LOS MUERTOS DE OLGA, MARCELO….. Y ANDRÉS @MARTHAGTZ #Domingueando en @elheraldo_mx

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Si no somos hipócritas y juzgamos a todos los gobiernos con la misma vara, es incuestionable que Ayotzinapa es a Enrique Peña Nieto

Si no somos hipócritas y juzgamos a todos los gobiernos con la misma vara, es incuestionable que Ayotzinapa es a Enrique Peña Nieto, lo que la muerte de migrantes es a Andrés Manuel López Obrador.

Por supuesto qué hay elementos de gran diferencia. En Ayoztinapa existió una conducta activa, organizada y con dolo sobre la desaparición y asesinato de los 43 jóvenes normalistas por parte del crimen organizado, sin embargo en el caso de los migrantes hay omisiones, ineptitudes y sobretodo, falta de percepción en el cumplimiento de las atribuciones y funciones que le corresponde al Estado Mexicano.

Pero en cualquier caso, dejar que el tiempo resuelva los problemas es carecer absolutamente de capacidad política para ejercer las responsabilidades y atribuciones de un gobierno.

Pero vayamos por partes. Desde diciembre de 2018 cuando fue nombrada Olga Sánchez Cordero como Sectetaria de Gobernación cometió la acción de origen: decidió aceptar el cambio de posición política que los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña tanto habían resistido para que México no fungiera como “tercer país seguro”.

Olga Sánchez Cordero, en su muy particular estilo, sin comprender el ejercicio de la política y las responsabilidades que conllevan manejar la política interior en nuestro país (resultado de haber sido educada burocráticamente), aceptó públicamente dicho estatus y condición en la política migratoria de México, e impulsó el programa “Quédate en México”, o lo que es lo mismo, comprometerse a una condición para la cual nuestro país no estaba listo y mucho menos era conveniente. La señora Sánchez Cordero, en su pretensión por quedar bien con el presidente de la República en turno, inició toda una narrativa insostenible y una actividad a tal grado irresponsable, que en la práctica retiraron de su esfera de actuación el Instituto Nacional de Migración, asignándole a Marcelo Ebrard la operación y control de ese organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación.

Por su parte, el Canciller a través de un todavía más inexperto de la problemática migratoria, Maximiliano Reyes, inicia el diálogo, operativos y política en dicha materia. Por para los ciudadanos, como siempre, más temprano que tarde la realidad los alcanzó. Porque gracias al programa “Quédate en México”. el gobierno de Donald Trump aprovechó la falta de proyecto, conocimiento, experiencia, novatez e ineptitud del recién estrenado gobierno de la autollamada 4T, e inmediatamente impuso sus condiciones. México no tuvo más remedio que asumir. Estados Unidos no recibiría a los migrantes centro y sudamericanos, éstos, tendrían que ser atendidos en territorio mexicano proporcionándoles durante su estancia en nuestro país trabajo, habitación, alimentación, seguridad y servicios de salud.

Pero lo más preocupante fue, que justamente esa misma actitud de imposición del gobierno estadounidense al gobierno mexicano se transmitió a los distintos grupos delincuenciales dedicados al tráfico ilegal de personas, brindándoles la confianza para poder operar con la certeza de que no serían perseguidos.

Invariablemente el concierto y acumulación de desaciertos, es precisamente lo que terminará por revelar el verdadero rostro de estos pseudo funcionarios.

¿Cuál será la planeación a partir de lo sucedido hace unos días respecto al tema migratorio?

Vamos, si ni siquiera sabemos si comprenden que se requiere de planeación para cualquier tema o acción de gobierno. En lugar de andar empíricamente de manera irresponsable y criminal, aprendiendo y gobernando al mismo tiempo.

Porque las personas que viajaban de manera ilegal dentro de la caja del trailer que se accidentó hace unos días, todas ellas migrantes, y tiene que ver con dos conceptos fundamentales: la moral y la globalización. Desafortunadamente, en ninguno de ellos parece que la 4T tiene mucho que decir.

Además, por más que pretendan distraer todas las mañanas en su habitual humareda matutina. Los mexicanos jamás olvidaremos, que los 55 migrantes muertos, son los muertos de Olga Sánchez Cordero, Marcelo Ebrard y por supuesto, de Andrés Manuel López Obrador.

Y no es pregunta.

POR MARTHA GUTIÉRREZ
ANALISTA EN COMUNICACIÓN POLÍTICA
@MARTHAGTZ