QUE SIGUE DESPUÉS DE LA JUBILACIÓN? …TU YA TIENES TU PEOYECTO: @UNAM_MX @unamglobal
Cuando pensamos en la jubilación, nos imaginamos viajando por el mundo, pasando más tiempo con la familia, dedicándonos a nuestros pasatiempos o simplemente relajándonos. No obstante, hay muchos aspectos que no tomamos en cuenta, como el impacto psicológico de dejar de trabajar. Lo que en un momento puede ser un alivio absoluto —al ya no tener que vivir con presiones o trasladarse grandes distancias— puede llegar al punto de enfrentarnos a un escenario donde ya no exista algo que le dé sentido a la vida y sintamos un vacío que puede detonar una depresión.
Estudioso sobre el tema, el profesor Jorge Rogelio Pérez Espinosa, de la Facultad de Psicología de la UNAM, platicó sobre las medidas que se pueden implementar para enfrentar los cambios psicológicos y sociales en esta etapa, y proporcionó una guía para aquellas personas que están próximas a retirarse.
Pérez Espinosa señaló que jubilarse implica un cambio muy brusco para la organización de nuestra vida. La actividad en nuestro día a día es diferente y, más importante, podemos enfrentar la pérdida de ingresos (o percibir un pago mensual en lugar de uno quincenal), un cambio en la identidad profesional y el estatus social, o la falta de los compañeros de trabajo.
“Jubilarse nos afecta en primera instancia a nivel personal. Ya no somos el jefe o el encargado de cierta área, perdemos estatus económico, las relaciones de amistad se pierden porque los tiempos ya no coinciden, los hijos, si aún viven con uno, se ven muy poco; podemos ser una molestia para el otro cónyuge. Tenemos mucho tiempo disponible, pero ¿qué hacer con él?, ¿cómo lo vamos a distribuir? Todo se modifica de golpe. No hay certezas, pero sí muchas incertidumbres”, dijo.
Debido a esta situación, hay un lapso de duelo después de la jubilación. Como mencionamos anteriormente, los primeros meses pueden ser un alivio al dejar atrás el ajetreo que vivimos durante años, pero después se topa uno con muchas realidades.
“Más allá de las pérdidas que vamos acumulando, hay una idealización que nos marca: los jubilados ya no somos útiles. Se nos ha dicho que jubilarse es ya casi como el fin de la vida, cuando en realidad es una etapa para hacer cosas placenteras. Si la gente no tiene clara esta idea, se llega a deprimir y a enfermar, y eso es algo que se debe evitar”, expresó el profesor de la Facultad de Psicología.
Por tanto, es necesario que antes de la jubilación, incluso desde la etapa de adultez media (que abarca de los 40 a los 60 años), se comience a elaborar un proyecto de vida con objetivos a corto plazo, que sean flexibles y acordes a nuestras posibilidades; es decir, tener metas realistas.
¿Cómo lo hago?
Trabajar en un proyecto de vida, y hacerlo con anticipación para ayudar a que el cambio sea menos pesado. Al planear el retiro, hay que pensar qué haremos de ahora en adelante, sin olvidar evaluar si aún tenemos las capacidades para realizarlo.
De acuerdo con Pérez Espinosa, hay dos factores importantes a tomar en cuenta antes de jubilarse: atender los problemas emocionales que comienzan a surgir por el retiro y anticipar las necesidades económicas; es decir, ir ahorrando, saber cuánto tenemos, ver si hay pagos pendientes (hipotecas), si podemos darnos algún lujo (viajar), etc.
Algunas empresas actualmente cuentan con programas que ayudan en la transición de la jubilación. Esto otorga diversas ventajas, ya que, además de planear la jubilación, se conoce a otras personas que atraviesan por este proceso y se pueden formar grupos de apoyo; en ellos se asiste y orienta a los recién ingresados en esta etapa y, después, uno puede servir de guía.
Posteriormente, será necesario definir la identidad y fijar nuevas metas; es decir, buscar actividades que no tengan nada que ver con el trabajo y pasatiempos que desafíen y entusiasmen, como, por ejemplo:
Aprender un nuevo idioma.
Realizar alguna actividad física (natación, caminar).
Tener una mascota.
Practicar técnicas de relajación.
Escribir un libro.
Si el proceso de transición se torna demasiado complicado, una alternativa es buscar un trabajo de medio tiempo o hacer trabajo de voluntariado.
Por otro lado, independientemente del pasatiempo que se decida hacer, es necesario estar activo a nivel físico y cognitivo, con el fin de mejorar el estado de ánimo, aliviar la tensión y el estrés, y evitar el deterioro mental o los problemas de memoria. Además, debemos dormir lo suficiente, comer saludablemente y reducir el consumo de alcohol.
Ser resilientes
Como veíamos anteriormente, la jubilación conlleva una serie de cambios que, al menos en un principio, pueden percibirse como situaciones adversas. Por ello, se requiere capacidad de adaptación; es decir, debemos ser resilientes.
Para poder alimentar la resiliencia en esta etapa, el experto universitario recomendó vislumbrar con actitud positiva el futuro, asimilando los cambios necesarios, y también mirar con buenos ojos el pasado, rescatando las experiencias gratas de toda nuestra trayectoria laboral.
“Además de los nuevos objetivos que vamos a tener en esta etapa, es necesario hacer una evaluación de lo que me dio mi trabajo y estar agradecido con él. Hay que ser positivos en esta nueva etapa, no estar enojados y evolucionar conforme la vida nos lo exige. Retirarse no debe significar que se acabó el mundo, sino que debe verse como una nueva oportunidad”.
Ideas destacadas:
La jubilación puede traer un impacto psicológico que no siempre se considera inicialmente, generando un posible vacío existencial.
La UNAM, a través de la experiencia de Jorge Rogelio Pérez Espinosa, ofrece recomendaciones para preparar la transición hacia la jubilación.
La preparación debe comenzar desde la adultez media con un proyecto de vida flexible y metas realistas.
Las empresas con programas de apoyo para la jubilación pueden facilitar el proceso y formar grupos de apoyo para los nuevos jubilados.
Mantenerse activo física y mentalmente es crucial para evitar el deterioro cognitivo y mejorar el estado de ánimo.
La resiliencia es clave para enfrentar los cambios y ver la jubilación como una oportunidad para nuevas experiencias y objetivos personales.