PRESIDENTE DE BRASIL SERÁ INVESTIGADO POR CORRUPCIÓN Y OBSTRUCCIÓN.
RÍO DE JANEIRO.- El presidente brasileño, Michel Temer, será investigado por corrupción pasiva y por obstrucción a la Justicia por pedido del fiscal general, como consecuencia de las revelaciones del empresario Joesley Batista, del grupo alimentario JBS, que han puesto en la cuerda floja al mandatario.
El fiscal general de la República, Rodrigo Janot, asegura en su escrito solicitando autorización al Supremo Tribunal Federal (STF) que Temer podría haber cometido además un delito de pertenencia a organización criminal.
También le acusa de querer frenar –con la ayuda del senador Aécio Neves, que perdió las elecciones presidenciales en 2014 y fue suspendido de su mandato ayer- la Operación Lava Jato, que amenaza a decenas de políticos del más alto nivel en todo Brasil.
La apertura de la investigación contra el jefe del Estado, que rechaza dimitir, fue autorizada el 2 de mayo, pero solo fue revelada ayer, tras la publicación de las comprometedoras conversaciones en marzo entre el empresario Batista y Temer en la residencia oficial del mandatario que han escandalizado a Brasil.
Batista, dueño de la mayor empresa exportadora de carne del mundo (JBS), acusa a Temer de haberle pedido y recibido por medio de intermediarios por lo menos 15 millones de reales (cinco millones de dólares) para la campaña de 2014, y asegura a los investigadores que “el presidente Michel” era su hombre clave para lograr intereses corporativos.
Asimismo, en el acuerdo de cooperación judicial de Batista, el empresario entregó una grabación realizada por él mismo durante una reunión con Temer en la que el mandatario escucha una serie de ilegalidades (compra de jueces, diputados y ministros) que Batista habría cometido, valorando alguna de ellas con los adjetivos “¡óptimo!”.
En esa grabación, Temer apoya que Batista siga pagando al ex presidente del Congreso, Eduardo Cunha, encarcelado por corrupción, para comprar su silencio, pues el ‘verdugo’ político de Dilma Rousseff podría revelar comprometedoras informaciones si concluir un acuerdo de delación con la Justicia.
En ese audio, de 35 minutos y publicado por las principales televisoras del país, el presidente indica a un diputado, Rodrigo Rocha Loures, para negociar el soborno a pagar a cambio de que el Gobierno ayudara a JBS en un contencioso con la estatal Petrobras sobre el precio del suministro de gas.
Seguimientos y filmaciones posteriores de la policía federal –que colaboró con Batista- demostraron que Rocha recibió en metálico 500 mil reales (156 mil dólares) de JBS.
El diputado, cuyo mandato como parlamentario fue ayer retirado por el Supremo, se encontraba en Estados Unidos, volvió hoy a Brasil y dijo que se explicará en el momento oportuno.
El presidente Temer enfrenta su peor crisis desde que asumió el poder en mayo de 2016, como consecuencia de un juicio político a Dilma Rousseff que provocó su destitución.
Las revelaciones de Batista y de los otros ejecutivos de JBS suponen un nuevo escándalo de corrupción de dimensiones gigantescas en la política de Brsail, como ya reveló la Operación Lava Jato, que tiene a la estatal Petrobras y a la constructora Odebrecht en el centro de la trama de fraude de licitaciones públicas y compra de políticos.