MONREAL, EL GRAN NEGOCIADOR @MARTHAGTZ #JuevesDeMasColumnas
En 11 meses ha mostrado en el Senado de la República un profundo desconocimiento del Derecho, no ser un político profesional, respetuoso del Estado de Derecho, ni un hombre de palabra, con lealtades y causas
El historial político de Ricardo Monreal es largo. Ha transitado por el PRI, PRD, MC, PT y Morena. En todos, salvo en el PRI, fue el principal beneficiario de ser oposición: ha acumulado dinero, cargos, fuero, decenas de propiedades, colocado a sus familiares en la política nacional, estatal y municipal; pero, sobre todo, es un gran negociador de las derrotas que lo han acompañado a lo largo de su vida. La excepción: su acercamiento a AMLO, quien lo hizo ganar en 2018 como al 99% de Morena.
Jamás ha tenido que acreditar capacidad, formación, talento o pericia. A la oposición en México se le permitió tener este tipo de personajes.
En la Delegación Cuauhtémoc desempeñó una administración llena de cuestionamientos, escándalos y operaciones dudosas que nunca fueron aclaradas; simuló una precandidatura a la Jefatura de Gobierno, y operó en contra de la actual jefa de Gobierno.
¿Pero, qué ha pasado ahora que es gobierno (líder de la mayoría en el Senado) y requiere demostrar capacidad y talento?
En 11 meses ha mostrado en el Senado de la República un profundo desconocimiento del Derecho, no ser un político profesional, respetuoso del Estado de Derecho, ni un hombre de palabra, con lealtades y causas. Dos ejemplos recientes lo demuestran:
1. La elección de la presidenta de la CNDH violó todo procedimiento parlamentario posible, desconoció la Constitución Federal al permitir el incumplimiento doloso de los requisitos para ser titular de ese órgano, intentó reponer el procedimiento, cuándo calculó que perdería la votación, (en sus propias palabras) chicaneó.
2. Amenaza con juicio político y destitución de gobernadores por desconocer las resoluciones de la presidenta de la CNDH. Al parecer no conoce ni ha leído la Constitución. El Senado tiene facultades limitadas y no para destituir. Sí para declarar desaparición de poderes y restituir el Estado de Derecho, muy distinto a lo que él pretende, y sobre todo, para su información, el juicio político es presentado, tramitado y resuelto, primero, por la Cámara de Diputados.
El senador desconoce la naturaleza de las resoluciones de la CNDH, la oposición que pueden tener a ellas las autoridades recomendadas siempre y cuando funden y motiven la causa, la responsabilidad de los servidores públicos en terminos del 108 constitucional.
Y, principalmente, desconoce su posición, la naturaleza jurídica y política de su encargo, el deber de mantener unidad, coherencia y sobre todo respeto (lo que aún le queda a esa institución), como para que primero explique sus atropellos e ineptitud, y ponga por delante al Senado de la República.
La crisis democrática también se refleja en el desdén y falta de compromiso de los representantes populares con sus representados. Deberían defender los intereses de la población y los estados, no los personales.
Ese concepto de representación, hoy vacío, con Monreal se hace cada vez más profundo. La ineptitud sale cara, y tal parece no hay manera de evitarla.
POR MARTHA GUTIÉRREZ
ANALISTA EN COMUNICACIÓN POLÍTICA
@MARTHAGTZ