PEDÓFILOS Y PEDERASTAS: MATRIMONIO INFANTIL / FABIOLA DÍAZ DE LEÓN, ESCUELA DE SEÑORITAS #Domingueando @escdesenoritas

Cartón de Miguel Ángel, COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

 

Si nos referimos a la situación de los derechos de la infancia y los adolescentes el hecho de que sean sometidos a vínculos matrimoniales antes de los 18 años atenta contra el sano desarrollo de su persona. Desde el mes de junio de 2019 el Matrimonio Infantil en México quedó prohibido en 31 estados menos en el de Baja California. En 2020, hasta el mes de enero, mediante el uso de una dispensa emitida por presidentes Municipales más de 3000 menores se habían casado en dicho estado. Resalta el caso de un niño de 12 años. No se detallan los por menores de su situación, pero no me cabe en la cabeza que un niño de 12 años contraiga derechos y obligaciones con nada ni nadie y mucho menos de manera sexual y de por vida. Las niñas son comunes desde los 13 hasta los 17 años y en la recopilación de la estadística no se dice la edad de los cónyuges. La verdad es que establecer relaciones donde los menores quedan sujetos de por vida a compromisos que no tienen el criterio para cumplir, y menos, a largo plazo es una condición donde su integridad se ve vulnerada.

 

Un menor de edad tiene dependencia a sus mayores para subsistir, para que sea provisto de sus necesidades básicas. Para garantizar que tendrá acceso a educación, cobijo, sustento, vestido, apoyo emocional y afectivo, protegido. Un menor que se ve atado a los deseos sexuales de un adulto, porque entre menores puede haber juegos sexuales, los seres humanos tenemos sexualidad desde que nacemos hasta que morimos, pero la vamos desarrollando y viviendo acorde a nuestra edad y capacidades. Una persona discapacitada intelectualmente no va a tener el mismo desarrollo psicosexual que una persona en pleno uso de sus capacidades acorde a su edad. La disparidad cronológica en las parejas, sean por pertenecer a la infancia o la adolescencia, sea la senectud, implica una supeditación, una dependencia, una imposibilidad de estar en el mismo terreno en cuanto a capacidades, derechos y obligaciones.

 

 

 

Llegamos así al feo terreno del embarazo infantil y adolescente, del que México tiene la vergonzosa realidad de ser punta de lanza en las estadísticas mundiales. No necesariamente se da mediante el vínculo legal, simplemente las niñas aparecen embarazadas, a veces, antes de cumplir los 10 años. Estos embarazos por lo general se tienen que llevar a término con cesáreas porque el cuerpo de estas menores no tiene el desarrollo suficiente para parir de manera natural. Y no hace muchas generaciones, y aun ahora, madres de 15 años son comunes. La verdad es que el uso que hacen sexualmente los mayores de personas que no están en igualdad de condiciones es un abuso. Una imposición, una manifestación de la sexualidad donde lo que hay es un ejercicio de poder y una búsqueda de gratificación que son indicadoras de la falta de compromiso erótico afectivo de los perpetradores.

 

Los menores son esclavizados por todo tipo de recursos, desde la pertenencia hasta la culpa y la vergüenza. Por lo general son violentados y sojuzgados para que se dejen o participen de manera voluntaria en los juegos sexuales de pederastas.

 

En pleno siglo XXI con los escándalos de diferentes iglesias: la católica, la evangélica, los testigos de jehová, rabinos, imanes, todo tipo de personas en cargos de poder, caen en el uso de menores con fines sexuales. La verdad detrás es que son usados como objetos de gratificación, juguetes sexuales humanos que al alcanzar una edad madura serán descartados. Que los movimientos que pretenden validarlo como el MAP o el Orgullo Pedófilo argumenten que su preferencia es semejante a la lucha de las disidencias sexuales de la heterosexual es inaudito. Los grupos LGBTIQ+ nunca han incluido a los menores de edad de manera sexual, si de algo se cuidan es de no caer fuera de los márgenes de la ley porque han sido perseguidos, penalizados y patologizados durante siglos. La diversidad sexual en materia de infancias solo se involucra en temas de adopción y de diversidad sexogenéricas donde entraríamos en el difícil debate de las infancias trans a las que no se les achaca un papel sexual activo sino de identidad de género sin dejar de ser menores. Siempre se parte de que se trata de mayores de edad en plena capacidad de consentir o no. En pleno uso de sus derechos como entes legales y por lo menos pueden votar y tomar decisiones propias.

 

Para julio del 2020 Baja California prohibió el matrimonio infantil, así quedó unificada toda la república, pero ¿qué pasa con las uniones que se consolidaron? ¿Acaso no ameritan ser disueltas o al menos supervisadas con lupa para ver las condiciones de esos menores?