MEXICANO DESATÓ TEORÍAS APOCALIPTICAS, SOBRE FÁTIMA / ANDRÉS BELTRAMO @sacroprofano

INTERNACIONAL, NACIONAL

image1 (13)CIUDAD DEL VATICANO, ROMA.- Una indiscreción inexplicable y un sacerdote mexicano. Bastaron esos dos ingredientes para alimentar la levadura del catastrofismo en torno a las apariciones de la Virgen en Fátima y, sobre todo, a los tres secretos revelados por María a los pastorcitos en Cova de Iria en 1917. A punto de cumplirse 100 años de aquellos místicos acontecimientos, la rocambolesca historia de Agustín Fuentes Anguiano vuelve a ser noticia.

“Los que defienden la supuesta existencia de una cuarta parte del secreto de Fátima usan mucho las afirmaciones de ese sacerdote”, aseguró Carlos Moreira Azevedo, actual delegado del Pontificio Consejo de la Cultura del Vaticano y presidente de la comisión encargada de editar todos los documentos referidos a las visiones de Fátima entre 1917 y 1930. Unos 15 tomos que incluyeron cartas, certificados, actas y artículos, a favor y en contra.

¿Qué relación tiene un clérigo mexicano con las manifestaciones de la Virgen en la aldea rural del centro portugués? “(Fuentes) era un estudioso de mariología que fue encargado de ser el postulador de la causa de los pastorcitos. Comenzó a hacer esta investigación a nombre de la diócesis de Fátima-Leiria y por eso tuvo acceso a Lucía”, explicó Moreira, en declaraciones al Vatican Insider.

Como “promotor romano” del proceso para la canonización de Francisco y Jacinta, el clérigo logró entrevistarse con la única vidente aún en vida, quien ya era monja, en el convento de Coimbra donde se encontraba recluida. El encuentro tuvo lugar el 26 de diciembre de 1957.

“Ella habló sobre el mensaje de Fátima, se entusiasmó y quizás hizo declaraciones un tanto excesivas, o no las hizo y Fuentes las inventó, eso no se sabe”, precisó Moreira Azevedo. Lo cierto es que, una vez de regreso en México, Fuentes Anguiano difundió su conversación con la vidente. Primero habló del tema en varias conferencias y, según una de las versiones publicadas en aquella época por una revista católica de Veracruz, habría dicho: “Dios va a castigar al mundo de manera terrible”.

Esas revelaciones, que presentaban “una visión apocalíptica sobre el fin del mundo” fueron “una sorpresa para todos” y tuvieron un gran eco en la prensa internacional, llegando a ser publicadas por medios portugueses en 1958.

Las reacciones fueron inmediatas. La diócesis de Coimbra desmintió al sacerdote mexicano, pero lo hizo con un comunicado sin firma, atribuido solamente a la “secretaría del obispo”, un detalle que despertó suspicacias. A partir de entonces, Lucía permaneció reservada y ya sólo se podía hablar con ella con autorización de por medio.

A Fuentes le revocaron su designación como postulador, pero él mantuvo sus declaraciones. Llegó incluso a publicar un artículo en la revista mexicana “Impacto” en el número 554 de su “edición internacional”, correspondiente al 4 de octubre de 1960 y cuyo ejemplar se vendía a 2.50 pesos. La “exclusiva” fue anunciada en portada bajo el título: “El milagro de Fátima. Un sacerdote mexicano relata su entrevista con sor Lucía, la única superviviente de los tres pastores visionarios”.

En mayo de ese mismo año, los arzobispos mexicanos de Guadalajara, José Garibi Rivera, y de Veracruz, Manuel Pío López, se habían visto obligados intervenir públicamente para acallar la creciente ansiedad popular. En un mensaje público habían exhortado a los fieles a considerar el mensaje de Nuestra Señora de Fátima como un mensaje de paz y no como un anuncio de acontecimientos aterradores para 1960 o para cualquier otro año.

Es que, 1960 era el año indicado expresamente por Lucía para la apertura de la tercera parte del secreto revelado por la Virgen a los tres pastorcitos durante sus visiones. Las dos primeras partes habían sido dadas a conocer en 1942. Con el acercarse de la fecha límite, las filtraciones de Fuentes alimentaron las especulaciones sobre escenarios catastróficos, supuestamente contenidos en la última parte del secreto.

“El Papa Juan XXIII no quiso dar a conocer el tercer secreto en 1960, como se había previsto, y esto fue un balde de agua fría para mucha gente. Pero no lo hizo porque no es fundamental para la vida de la gente, todo ya había sido dicho en el evangelio, solo que el secreto usa un lenguaje que actualiza el evangelio”, afirmó Moreira Azevedo.

Debieron pasar 40 años hasta la publicación definitiva de la tercera parte. Ni Pablo VI, ni Juan Pablo I quisieron hacerlo. Tocó a Juan Pablo II darlo a conocer en el año 2000. Finalmente se supo que el texto refería la escena de un hombre vestido de blanco, representación del Papa, que sube a una colina pasando por encima de los cuerpos de muchos mártires y, al llegar a los pies de una gran cruz, es asesinado por flechas y balas.

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Karol Wojtyla relacionó esa imagen con el atentado que él mismo sufrió el día de la fiesta de Fátima, el 13 de mayo de 1981, cuando recibió varios balazos disparados por el gatillero turco Mehmet Ali Agca. Pero esta publicación, definitiva para la Iglesia católica, no dejó satisfechos a quienes, durante décadas, cultivaron las versiones apocalípticas. Desde entonces, varios grupos sostienen que el Vaticano no dio a conocer completo el tercer secreto o directamente hablan de “cuarto secreto”.

“Quienes publicitan mucho los escritos de Fuentes son aquellos que defienden la supuesta existencia del cuarto secreto de Fátima, porque dicen que las palabras de Lucía en esa entrevista no coinciden con el tercer secreto difundido por voluntad del Papa Juan Pablo II. Pero esas son todas suposiciones”, explicó Carlos Moreira Azevedo.

“Estudiando para mi libro tomé contacto con este personaje del cual pocos hablan, antes no sabía mucho de él”, apuntó. La historia de Agustín Fuentes Anguiano es parte del más reciente libro de Moreira, apenas editado en Portugal y titulado “Fátima, de las visiones de los pastorcitos a la visión.

*PUBLICACIÓN DE lastampa.it

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