PASIÓN POR CORRER / RÁFAGAS DE VIDA #MartesDeColumnas @ayalaross1 en @elheraldo_mx
El confinamiento por la pandemia afecta nuestra salud, por lo que te comparto una opción que sirve a tu cuerpo como snack de entrenamiento continuo.
De las alteraciones que la pandemia ha causado a nuestro modo de vida, sin duda el encierro y la poca actividad física que realizamos en el confinamiento es de las más dañinas porque no sólo nos afecta la salud del cuerpo, sino también de la mente. Los que tenían el hábito de ejercitarse antes del COVID-19 no han podido hacerlo de la misma forma, ante el cierre de gimnasios, centros deportivos o las restricciones y el peligro que representa salir a correr fuera de casa; y los que no tenían ese hábito y eran más sedentarios, también el encierro les ha agudizado la falta de actividad física con los consecuentes daños a su salud.
Si desde el comienzo de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud ya advertía del impacto que tendría el confinamiento en la salud mental de las personas, ocasionados por el temor al contagio, el aislamiento social y la pérdida de seres queridos, que han provocado un aumento de casos de depresión y ansiedad, en el tema físico el impacto más fuerte que hemos tenido en este último año ha sido el problema del sobrepeso, pero también la pérdida de salud cardiovascular, el agotamiento y la falta de movilidad que aumenta la posibilidad de desarrollar enfermedades y padecimientos.
Entre las muchas opciones, tutoriales, rutinas y recomendaciones que han surgido para ejercitarse en casa, hay una tendencia que está cobrando fuerza y que empieza ya a ser estudiada por especialistas en la salud física que la recomiendan como una alternativa viable para mantenerse saludable y en forma física sin hacer una rutina larga o de alta intensidad de ejercicio. Son ráfagas breves de ejercicios y actividad física, de uno o dos minutos, repetidas en varias ocasiones a lo largo del día, a las que les han llamado “snacking”, para referirse a pequeños ejercicios cortos que serían una especie de snack de entrenamiento continuo.
Un estudio realizado por la Universidad Simon Fraser de Canadá, coordinado por el profesor en Ciencias de la Salud, Scott Lear, asegura que no es necesario que una rutina de ejercicio dure más de 10 minutos para que sea efectiva en el organismo, “los pequeños cortes en el día para mover el cuerpo también ayudan a recuperar el estado físico y mental”.
“Lo que hace que el snack de ejercicio sea diferente a ponerse de pie y estirarse o caminar hasta la cocina, es el aumento del ritmo cardiaco y respiratorio. Algunas actividades que puedes realizar son subir escaleras, correr en el lugar, saltar y hacer burpees. Incluso puedes hacer una caminata rápida o trotar alrededor de la cuadra. Si tienes una bicicleta estática o una máquina de remo, súbete a ella durante un par de minutos”, explica Fraser.
Lo bueno de los ejercicios cortos es que no necesitas ningún equipo ni ponerte ropa deportiva. “Incluso subir tres tramos de escaleras, tres veces al día, tres días a la semana durante seis semanas dio lugar a un modesto aumento de la forma física en personas que no hacían ejercicio”. Esta cantidad de actividad fue suficiente para mejorar el metabolismo de la insulina en personas con sobrepeso.
Lo ideal es hacer las rutinas habituales de ejercicio de —mínimo— 20 minutos diarios, así como los snacks. Estos ejercicios cortos son una buena forma de incorporar actividad física, sobre todo para las personas a las que les resulta difícil hacerla.
POR ROSSANA AYALA
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