PASIÓN POR CORRER / TENIS PARA VOLAR #MartesDeColumnas @ayalaross1 en @elheraldo_mx
Más allá del debate sobre el uso de la tecnología, la medicina, la forma en que éstas ayudan o benefician al rendimiento de un atleta, al final, detrás de cada logro, de cada récord o de cualquier hazaña deportiva, lo fundamental siempre será el factor humano. Las gestas de Eliud Kipchoge y Brigid Kosgei, el fin de semana pasado, reavivaron la polémica entre los sectores más rigurosos de este deporte, sobre la validez de los récords y el uso de implementos que utlizaron los atletas para lograrlo.
Parte de esas miradas escrutadoras estuvieron puestas en los Nike Vaporfly que ambos atletas utilizaron para romper las marcas. Kipchoge y Kosgei calzaron los Nike Vaporfly Next%, modelo que está siendo analizado por la IAAF. Estos tenis, aseguran, ahorran al menos un cuatro por ciento de la energía que el atleta utiliza para correr, gracias a una plantilla de fibra de carbono que tiene efecto muelle y que, en los dos años últimos años, han favorecido a siete de las mejores 10 marcas de la historia; entre ellas, el récord oficial de Kipchoge, el año pasado en Berlín.
Lo cierto es que esa especie de laboratorio que ocurrió el sábado pasado, en Viena, será recordado por siempre. La hazaña de Kipchoge tuvo mucho más de deporte de lo que se quiere subestimar, y es que correr en 1:59:40 un maratón significa hacer cada 100 metros en 17 segundos en promedio, dos minutos 50 segundos por kilómetro, a una velocidad de más de 21 kilómetros por hora, algo al alcance de muy pocos. Es por eso que Kipchoge es considerado el mejor maratonista de la historia: ganó la medalla de oro en el maratón olímpico de Río 2016, ha conquistado 12 de los 13 maratones que ha corrido, y los ha hecho al hilo, para ostentar el récord mundial oficial (2:01:39).
De Brigid Kosgei no se sabe tanto, pero ya se puede decir mucho: La atleta keniana de 25 años de edad ganó Chicago en 2018, Londres en 2019 y desde el domingo pasado es el nuevo récord histórico en maratón femenil, al lograr un tiempo de 2:14:04 en el Maratón de Chicago, plusmarca que mantenía la británica Paula Radcliffe desde 2003 (2:15:25). Aunque Kosgei ya se había convertido el pasado 8 de septiembre en la más rápida en correr un medio maratón (1:04:34), pero el trazado de la prueba de Newcastle, Inglaterra, le impidió que fuera reconocido como plusmarca universal.
La marca de Kipchoge no formará parte de las estadísticas históricas del atletismo y, salvo alguna modificación de último momento, la regulación en el uso de zapatos tenis no tendrá efecto retroactivo; es decir, se respetarán los récords mundiales de Kipchoge en Berlín o Kosgei en Chicago, pero pase lo que pase, más allá de polémicas o reglas en este tema, nadie nos podrá quitar de la mente la imagen de un hombre cruzando la meta de un maratón en 1:59:40, y de una mujer rompiendo un récord establecido durante 16 años.
POR ROSSANA AYALA
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