NADA QUE CONMUEVA Y TODOS SE DAN POR GANADORES: PRIMER DEBATE E.M.

NACIONAL, POLÍTICA

image7TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO.- En el primero de dos debates organizados por el Instituto Electoral del Estado de México prevalecieron las imputaciones de corrupción. Desde amigos que hacen negocios con el gobierno estatal en turno hasta la acusación de la panista Josefina Vázquez Mota a Delfina Gómez, de Morena, de haber robado 10 por ciento del salario de los trabajadores de Texcoco cuando fue presidenta municipal para financiar a su partido. Eso se castiga con cárcel, sentenció.

“El salario es lo más sagrado para las familias y tú se los robaste –le espetó Vázquez Mota–. Esperamos tu explicación, no sólo yo, sino las familias a las que privaste de sus ingresos”. Pero la explicación nunca llegó. Delfina Gómez no cayó en la provocación y en su intervención final dijo que si la atacaban era porque su campaña iba “superrequetebién”.

Fueron 90 minutos de ataques y lamentos por la inseguridad y pobreza que padece el estado de México. Noventa minutos en que seis candidatos a la gubernatura ofrecieron, sólo por encima, recetas para curar los males.

Nadie se salvó de acusaciones, salvo la independiente Teresa Castell, quien aprovechó su inexistente carrera política para denostar cuanto han hecho los partidos y sus gobiernos, sin recibir siquiera una mirada de sus oponentes.

Resbalones iniciales

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Los yerros caracterizaron los primeros minutos del debate. Primero, el moderador Javier Solórzano se equivocó al dar el primer tuno a Delfina Gómez cuando el sorteo favoreció a Vázquez Mota. Tras unos segundos, Solórzano Zinser corrigió y dio la palabra a la panista.

Al inicio, Delfina Gómez dijo por error que como diputada federal había aprobado el gasolinazo. En una segunda intervención aclaró que no fue así.

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En el debate se abordaron tres temas: seguridad, corrupción y combate a la pobreza.

Juan Zepeda, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Óscar González, del Partido del Trabajo (PT) lamentaron que los policías sean enviados a cuidar plazas comerciales y casas de políticos en lugar de proteger a los ciudadanos; Vázquez Mota consideró que la inseguridad se resolverá generando empleos, y Gómez apostó por reconstruir el tejido social y dar a los jóvenes espacios culturales, deportivos y de esparcimiento.

El priísta Alfredo Del Mazo reconoció que la delincuencia es uno de los grandes pendientes del actual gobierno estatal. Señaló que resolverá el problema con firmeza y aseguró que ninguno de sus contendientes tenía la capacidad ni la experiencia para resolver los problemas del estado.

Apoyado con unas gráficas, apuntó que la alternancia no es el remedio contra la inseguridad, pues en los gobiernos surgidos de otras fuerzas, principalmente del Partido Acción Nacional (PAN), los índices delincuenciales se han disparado hasta en 200 por ciento.

Vino el tema de la corrupción y todos apuntaron sus armas hacia el PRI. Salieron a relucir los casos de OHL y Grupo Higa, y sus relaciones con los gobiernos priístas.

Vázquez Mota prometió acabar con la economía del compadrazgo que ha propiciado grandes negocios entre empresas y políticos. En tanto, Juan Zepeda, del PRD, aseguró que revertirá las concesiones que se hayan asignado a estas empresas y que las carreteras mexiquenses quedarán libres de peajes.

Óscar González, del PT, se dijo el más honesto de los candidatos y ofreció meter a la cárcel al gobernador Eruviel Ávila, por lo que se ha robado y al presidente Enrique Peña Nieto, por la situación en que dejó al estado de México.

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En su oportunidad, Del Mazo ofreció transparentar todas las licitaciones y contratos de obra que realice su gestión, y de paso atacó a Delfina Gómez y la incongruencia de Morena, pues mientras habla de austeridad, gastaste siete veces más que el resto en precampaña, y mientras habla de honestidad se descubre a una diputada de ese partido recibiendo dinero en efectivo de procedencia desconocida.

El tercer bloque se dedicó al tema de desarrollo social. La panista y la candidata de Morena aseguraron que los gobiernos estatal y federal amenazan con quitar diversos subsidios si pierde el PRI. Del Mazo reviró que la oposición pretende desaparecer programas sociales y que él pugnará por ampliarlos.

Zepeda prometió llevar dichos apoyos a rango de ley para que ya no sean condicionados; Delfina Gómez planteó duplicar la pensión para adultos mayores y hacerla universal, y Vázquez Mota aseguró que se pagará una mensualidad a las abuelas que cuiden a sus nietos. El priísta habló del salario rosa para las amas de casa y la independiente Castell demandó acabar con el asistencialismo para dar paso a una verdadera política social.

En el cierre, la panista aseguró que la alternancia está más cerca que nunca en el estado de México y llamó a decir fuera el PRI. El petista Óscar González retó a los candidatos a firmar un compromiso para dejar el cargo si en dos años no cumplen sus promesas, reto que sólo aceptó Delfina Gómez, quien reiteró que los ataques que recibió durante el debate se debe a lo bien que va su campaña y a que algunos están desesperados porque saben que se van a ir luego de 80 años de mal gobierno.

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El petista sostuvo que a sus contrincantes no les interesa el estado, que al gobernador Eruviel Ávila le interesa un triunfo del PRI para buscar su postulación a la Presidencia de la República, y al presidente Enrique Peña Nieto para tener un lugar donde refugiarse cuando deje el cargo. Asimismo, señaló que para el PAN y Morena la entidad es sólo el paso necesario para ganar las elecciones en 2018.

Al finalizar el debate, los candidatos de PRI, PAN y PRD rentaron salones de hoteles contiguos al IEEM para declararse ganadores del debate, mientras el petista Óscar González celebró con una banda musical fuera del instituto.

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