MITOS Y LEYENDAS FEMINISTAS: LAS BRUJAS DEL MAR / FABIOLA DÍAZ DE LEÓN ESCUELA DE SEÑORITAS #JuevesDeMasColumnas @escdesenoritas

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

El Paro fue una iniciativa que replicó de modelos Europeos el Feminismo mexicano, y que Las Brujas del Mar colaboraron con el diseño de la imagen que muestro y que todxs replicamos hasta hacerlo masivo. Adjudicar su origen a un grupo o colectiva o persona es muy relativo, se siguió un modelo tanto español como de los países nórdicos; ya anteriormente se había propuesto semejante acción alrededor del 8M, pero nunca antes había concentrado tanto impulso por cuestiones obvias: el Estado no reconoce al feminismo ni a las miles de víctimas de feminicidio y minimiza y re victimiza a mujeres e infancias violentadas.

Las Brujas del Mar se pueden adjudicar el afiche, pero no el paro del 9M, porque hasta su vocera Arussi Unda no me puede desmentir al mencionar que una de las postulantes de la medida, en acuerdo con las colectivas, fue la destacada Vanessa Bauche, quien tampoco se denomina la creadora de dicha movilización.

De hecho su reclamo de haber iniciado el 9M le valió a Arussi Unda un fuerte ataque por parte de otra de sus compas de Las Brujas del Mar que consiguió acceso a respaldos electrónicos de ella para difundir fotos de la vocera con personalidades Panistas, partido al que su familia apoya y que ella, por presiones familiares o no, tuvo que asistir a eventos de corte Calderonista. La leyenda urbana o no, la relaciona con historias que van desde una participación partidista con la derecha panista hasta a supuestos alegatos que la ubican dentro de marcos más complejos del corte de la trata y los abusos sexuales con figuras de poder. Cierto o no, sufrió los embates del Estado por haber reclamado la primera voz del 9M. Pagó por su auto proclamada iniciativa. Muy entre comillas.

Ahora Arussi es nombrada una de las voces más influyentes en el feminismo y ahí es donde yo levanto sólo mi voz, desde la primera persona, para cuestionar el uso que ha hecho del capital mediático que ha recopilado a partir del Paro de Mujeres del 9M 2020 y ponerlo al servicio de discursos separatistas y transodiantes. Cuestiono que use su capital que no es del feminismo sino de su colectiva, para apoyar y coordinar ataques a personas trans y no binaries. El feminismo (el que sea) tiene un enemigo común que es el patriarcado y no grupos vulnerables que sufren tanta o más violencia que las mujeres mismas y las infancias. El feminismo tiene que ser un movimiento que promueva la defensa de las les y los vulnerables en general, la escisión entre cisgénero o transgénero o no binaries entran en esta clasificación. El feminismo surge para levantar al caído, al oprimido, al sometido género femenino, no para cuestionar quién puede o no pertenecer al feminismo; existen tantos feminismos como personas que se abanderen en él. Los discursos de odio y las paranoias donde una mujer u hombre que va más allá de los límites de su origen biológico impuesto no le quita nada al feminismo, el transfeminismo es tan válido como cualquier otro. Yo le recuerdo que el privilegio del que goza ahora no está amenazado por las poblaciones sexo divergentes y que usarlo para agredir, acosar, difundir odio y exclusión es simple y llanamente inaceptable. Porque la lucha no es entre nosotras ni con les otres, es por lograr una igualdad de derechos universales que reconozcan sociedades y estados. Privados y públicos. La Ley Agnes en Puebla que brindaría personalidad jurídica a las poblaciones sexodivergentes de esa entidad es una deuda social e histórica con la diversidad y el feminismo. Agnes Torres, que da nombre a la Ley, fue una activista y profesionista cuya pérdida por transfeminicidio nos lastima y duele para siempre. El campo de batalla entre “radicales” trans escluyentes feministas es una batalla que resta a la guerra que el feminismo va a ganar. La guerra por la igualdad de derechos para tod@s.

La unidad es fuerza, la división es derrota. El 9M triunfó por la unidad. Enarbolar desde Las Brujas del Mar la división es involutivo para los fines del feminismo en sí. No somos omniscientes y podemos conocer todos los casos y seres que formamos este mundo que es más fallido que acertado. Podemos filtrar nuestras batallas y yo desde mi trinchera digo NO a la fragmentación para excluir a les sexo divergentes, es anticonstitucional y es violencia. Tanto los grupos radicales de puebla, como Las Brujas del Mar como el movimiento LGB tienen toda la libertad de hacer lo que quieran, yo en lo personal creo que dividir el feminismo o la diversidad sexo genérica y sexo divergente resta más de lo que suma y consume energía, tiempo y recursos que se deberían usar para crear bloques completos, congruentes con el artículo primero de la Constitución vigente en México y si de luchar batallas se trata usaré (aun bajo el riesgo de desgastarme en ello) mis recursos y espacios para acoger iniciativas como la Ley Agnes, arropar y cobijar a personas trans del género que hayan escogido o a las no binaries que pueden ir por la vida oscilando entre uno u otro espectro genérico como les pegue la gana. No es ideología, es justicia y el Estado está obligado a proveerla por igual.

Invito a las colectivas que se desgastan en atacar poblaciones vulnerables a encausar sus esfuerzos en apoyar a quienes gusten en cosas y temas que sumen y no resten. Entre más alta es la torre que nos encumbra más mortal es la caída. Hay que hacer un bloque, un frente común que sea más grande que el patriarcado y no ser patriarcales entre nosotras. Repudio los ataques a voces como la de @laurelyeye y a las que impulsan la Ley Agnes en Puebla. Yo digo #LeyAgnes YA.