#MartesDeColumnas …REVOCACIÓN DE MANDATO PARA QUÉ? @VRubioMarquez
La consulta sobre revocación de mandato es una forma de exigencia de rendición de cuentas que tienen los ciudadanos sobre los servidores públicos, que puede implicar removerlos de su cargo, en caso de que éstos no cumplan adecuadamente con sus obligaciones. Entre los pocos países donde se encuentra regulada la revocación de mandato —Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela—, ésta se lleva a cabo en un momento distinto al de elecciones relevantes. Este aspecto es fundamental, ya que, de lo contrario, la figura presidencial puede incidir de manera ventajosa en el resto del proceso electoral, es decir, el Presidente en turno participa en las elecciones de manera antidemocrática, afectando el resto del proceso.
La Minuta sobre Revocación de Mandato (que implica un cambio a nuestra Constitución) que se aprobó el jueves 14 de marzo en la Cámara de Diputados, tiene varias características, de las cuales conviene destacar las siguientes: 1) Puede ser solicitada por el Presidente de la República, lo cual es un sinsentido, ya que la revocación, por antonomasia, debería ser requerida por otro poder o por los ciudadanos. Eso sería en efecto un contrapeso y no una validación del Presidente. 2) Señala que para que la consulta sea vinculante, deberán participar al menos 40% de quienes integran la lista nominal de electores (actualmente equivaldría a 34 millones 877 mil 34 personas), lo cual se antoja prácticamente imposible para una elección de medio término, considerando que los votantes de la última elección presidencial alcanzaron 56 millones 611 mil 27 personas; y 3) Establece que la consulta sobre revocación se realizará el mismo día de la jornada electoral federal en que se elijan gobernadores de 13 entidades federativas y los 500 diputados federales, lo cual significaría que el Presidente estaría en la competencia electoral apoyando implícitamente pero muy de facto, a las candidaturas locales y federales de su partido, generando una gran inequidad en la contienda.
La posición presidencial se elige desde 1928 en nuestro país por un periodo de seis años sin posibilidades de reelección. Esa es la máxima de nuestro sistema democrático. Si el Presidente lo hace bien, mal o regular, los costos del poder se verán reflejados en las elecciones de medio término, en su popularidad, en el apoyo que tenga del Congreso y otros actores para llevar a cabo su proyecto de gobierno, y ultimadamente, los ciudadanos lo premiarán o lo reprobarán, vía su partido en las próximas elecciones presidenciales. ¿Para qué queremos adelantar o acortar el mandato? El poder tiene beneficios pero también costos, y el más importante es el desgaste que implica gobernar, a eso se está sujeto. Es probable que esta misma semana se esté debatiendo en el Senado la minuta enviada por los diputados. Se percibe una sensible oposición al concepto de revocación de mandato dadas las preocupaciones descritas anteriormente, por lo que se prevén dos escenarios: 1) que se apruebe la modalidad de consulta sobre revocación, pero con modificaciones de fondo (como la de que no coincida con otras elecciones) o 2) que simplemente no se aprueben las modificaciones constitucionales que se están proponiendo. Veremos muy pronto el resultado.
SENADORA
@vrubiomarquez