PASIÓN POR CORRER / META CUMPLIDA #MartesDeColumnas @ayalaross1 en @elheraldo_mx
Fue el último maratón de este sexenio, la última de las seis medallas coleccionables, y aunque no hubo cambio de partido, lo interesante será ver que la nueva administración, no solo dé continuidad a los logros y aciertos de los proyectos anteriores.
Miles de corredores se dieron cita desde antes de las seis de la mañana en el Estadio Olímpico Universitario para participar en la edición 41 del Maratón de la Ciudad de México. Los de la llamada élite, los hombres y mujeres gacela, que con zancadas perfectas avanzaron erguidos y veloces. Los kenianos que dominaron el podio. Los corredores con capacidades diferentes; los débiles visuales que de la mano de su guía avanzaron en sincronía perfecta; los que empujaron con sus brazos a su cuerpo a velocidades inimaginables para una silla de ruedas, y quienes que cada día y después de cada entrenamiento, tienen escuela, trabajo y familia qué atender.
Estos deportistas, unos 30 mil en total, recorrieron un trayecto de 42 mil 195 metros por las Avenidas Insurgentes, Ejército Nacional, Reforma y 20 de noviembre para culminar en el Zócalo capitalino. Edwin Kiprop Kiptoo cruzó la meta en primer lugar, y al igual que muchos amateurs que cruzan una meta, el keniata se hincó para agradecer su victoria en la Ciudad de México, para después abrazarse con sus compatriotas Leonard Langat y Francis Cheruiyot que llegaron después de él. El objetivo estaba cumplido: lograr el 1,2,3, para Kenia en esta edición del Maratón de nuestra ciudad.
Para Kiptoo, tanto la ruta como la victoria no fueron nuevas, ya que repitió su triunfo obtenido en 2022 para convertirse en un doble ganador. “Estuvo un poco pesada al final, me siento contento de estar aquí nuevamente y de que mi país se haya llevado los tres primeros lugares. México es un lugar en el que me gusta competir, porque la gente te anima durante todo el camino”, expresó el keniata.
En cuanto a las mujeres, Kenia triunfó también: Fancy Chemutai con su 2:29:19 festejó su triunfo como su compatriota Kiptoo, hincada y dando gracias con una oración. Sólo unos segundos después, Shitaye Eshete, de Bahréin, con 2:29:22, cruzó la meta y su compatriota lo hizo Janet Ruguru, con 2:30:58.
Y bueno, no podían faltar disfraces originales como el de un corredor que se vistió de estrella luminosa o los de super héroes como “El Hombre Araña”, “Wolverine” o “El Santo’ y “Blue Demon”. Sin duda, el apoyo del público con sus aplausos, sus gritos y sus carteles se convierten en el combustible necesario para los competidores, que ya en los últimos kilómetros, luchaban por no desistir. Al final, la meta estaba ahí, frente a ellos, unos lloraron, otros ríeron, otros se hincaron y se tiraron al suelo, dando gracias por haber superado sus límites y miedos.
Fue el último maratón de este sexenio, la última de las seis medallas coleccionables, y aunque no hubo cambio de partido, lo interesante será ver que la nueva administración, no solo dé continuidad a los logros y aciertos de los proyectos anteriores, sino que pudieran darle una mayor autonomía al evento que ayude a preservar y mejorar la buena organización y no dependa sólo del Gobierno de la Ciudad. ¡Felicidades a todos!
POR ROSSANA AYALA