PASIÓN POR CORRER / VIVIR LA VIDA AL REVÉS #MartesDeColumnas @ayalaross1 en @elheraldo_mx
Esas historias son reales, y nos demuestran que, cualquier persona, no importa su edad, con disciplina, esfuerzo y coraje, puede seguir viviendo intensamente
Normalmente, los seres humanos asociamos la edad madura e, incluso, la tercera edad, con un declive de nuestras capacidades.
Y es que fisiológica y médicamente es así, pero, sobre todo, ahora cuando la esperanza de vida y los avances de salud son cada vez más grandes, no estamos obligados, sólo por el hecho de ser mayores, a resignarnos a no llevar una vida activa. ¿Cuántas historias hemos conocido de logros de personas de la tercera edad, ya sean académicos, artísticos o correr maratones? Esas historias son reales, y nos demuestran que, cualquier persona, no importa su edad, con disciplina, esfuerzo y coraje, puede seguir viviendo intensamente.
Y es que está comprobado científicamente que quienes cuidan su alimentación, se mantienen mental y socialmente activas, y practican ejercicio físico, tienen más posibilidades de vivir más años y disfrutar de una mayor calidad de vida.
El ejercicio físico tiene un efecto preventivo en el desarrollo de muchas enfermedades, especialmente las cardiovasculares. Dedicar 30 minutos, cinco veces por semana, a hacer actividades aeróbicas o de resistencia como gimnasia, bailar, caminar unos tres kilómetros a buen ritmo o recorrer ocho kilómetros en bicicleta, es suficiente para mantenernos bien.
Recientemente leí dos textos, uno de Saraí Aguilar, en Milenio, titulado Madonna: edad, dignidad y rebeldía, y que habla de las críticas que en medios y redes hacen a la llamada La Reina del Pop, por pretender parecer más joven y el otro, de Rosa Montero, y de dos artículos que bajo el título Morir muy Vivos” ha publicado en El País, el primero en diciembre de 2016, y el segundo, en diciembre del año pasado.
De la primera me quedo con la respuesta que dio Madonna, luego de recibir ataques, tras su aparición en los Grammy: “Una vez más estoy atrapada por la discriminación, por edad y la misoginia que impregnan el mundo en que vivimos, y que niega a celebrar que las mujeres pasen de los 45 años y que castigan si siguen siendo fuertes, trabajadoras y aventureras”.
Y de los dos bellos textos de la gran Rosa, tomaré dos frases que ella cita a partir de las historias de mujeres que, siendo ya octogenarias y nonagenarias lograron cumplir el sueño pospuesto durante toda su vida: Una era Angela Alvarez, cantante cubana que ganó el Grammy Latino, tras haber hecho música a sus 95 años, luego de una vida azarosa en el exilio que la alejó de la música, y la segunda, de Minna Keal, una mujer judía que a los 80 años compuso una sinfonía que fue estrenada en un concierto de la BBC, en 1989, luego de que ella retomara sus estudios musicales interrumpidos en su juventud.
Creí que estaba llegando al final de mi vida, pero ahora me siento como si la empezara. Me siento como si estuviera viviendo la vida al revés, dijo Minna Keal, en una entrevista, cita Rosa Montero, y añadió: No rendirse es la clave. Y, sobre todo, decirse ¿Y por qué no? Porque la vejez no está reñida con la audacia. Debemos aspirar a morir muy vivos.
POR ROSSANA AYALA
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