RECORTAN CUTZAMALA PARA CONEXIÓN ALTERNA
CIUDAD DE MEXICO .- Conectar un tubo de reserva en la salida del agua de la potabilizadora Berros, hacia el acueducto de 72 kilómetros que va a CDMX y Toluca, es la obra principal realizada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) durante el corte del Sistema Cutzamala.
“La tubería de acero de 1.5 kilómetros de longitud, que va de la planta de bombeo 5 (PB5, dentro de la potabilizadora Berros) a la torre de oscilación, ha presentado fallas como una fisura de unos 10 centímetros de largo”, señaló el Estudio para Determinación de la Confiabilidad del Sistema Cutzamala.
Se trata de un tubo de alta presión, el cual recibe 10 mil litros por segundo del agua remitida a las ciudades de Toluca y México, un impacto equivalente a mil toneladas cada segundo en un ducto que opera desde 1982.
La función del tubo es elevar el caudal a la parte más alta de la serranía, para enseguida conducirla por gravedad al acueducto, hacia las capitales del País y el Estado de México, indicó Alejandro Martínez.
“No se ha realizado ninguna inspección que permita conocer con precisión el estado de la tubería, ya que no puede sacarse de operación al carecer de un tubo de respaldo.
“Trabaja a presión (el tubo) y cumplió más de la mitad de su vida útil, es preocupante el incremento anual de riesgo de falla por servicio, podría ocasionar la interrupción total del servicio, afectando a millones de habitantes”, prevenía un informe de Conagua en 2013, cuando comenzó a proyectarse la obra.
Con los dos tubos en operación de la PB5 a la torre de oscilación, el siguiente paso será hacer la conexión de la tercera línea en el acueducto de 72 kilómetros, explicó el director del Sacmex, Ramón Aguirre.
“De acuerdo con Conagua la tercera línea estará lista en los siguientes dos meses, una vez en operación podrán sustituirse los tubos, que se iban a cambiar en este corte, por eso en vez de cuatro días, será de tres días”, indicó Aguirre.
A crédito, en pequeños pagos o en efectivo, lo importante para los clientes en la Central de Abastos (Ceda) es comprar todos los botes grandes antes del recorte de agua.
Los precios aumentaron desde el 14 de octubre, aseguran los clientes y encargados de locales.
“Los proveedores nos aumentaron el precio hasta en un 60 por ciento”, dijo a REFORMA Óscar Tinajero, encargado de un local de venta de productos de plástico.
Sin embargo, la demanda sigue en aumento ante la suspensión del servicio del 31 de octubre al 3 de noviembre.
No lavar ropa, no trapear, cocinar lo mínimo, comer con vasos y platos de unicel, y hasta bañarse cada tercer día, son algunas de las acciones que llevarán a cabo los capitalinos para enfrentar el desabasto.
Algunos consideran que el Gobierno avisó con tiempo sobre el corte, otros opinan que su difusión fue deficiente y no confían en que haya un orden en el reparto de pipas.
“Venimos aquí porque creemos que los precios están bien, sí se me hizo un poco caro, pero qué le hacemos”, dijo Cristina Téllez tras comprar dos botes de 120 litros, con un costo de 400 pesos.
La escena se repite con Luz Calvario y su esposo Genaro, quienes gastaron 800 pesos en tambos y se vieron forzados a pagar con tarjeta de crédito.
“Al principio no había una información clara, primero dijeron que eran cuatro días, luego tres, y la información fue durante éstas últimas semanas previas al corte”, aseguró Calvario.
Tinajero comentó que sus proveedores querían venderle botes hasta en 800 pesos, cuando antes estaban en 300 y por eso, canceló varias compras.
“La verdad se me hace injusto que los proveedores me incrementen a mí el costo, para vender más caro, no se vale que se aprovechen”, expresó.
Capitalinos compararon precios en tiendas departamentales y la Ceda fue la mejor opción… aunque fuera a crédito.
“Tengo comprar a crédito, sino con qué (dinero)”, lamentó María Jiménez ante la alza de precios en botes.
La Alcaldía de Iztapalapa pidió a la Secretaría de Educación Pública suspender clases en las escuelas públicas de la demarcación durante el 1 y 2 de noviembre debido al megacorte de agua en la Ciudad.
El objetivo es que las pipas sean usadas para los hogares y hospitales durante esos días.
“Iztapalapa concentra 800 escuelas públicas, pero la mayoría de planteles educativos carece de óptimas condiciones sanitarias en baños, cisternas, llaves generales de paso de agua potable, tuberías, drenaje, fugas en la red y tinacos”, argumenta la Alcaldesa Clara Brugada en un comunicado.
Además, indicó la morenista, estos problemas en la infraestructura escolar se agravaron durante el sismo de septiembre de 2017.
Durante los días del megacorte, recordó, Iztapalapa dispondrán de 520 pipas distribuidas en todas las colonias para que la gente no tenga que acudir a las garzas.
El viernes, durante un evento público, la Alcaldesa lamentó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no haya brindado suficiente apoyo a Iztapalapa.
“No es posible que nos diga Conagua que nos va a apoyar con 40 pipas, cuando la Alcaldía va a contratar 300, más las 180 unidades que tenemos.
“Ya que son ellos los que están haciendo el corte del servicio del agua y la que tiene que sacar la bronca es la Alcaldía de Iztapalapa”, expresó.
Apenas la semana pasada, el Gobierno de la CDMX informó que, en acuerdo con la SEP, no era necesario suspender las clases.