NO CESA MUERTE Y VIOLENCIA EN NICARAGUA
El número de muertos en las protestas contra el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua superó este sábado el medio centenar, mientras las calles principales en algunas ciudades fueron escenario de batallas entre la población y la Policía Nacional.
Más de 10 ciudades fueron escenarios de fuertes enfrentamientos entre manifestantes y la Policía Nacional, en al menos 8 departamentos (provincias) del norte, centro y Pacífico de Nicaragua.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) reportó este sábado la muerte de al menos 54 personas durante 25 días de manifestaciones, la mayoría entre el 18 y el 22 de abril pasado.
Ante la escalada de protestas y muertes, el ejército de Nicaragua hizo un llamado a “detener la violencia” y acciones desestabilizadoras en el marco de protestas antigubernamentales.
“Somos el pueblo mismo uniformado, trabajando en su propio beneficio y consecuentes con esto, hacemos un llamado a detener la violencia y acciones que nos desestabilizan”, afirma el comunicado.
En el mismo tono, la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) también pidió el cese de la violencia.
“Nos duelen profundamente los hechos de violencia y confrontación que se están dando en diversos lugares del país, particularmente en Masaya, causando heridos y muerte. Pedimos que cese todo tipo de violencia”, señaló la CEN en un comunicado.
Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, llamó este sábdo “ponerle fin a la muerte”.
Ortega, quien suele dirigirse a la población con extensos y redundantes discursos emitidos en vivo, se limitó esta vez a leer un corto comunicado, en el que llamó a “poner fin a la muerte y la destrucción. Que no se siga derramando sangre de hermanos”.
El llamado del presidente nicaragüense ocurrió mientras la población de la ciudad de Masaya, ubicada a 32 kilómetros al sureste de Managua, mantenía un combate de más de 14 horas contra la Policía Nacional, la oficialista Juventud Sandinista y grupos de choque afines a Ortega, que son conocidos como “turbas”.
“La paz es el camino y la única puerta a la convivencia y el respeto para la tranquilidad y seguridad de todos. Le pedimos a Dios nos dé la fortaleza para alcanzarla”, agregó el mandatario.
El mensaje de Ortega no tuvo efecto entre los manifestantes ni la Policía, y tampoco fue bien visto en la población nicaragüense, que utilizó las redes sociales para increparlo, pues lo acusan de ordenar una “masacre estudiantil”, ya que la mayoría de las víctimas eran estudiantes universitarios.
Los departamentos donde se registraron los mayores enfrentamientos fueron Chinandega, Granada, León, Managua, Masaya y Rivas en el Pacífico, así como Estelí y Matagalpaen el norte.
En la ciudad de Masaya la batalla entre la población y la Policía Nacional se extendió por más de 12 horas, en una lucha dispar, ya que las piedras y morteros artesanales de los vecinos no eran suficiente ante las ráfagas de tiros de los agentes, quienes estaban reforzados con la oficialista Juventud Sandinista y fuerzas de choque del Gobierno, conocidas como “turbas”.
La Universidad Centroamericana (UCA), administrada por los jesuitas, llamó hoy a la comunidad universitaria de Nicaragua a defender “la vida de los estudiantes”, una parte de los cuales se encuentra atrincherado en campus estatales, por temor a represalias, y que todas las noches asediada por las fuerzas del Gobierno.
Una pareja de padres de familia del Colegio Alemán Nicaragüense fue arrestada hoy en Managua, un día después de que los alumnos de dicho centro, donde estudian los nietos del presidente Daniel Ortega, se sumaron a las protestas contra el gobernante.
Aunque el ciudadano alemán Karsten Meier, y su esposa nicaragüense Eudelia Morgan, fueron liberados más tarde, las razones del arresto quedaron en secreto.
Mientras, cientos de estudiantes de medicina de diferentes universidades de Nicaragua marcharon hoy en apoyo a los compañeros de estudios que les fue negada la atención en hospitales, tras resultar heridos cuando protestaban.
“La salud es un derecho, no un regalo de tu Gobierno” y “Daniel, no matés el futuro de Nicaragua”, eran algunos de los letreros que podían leerse en medio de la manifestación.
Los futuros médicos también gritaban consignas como “¡No eran delincuentes, eran estudiantes!” o “¡Que vivan los estudiantes!”.
Nicaragua cumplió este sábado 25 días de una crisis, provocada por multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Ortega, que comenzaron con protestas en rechazo a unas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a las víctimas mortales de los actos de represión.
Ortega ahora tiene dos días para demostrar “signos creíbles de su voluntad” para participar en un diálogo nacional, conforme el plazo dado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), antes de anunciar si continúa siendo mediadora en eventuales acuerdos.