MEXICO A 100 AÑOS DE SU CONSTITUCION / GERARDO RUIZ ESPARZA
“La Constitución Mexicana es síntesis de nuestra historia y es el proyecto de Nación que, desde hace casi un siglo, nos une e identifica como mexicanos.” Enrique Peña Nieto.
Suele suceder que cuando un hecho del presente nos hace dudar, inevitablemente volvamos la mirada hacia el pasado en búsqueda de un fundamento o motivo donde abrevar fuerza y conocimiento para salir adelante. Afortunadamente somos una nación con una gran historia y que mejor ocasión que el Centenario de la Constitución Política Mexicana para hacer un breve repaso de lo mucho que los mexicanos hemos logrado en estos cien años.
La vigencia de nuestra Constitución reside en su capacidad de generar un mejor futuro, al permitir, como señaló Don Jesús Reyes Heroles, “que una meta alcanzada impulse a obtener otra y ésta exija llegar a nuevas metas”. Es así, que nuestra Carta Magna permite adecuarnos a la cambiante realidad nacional e internacional, sin perder nuestra identidad, valores, soberanía, pero sobre todo sin apartarnos de nuestro gran objetivo: lograr una mejor patria para todos los mexicanos. Razón por la cual el Presidente Enrique Peña Nieto, ha expresado que la Constitución es “nuestra brújula y nuestro faro” en la construcción y consolidación de la nación mexicana.
Bajo el amparo de nuestra Constitución, a lo largo de un siglo el país se transforma y avanza hacia el México moderno, incluyente y próspero que los constituyentes de 1917 soñaron. A partir de ese histórico año hemos alcanzado relevantes logros como por ejemplo el derecho de la mujer al voto, el ejercicio de los derechos sociales plasmados en sus letras, así como sucesivas reformas electorales que han fortalecido nuestra democracia.
También destaca la autonomía de las universidades e instituciones de educación superior y la del Banco Central; la rectoría del Estado en la planeación democrática del desarrollo nacional; el fortalecimiento del federalismo y, sin duda, haber elevado a rango constitucional la protección de los Derechos Humanos, entre otros grandes avances.
La capacidad de la transformación y modernización de nuestra Constitución a lo largo de los años ha permitido adaptar su contenido a nuevas realidades y necesidades. Bajo esta óptica, durante el actual gobierno se ha dado la mayor cantidad de reformas constitucionales en un sexenio, a fin de poner en sintonía al país con las nuevas condiciones que impone el siglo XXI. Se trata de cambios estructurales de gran calado que lideró y concretó el presidente Peña Nieto, los cuales permitirán al país desarrollar su gran potencial y que los beneficios que se derivan de ellas se vean reflejados en un mayor bienestar para las familias mexicanas. Las once reformas estructurales derriban barreras que por décadas limitaron el crecimiento de México.
A partir de estas transformaciones hoy nuestro país está mejor preparado para salir adelante. Prueba de ello son los avances y beneficios que estos cambios ya están generando. Así lo demuestran datos como que, en los cuatro años de esta administración la Inversión Extranjera Directa es de casi 135 mil millones de dólares, 50% más que la registrada en el mismo periodo del gobierno anterior. Este relevante monto de inversión refleja la confianza de los inversionistas en las reformas emprendidas y, lo más importante, es inversión productiva que genera empleos.
Tan sólo en febrero de este año se crearon más de 154 mil empleos formales, el mayor incremento reportado para un mes de febrero. En estos cuatro años se han generado 2.6 millones de empleos, la cifra más alta registrada en cualquier administración y mayor a todos los empleos generados y sumados en los pasados cuatro sexenios.
Nuestro mercado interno refleja confianza. En diciembre de 2016, de acuerdo al INEGI, el consumo privado creció 4% por segundo año consecutivo. Este nivel de consumo se debe, entre otros factores, a una mejora en el ingreso de los mexicanos. De acuerdo al Banco de México, en estos cuatro años el salario mínimo ha tenido una recuperación de poder de compra de 13.5%.
En materia educativa hoy México tiene el quinto sistema más grande del mundo, con cobertura universal en primaria y secundaria, del 80% en educación media superior y de casi 40% en superior. Además, este gobierno ha reducido la brecha alimentaria, hoy de acuerdo al Coneval un millón de personas más tienen acceso a una alimentación sana.
Por lo que se refiere a los sectores productivos, también hay buenas noticias. En turismo México volvió a ubicarse dentro del selecto club de los 10 destinos más visitados en el mundo, ocupando el noveno lugar. Tan sólo en 2016 el arribo de 35 millones de turistas representó la entrada de 6 mil 830 millones de dólares más que en 2012.
En producción agrícola por primera vez en 20 años contamos con un superávit que representa más de 35 mil millones de dólares. En el mercado eléctrico mayorista hay más empresas participando y han comprometido inversiones de seis mil millones de dólares, mientras que en el ámbito energético se han concretado ya inversiones de más de 40 mil millones de dólares para la explotación de campos petroleros.
La Reforma Constitucional de Telecomunicaciones y de Radiodifusión en un breve lapso ha permitido a México transitar hacia nuevas condiciones de más competencia, más conectividad, mejores servicios y menores precios en beneficio de las familias mexicanas. La reforma otorga mejoras tangibles e inmediatas que impulsan el desarrollo del país, aumentan la calidad de vida de las familias y marcan la ruta para que el desarrollo de las telecomunicaciones en México no sólo recupere el camino perdido, sino ponga al país a la vanguardia. Tan sólo de 2012 a 2015 el número de usuarios de Internet se ha incrementado en 53% al pasar de 41 a 62 millones de usuarios y el costo promedio de los servicios de telecomunicaciones ha disminuido 43%.
Con la Red Compartida, una red de telecomunicaciones de última generación, se ofrecerá cobertura 4G a más de 100 millones de mexicanos y brindará servicios móviles con la más alta tecnología para llevar voz, datos y video de máxima calidad a precios accesibles a todo el país, incluyendo poblaciones que no son cubiertas por las redes de los operadores actuales. Es de destacar que la inversión comprometida en esta estratégica red es de más de 7 mil millones de dólares.
Estos son sólo algunos indicadores de cómo estamos avanzando, de que vamos en la ruta correcta, en unidad, a la luz de nuestro gran faro que es nuestra Constitución, con diálogo y con acuerdos caminando juntos sociedad y gobierno.
Sin duda, aún falta mucho por hacer pero lo cierto es que nos sobran motivos para seguir creyendo en México.
COLUMNA PUBLICADA EN: El Financiero – Opinión – Secretario de Comunicaciones y Transportes