PROMETE VATICANO JUSTICIA EN CASO DE DIPLOMÁTICO Y PORNOGRAFÍA INFANTIL
CIUDAD DEL VATICANO .- El Vaticano aseguró hoy que tratará con “máxima seriedad” y “máximo compromiso” el escándalo que involucra a uno de sus diplomáticos acusado por Estados Unidos y Canadá de usar pornografía infantil.
El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, calificó el caso como “muy doloroso” y un “gran peso para todos los involucrados”, pero insistió en que atenderá con “la máxima atención”.
El cardenal habló en estos términos con la prensa justo antes de pronunciar un discurso en el congreso internacional “Dignidad de los niños en el mundo digital”, que tiene lugar estos días en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Con esas palabras se refirió a la situación de Carlo Alberto Capella, clérigo de 51 años, que en agosto pasado fue convocado al Vaticano después de haber sido acusado por el Departamento de Estado de Estados Unidos como usuario de pornografía con menores.
A esa grave denuncia luego se sumó otra, de la policía canadiense, por haber supuestamente descargado imágenes prohibidas en una parroquia de ese país que lo había acogido durante unas vacaciones navideñas entre el 24 y el 27 de diciembre de 2017.
Actualmente, Capella se encuentra ubicado en un departamento del Palacio de los Penitenciarios en espera de la investigación que conducirá la magistratura vaticana y con buenas probabilidades de ser enviado a juicio por posesión de material pornográfico de menores, que desde el 2013 es un delito en el territorio vaticano.
Este martes, Parolin precisó que las pesquisas están bajo secreto judicial “para proteger la investigación y para proteger la verdad y la justicia”.
El caso conmocionó a la nunciatura apostólica (embajada vaticana) en Washington, donde Capella prestaba servicio, y a la Iglesia Católica en Estados Unidos, precipitando sobre ella el descrédito.
Ante las alegaciones, el Vaticano decidió seguir la práctica diplomática de asumir los costos del accionar de uno de sus representantes y se comprometió a enjuiciarlo él mismo en sus tribunales. La decisión provocó críticas y polémicas.
Por lo pronto, la víspera el Papa Francisco recibió en audiencia privada al nuncio apostólico en la Unión Americana y ex embajador papal en México, Christophe Pierre, con quien abordó el tema. De todas maneras, oficialmente se mantiene reserva total sobre la evolución del proceso.
Mientras todo esto ocurre, y sólo como una irónica causalidad, la Universidad Gregoriana (adscrita al Vaticano) convocó esta semana en Roma a los máximos expertos de protección de menores en internet para un congreso que unir esfuerzos para lograr ambientes seguros para niñas y niños.
En su ponencia, Pietro Parolin reconoció que la “dramática realidad” de los abusos sexuales contra menores constituye un fenómeno “inmensamente amplio y difundido”.
En la Iglesia Católica “se ha ido progresivamente tomando conciencia de los daños sufridos por las víctimas, de su sufrimiento y de la necesidad de escucharlos para después actuar en muchas direcciones distintas, con una vasta gama de intervenciones”, estableció el purpurado.
Aseguró que el compromiso de la Iglesia es “sanar las heridas, restablecer la justicia, prevenir los delitos, formar a los educadores y a las personas que tratan con los menores, en la perspectiva de difundir y consolidar una nueva cultura de la protección de los niños”.
“Nos damos cuenta cada vez con mayor evidencia que la plaga de las ofensas a la dignidad de los menores transita y se anida continuamente en las nuevas dimensiones del mundo digital, se instala en sus meandros y en sus estratos más profundos”, continuó.
“Los fenómenos que observamos llegan a niveles de gravedad escalofriante, su dimensión y la velocidad de difusión superan nuestra propia imaginación”, apuntó.