MIRADA GLOBAL / VIERNES NEGRO EN MINATITLÁN #MartesDeColumnas @patybetaza @Mujer_esMas

NACIONAL, POLÍTICA

La violencia tuvo su máxima expresión el Viernes Santo en Minatitlán, Veracruz. Porquedesde hace más de una década los municipios del sur veracruzano se han hundido entre secuestros, extorsiones, impunidad y desempleo y todo lo que conlleva a la desgracia. A los asesinos no les importó descargar sus armas contra mujeres, hombres y un niño. “Ya no se miden contra nada, no hay perdón de Dios que no respetaron ni el Viernes Santo”, me dice uno de mis amigos de infancia con quien mantengo contacto permanente. “Paty el día termina a la 7 de la noche. Esto es vivir en terror permanente”.

Otro más me cuenta que negocio que abre, no dura ni 3 meses abierto. “De inmediato le caen encima los delincuentes para cobrarles el derecho de piso”. “Bueno, hasta el que vende jugos o tamales, tiene que caerse con algo”. “Esto ya no es vida”. Mira, tenemos que custodiar a nuestros hijos e hijas ya desconfiamos de todo mundo. Nos damos cuenta que algo pasa cuando vemos que alguna familia se encierra en su casa y ya de un día para otro no sale”.

Hace unas dos décadas las zona del sur de Veracruz, era considerada de las más prósperas del país. La “zona petrolera” permitía el ingreso per cápita más alto. Reunía mucha población flotante de todo el país e inmigrantes centroamericanos que iban hacia los Estados Unidos. En el boom petrolero -allá por los 80- cuando Joaquín Hernández Galicia , era “La Quina” y llegaba a “Mina” o “Coatza”, lo hacía con un séquito de guaruras. Éramos unos jovencitos que nos sorprendía la llegada de tanto auto polarizado en caravana “cuidando” a líder petrolero. Era una especie de jeque árabe. Restaurante al que iba dejaba mucha propina. En esa época desde los mercados municipales hasta los comercios en las principales calles, estaban siempre llenos de gente. La vida entre esos dos municipios prácticamente era una. No había fiesta en Mina que no terminara en las playas de Coatza o reventón en Coatza que no terminara en Mina, a cualquier hora de la noche o madrugada. Desde Acayucan hasta Coatzacoalcos, pasando por Jáltipan y Cosoleacaque, los traslados entre las personas eran frecuentes y ocurrían en cualquier hora del día. Ahora me dicen, salir de noche es jugarte prácticamente la vida. “No sabes con qué o con quiénes te vas a encontrar”.

Muchos salimos de Mina para estudiar en la Ciudad de México u otros lugares de la república pero dejamos familiares y amigos. Gracias a ellos hemos estado siempre en contacto con la realidad de esos municipios sureños. Hemos sabido cómo se vinieron abajo al igual que la industria petrolera. Aunque codo a codo con la pobreza ancestral,se vivió la prosperidad relacionada con el petróleo misma que se fue perdiendo poco a poco al mismo tiempo que el crimen organizado fue permeando hasta convertirlos en escenarios de violencia.

Dicen que el Viernes Santo era el festejo de los 52 años de una mujer. Una fiesta muy colorida como las que se acostumbran en esa zona, donde las mujeres visten trajes típicos de Oaxaca, las “paisanas”. Y cuando los criminales perseguían a la Becky, simplemente descargaron sus armas. El saldo: catorce muertos –siete de los cuales recibieron el tiro de gracia- y varios heridos. Y tras la tragedia, los reclamos de los ciudadanos por seguridad, porque tienen razón: las cifras oficiales marcan que ha habido un incremento de la violencia en el país en el primer trimestre del año.Minatitlán vivió probablemente el Viernes Santo más violento de su historia. Minatitlán es el rostro descompuesto de Veracruz. El estado ha visto pasar al PRI cuya máxima corrupción la tuvo con Duarte, luego al PAN con Yunes y actualmente Morena con Cuitláhuac García. Muy poco tiempo sí, para ver cambios. Pero muy fácil culpar al pasado de todos los males. Demasiado fácil y demasiado triste. Hace falta que el “cochinero” que dejaron comiencen a barrerlo. De lo contrario, mucho ruido y muchos muertos.

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