MUERTE MATERNA Y PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2025-2030 #Domingueando @ectorjaime EN @periodicoam

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

“Cada muerte materna es evitable. Hagamos de la salud materna una prioridad nacional”

La muerte de una madre es una tragedia que trasciende lo individual y afecta profundamente a familias y comunidades enteras. Como médico e investigador, me preocupa enormemente que en México sigamos enfrentando este grave problema de salud pública, especialmente cuando afecta a niñas y adolescentes o a mujeres mayores de 45 años.

Los datos recientes son alarmantes. Después de años de avances, la razón de mortalidad materna en nuestro país aumentó de 48.7 muertes por cada 100,000 nacidos vivos en 2019 a 72.4 en 2021. Esto representa un retroceso de más de tres décadas, llevándonos a niveles que no veíamos desde 1990.

Lo más preocupante es que muchas de estas muertes son evitables con atención médica oportuna y de calidad. Las principales causas siguen siendo la hemorragia obstétrica (18%), los trastornos hipertensivos del embarazo (13%)c y el aborto (8%). Además, persisten enormes desigualdades: las mujeres indígenas, de zonas rurales y de escasos recursos enfrentan un riesgo mucho mayor.

La pandemia de COVID-19 sin duda agravó la situación al limitar el acceso a servicios de salud materna. Sin embargo, los problemas son más profundos y estructurales. Nuestro sistema de salud fragmentado no ha logrado garantizar una cobertura universal efectiva de atención obstétrica de emergencia.

Frente a este panorama, espero que el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 presentado ayer (al escribir esta columna aún no se ha presentado) priorice acciones concretas para reducir la mortalidad materna como: Fortalecer la atención primaria y los servicios de planificación familiar, especialmente para adolescentes; mejorar la calidad de la atención prenatal, del parto y posparto, con énfasis en la detección oportuna de complicaciones; garantizar el acceso universal a atención obstétrica de emergencia las 24 horas en cualquier institución; capacitar continuamente al personal de salud en la atención de emergencias obstétricas; implementar un sistema eficiente de referencia y contrarreferencia entre niveles de atención; promover la participación de parteras profesionales en zonas rurales e indígenas; combatir la discriminación y violencia obstétrica en los servicios de salud; y mejorar los sistemas de vigilancia epidemiológica de la mortalidad materna

Es fundamental también abordar los determinantes sociales de la salud materna, como la pobreza, la desigualdad de género y la falta de educación. Necesitamos políticas intersectoriales que empoderen a las mujeres y mejoren sus condiciones de vida.

La experiencia internacional demuestra que es posible reducir drásticamente la mortalidad materna con intervenciones costo-efectivas. Países como Chile, Costa Rica y Uruguay han logrado tasas por debajo de 20 muertes por 100,000 nacidos vivos. México tiene el potencial de alcanzar niveles similares si existe voluntad política y se asignan los recursos necesarios.

Cada muerte materna es una tragedia inaceptable que nos interpela como sociedad. Detrás de las frías estadísticas hay historias de vidas truncadas y familias devastadas. No podemos seguir normalizando estas muertes evitables.

El derecho a una maternidad segura debe ser una prioridad nacional. Tenemos los conocimientos y la capacidad para prevenir estas muertes. Lo que se requiere es un compromiso decidido de todos los sectores: gobierno, profesionales de la salud, academia y sociedad civil.

Hagamos de la reducción de la mortalidad materna un indicador clave del desarrollo y la justicia social en México. Nuestras madres, hermanas e hijas merecen dar a luz sin poner en riesgo sus vidas. Es hora de pasar de las buenas intenciones a las acciones concretas que salven vidas. El futuro de muchas familias mexicanas depende de ello.

Numeralia proveniente de las defunciones maternas 2024. Las entidades con mayor mortalidad fueron Estado de México 52, Jalisco 48, Chiapas 41, Guerrero 35 y Veracruz con 31. Las de menor fueron Aguascalientes y Baja California Sur con 2, Colima 3, Nayarit y San Luis Potosí con 4. En nuestro Guanajuato ocurrieron 17 defunciones. Cada muerte materna debe estudiarse y analizar las causas y proponer soluciones para impedir vulevan a ocurrir.

Estimados lectortes, el Plan Nacional de Desarrollo (PND) es el documento rector que establece los objetivos, estrategias y prioridades del gobierno federal para impulsar el desarrollo integral y sostenible de México durante un sexenio. Sirve como guía para orientar las políticas públicas, programas y acciones de todas las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal.

Para lograr su cometido, el PND debe vincularse estrechamente con el proceso de presupuestación. Esto implica el alinear las estructuras programáticas del Presupuesto de Egresos con los objetivos y estrategias del PND; asignar recursos a programas presupuestarios que contribuyan directamente al cumplimiento de las metas establecidas en el Plan; establecer indicadores de desempeño que permitan evaluar el avance en el logro de los objetivos del PND; y realizar evaluaciones periódicas para medir la eficacia de los programas y, en su caso, reorientar el gasto público hacia las prioridades nacionales. La próxima semana les presentaré avances del estudio hecho al PND presentado.