LOS IDEALES DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA Y SUS INSTITUCIONES, SIGUEN VIGENTES: @hernandezderas @DiputadosPRI

NACIONAL, POLÍTICA

CIUDAD DE MÉXICO.- Los ideales de la Revolución Mexicana están vigentes y los mexicanos sopesan su legado, porque transitamos de un pueblo de caudillos a una nación de Instituciones, dijo en nombre del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados, Ismael Hernández Deras.

Con motivo de la conmemoración del Centésimo Octavo Aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, el legislador resaltó la necesidad de mantener un equilibrio, indispensable para que marche la nación y la República.

El legislador expuso que esta revolución social nos dio los valores de libertad y de justicia social, una justicia inacabada debido a que la desigualdad social y la pobreza aún no han sido erradicadas.

 

Una realidad que obliga, que por encima de colores políticos, exista una agenda ambiciosa en el tema social, que reduzca las desigualdades y la pobreza, pero también garantice respetar la pluralidad, la tolerancia y la inclusión.

En la lucha social, una revolución de revoluciones, recordó el legislador priista, intervinieron diversos actores que representaron el interés de la nación.

De la mano de Francisco I. Madero, los mexicanos se opusieron a las ambiciones reeleccionistas de Porfirio Díaz; con Emiliano Zapata, surgió el reclamo de tierra y libertad y con revolucionarios como Venustiano Carranza, Francisco Villa, Álvaro Obregón, se creó la Constitución Política de 1917, la primera en el mundo que explícitamente legisló el reparto de tierras y los derechos laborales, además de la propiedad originaria de nación sobre todos sus recursos naturales.

 

De esa revolución constitucionalista, explicó Hernández Deras, se promulgó la Ley Agraria, en respuesta al despojo ilegal e injusto de tierras, aguas, bosques y selvas.

 

El México de hoy, concluyó el representante popular por el estado de Durango, no seexplica sin el programa social de la Revolución Mexicana, sin la Constitución de 1917 y los revolucionarios triunfantes, actores que construyeron el camino para transitar de un pueblo de caudillos a una nación de Instituciones.

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