PASIÓN POR CORRER / TEMOR A LA ALTURA #MartesDeColumnas @ayalaross1 en @elheraldo_mx

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Desde el anuncio de que la capital azteca sería la sede de los Juegos Olímpicos de 1968, los maratonistas que participarían consideraron que tenían todo en contra: la altitud, el clima, el horario vespertino en que arrancaría la competencia, y los 4 kilómetros finales en subida.

La altura de 2 mil 250 metros de la Ciudad de México ha generado por siempre gran inquietud y temor entre atletas propios y extraños, profesionales o aficionados. Desde el anuncio de que la capital azteca sería la sede de los Juegos Olímpicos de 1968, los maratonistas que participarían consideraron que tenían todo en contra: la altitud, el clima, el horario vespertino en que arrancaría la competencia, y los 4 kilómetros finales en subida. No sólo temían por sus marcas, le preocupaba no terminar la carrera.

Por otro lado, el mundo entero se preguntaba si el etíope Abebe Bikila sería capaz de ganar en México su tercera medalla de oro consecutiva, ocho años después de su victoria, descalzo, en Roma y cuatro después de repetir, ya con tenis, en Tokio.

Tanto Bikila como sus compatriotas Mamo Wolde y Merawi Gebru eran los principales favoritos para ganar la carrera, ya que, en teoría, estaban adaptados a la altura de la capital mexicana, una altitud similar a la de su país natal.

El resto de competidores, comenzando por el plusmarquista mundial Derek Clayton, estaban muy asustados por la altura de México, un condicionante, por el contrario, extraordinariamente positivo para el salto de longitud, como lo demostró el estadounidense Bob Beamon con su histórico salto de 8.90 metros.

El disparo de salida para el maratón se dio a las tres de la tarde del 20 de octubre con una temperatura de 23 grados centígrados. De los 75 corredores que arrancaron del Zócalo sólo 57 llegaron al Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria. Mientras que el gran favorito, Abebe Bikila, abandonó la competencia por una lesión en el kilómetro 17. Un año después, el héroe de Roma sufrió un accidente de auto en su país que lo dejó en silla de ruedas. Murió a los 41 años en octubre de 1973.

El cronometraje promedio de los 10 primeros lugares fue 10 minutos más lento que sus registros personales, tal y como lo habían previsto. El ganador fue Mamo Wolde con 2:20:27, quien vivía y entrenaba en altitud y que además una semana antes había ganado la plata en 10 mil metros, y Merawi Gebru llegó al sexto lugar. Los mexicanos Alfredo Peñaloza y Pablo Garrido cruzaron la meta en el lugar 13 y 26, respectivamente.

Si los atletas olímpicos que corrieron en México en 1968 estaban preocupados por la altura de la capital, se entiende que a muchos atletas les pase lo mismo. El boliviano, Héctor Garibay, quien en 2023, ganó y rompió el récord del Maratón de la Ciudad de México (2:08:25) aseguró que la altura fue el gran reto para su triunfo: “El de México fue el más difícil y complicado, porque los otros maratones los he corrido a nivel del mar… pero en México había 2 mil 250 metros de altura, y aunque pocos lo crean, eso complica”.

En un atleta recreativo, como nosotros, lo mejor que podemos hacer , si vamos a correr una carrera en un lugar más alto que el que entrenamos habitualmente, es ir trotar o caminar en la montaña, para así mejorar el transporte de oxígeno a los músculos y que el efecto de la altura el día de la carrera no afecta el rendimiento. No olvides dos cosas: Ritmo moderado e hidratación. Feliz carrera en las alturas.

POR ROSSANA AYALA

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