PARA CONTAR / ¿LENIA O YASMÍN? #MartesDeColumnas @zarateaz1

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Una vez que la Corte se ha replegado, sobre todo porque jurídicamente ya nada puede hacer para descarrilar la elección de juzgadores, la organización del proceso avanzará como estaba previsto.

Cada vez más se hablará de los y las aspirantes a jueces, juezas, magistrados, magistradas, ministros y ministras.
Hasta ahora, para presidir la Suprema Corte son mencionados los nombres de Lenia Batres Guadarrama y Yasmín Esquivel Mossa.

Con la reforma judicial, el número de lugares en el Alto Tribunal se redujo de once a nueve ministros y ministras.
Por razones de paridad, cinco serán ministras y cuatro ministros.

Lenía y Yasmín tendrían que, en primer lugar, obtener el mayor número de votos para asegurar uno de esos cuatro lugares.

La que obtuviera más votos, presidiría la Corte.

No es tan simple, porque también los varones y las otras mujeres que buscan un lugar en la Corte, van a querer llegar a presidirla.

Se habla de Lenia y Yasmín porque ambas han dejado trascender su interés por el principal cargo.

Yamín ya buscó ocuparlo. Se quedó en el camino cuando la mayoría de los votos de los propios ministros y ministras favorecieron a Norma Piña, quien, para infortunio del poder judicial, quedó muy lejos de las expectativas que dentro del mismo sistema de justicia se hicieron sobre su ascenso.

La aspiración de Yasmín se vio afectada por el escándalo derivado de la acusación de haber plagiado la tesis. Asunto que todavía quedó en suspenso porque el Comité de Ética de la UNAM, por disposiciones legales, ya no pudo hacer público el resultado de su investigación.

También, antes de llegar a la Corte, se le cuestionó por supuestos conflictos de interés, por el hecho de que su esposo el empresario constructor José María Riobóo había trabajado para los gobiernos de Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México.

Al margen de ello, la ministra Esquivel Mossa ha demostrado capacidad como juzgadora, por la moderación de sus actos, por su experiencia en el sistema de justicia y el dominio que tiene de las leyes.

Su compañera Lenia Batres, llamada “ministra del pueblo”, llegó a la Corte cuando Bertha Alcalde declinó su aspiración. El entonces presidente López Obrador no tuvo que decidir entre las dos. Se dejó que la designación la hiciera el titular del Ejecutivo porque en el Senado ninguna había alcanzado la mayoría calificada.

Lo que más se le critica a Lenia es que sus hermanos Martín y Valentina también trabajan en el servicio público. El primero como director general del ISSSTE y la segunda como legisladora local en la CDMX.

Sin embargo, no hay nepotismo. En primer lugar, cada uno tiene su propia trayectoria. Segundo, no laboran para la misma institución.

Lenia también es vista como una juzgadora inflexible, dura, congruente y firme en sus convicciones. No dudó en bajarse el sueldo (la única en la Corte) de manera voluntaria para cumplir con el precepto constitucional que obliga a todas y todos los servidores públicos a tener un ingreso menor al del presidente.

De igual manera renunció al seguro de gastos médicos mayores y optó por atenderse en hospitales del ISSSTE, donde le corresponde.

Lenia, como activista y jurista, ha tenido oportunidad de trabajar cerca de la Doctora Claudia Sheinbaum, antes de que ésta ganara la elección presidencial.

La presidencia de la SCJN dependerá de quien obtenga más votos, del alcance de sus respectivas campañas electorales.

Por lo pronto, aparecen en primera línea Lenia y Yasmín.
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