“PIXANES DEL MAYAB” LLEGA EN IMAGENES ENTRE CURULES Y DEBATES
PALACIO LEGISLATIVO DE SAN LAZARO, CDMX.- A paso lento, silenciosas, buscando entre el gentío a los suyos, cientos de ánimas recorrieron las calles del viejo camino real de Mérida a Campeche, andar con el que anunciaron su retorno anual al mundo de los vivos. El Paseo de las Ánimas, como aduce el blanco, o el Paseo de los Pixanes, como dice el mestizo, salió del bicentenario Cementerio General para recorrer unos tres kilómetros de calles asfaltadas y donde en antaño fue un camino empedrado que conducía al territorio campechano.
Emblemáticas catrinas mestizas, ataviadas con el colorido terno y cubiertas con rebozo de Santa María; ellos caballeros de blanca y pulcra vestimenta, con alpargatas chillonas; caminaron a paso lento, como si pretendieran mostrar a los vivos la gloria de la eternidad, mientras llevaban en las manos una luz con la que iluminaban su regreso a casa. Niños al frente, jóvenes detrás y enseguida hombres y mujeres a los que la muerte alcanzó en la edad madura caminaron en riguroso silencio con flores del campo en la manos, mientras miraban al frente, de un lado al otro, en busca de quienes les prometieron esperarlos hasta que la muerte también los llamara.
Calle por calle avanzaron en medio de los gritos de oferentes que prácticamente suprimieron los altares que los vecinos montaron para honrar el regreso de los suyos, mientras el aroma a cerveza empezó a inundar el ambiente en el que ha estado el copal y el incienso. Entre la multitud, demonios, monstruos y representaciones de la muerte se mezclaron y desde este espacio veían con recelo a las almas puras de los mayas que siempre triunfan, estén en el cielo o en el inframundo. Mientras las almas hacían del Camino Real la vía para llegar a su morada, los vivos continuaban su andar entre tumbas, mausoleo e imágenes de querubines y ángeles que con el dedo pedían silencio sin ser escuchadas, en el día en el que los vivos retan al miedo.
El presidente de la Cámara de Diputados Javier Bolaños Aguilar, inauguró la exposición fotográfica “Pixanes del Mayab”, de Alejandro Poot Molina, cuya temática está basada en las costumbres ancestrales de los mayas de recibir cada año “almas de los difuntos”.
El diputado Bolaños Aguilar resaltó que Yucatán es un estado con una enorme riqueza cultural, lleno de tradiciones que se ven reflejadas en sus expresiones artísticas presentadas hoy en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Comentó que quienes visitan este recinto “se van a llevar un pedacito de Yucatán en su memoria”, un vez que conozcan esta exposición. Es un honor, es un orgullo, es un placer estar acompañándolos, dijo ante diputados y visitantes que portaban el traje típico de esa entidad.
El diputado Joaquín Jesús Díaz Mena (PAN) expresó que la muestra relata la costumbre de nuestros antepasados mayas, que se ha preservado a través del tiempo para convivir con sus familiares muertos. Relató la tradición de poner un altar con lo que más le gustaba a los antepasados fallecidos, y dijo que en Yucatán, una actividad ya conocida a nivel nacional, es el Paseo de las Ánimas, promovida por el ayuntamiento de Mérida. Los yucatecos se ponen el traje regional típico, pintan su cara como las ánimas y marchan por las principales calles de la ciudad.
Díaz Mena agradeció al ayuntamiento por traer parte de la cultura a la Cámara de Diputados, así como al fotógrafo Poot Molina por el trabajo realizado. Alejandro Poot dijo que el conjunto de fotografías es un homenaje y una muestra de que los muertos estarán presentes en el recuerdo y corazones de sus familiares. Resaltó que la exposición tiene una enorme carga vivencial, cada fotografía está relacionada con algún evento de su vida que evoca a tiempos pasados donde sentía no tener nada, años en los que sintió estar muerto y es por esa razón que fotografió a los muertos.
Destacó el reconocimiento a los integrantes de la Cámara de Diputados, por abrir estos espacios al arte, y permitirle a un fotógrafo yucateco estar en este histórico recinto, ya que acciones como ésta son las que pintan de pies a cabeza al verdadero representante popular, orgulloso de sus tradiciones y su tierra.