación de políticas públicas funcionales -transversales- que incluyan programas integrales de atención y protección, y que involucren a los propios niños en la planificación y ejecución de dichas iniciativas.

También es importante fomentar la sensibilización en la sociedad sobre la situación de los niños, niñas y adolescentes, y promover actitudes inclusivas y de respeto hacia sus derechos.

Observar con total indiferencia a la gente que trata de sobrevivir en las calles, no nos hace ajenos a la problemática que se vive a nivel mundial. Nadie está exento de vivir esa situación. El bien común es para todos y todas.