RECTOR LEGIONARIO DE CRISTO RENUNCIA, CONFIESA TENER DOS HIJOS / ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ #DomingosTambienHayColumnas @sacroprofano

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ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ

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La Legión de Cristo afronta un nuevo escándalo. El rector del seminario “María Mater Ecclesiae” deja su puesto tras confesor que mantiene una relación con una mujer desde hace años, con la cual engendró dos hijos

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CIUDAD DEL VATICANO.- Los Legionarios de Cristo están de nuevo en el ojo del huracán. Una vez más por la crisis de uno de sus miembros de conducción. Óscar Turrión, hasta hace pocas semanas rector del seminario “María Mater Ecclesiae” de Roma, acaba de anunciar que deja el puesto y el sacerdocio tras confesar que es padre de dos hijos. La congregación expresó “profunda tristeza”, pero no es el primer caso. El antecedente de Thomas Williams y una inquietante similitud: cada uno de estos sacerdotes tuvo una “doble vida” por años.

“Nunca pensé que tendría que ponerme a escribir palabras semejantes a éstas, pero a la vez, siempre he vivido con la certeza de que la verdad debía guiar mi vida a cualquier costo”. Con esas palabras inició Turrión (49 años), una carta de despedida que salió a la luz este fin de semana. En ella, reveló haberse enamorado de una mujer conocida “en un país” hace mucho tiempo. Sostuvo que “ciertos hechos” de su congregación y de la Iglesia lo “desilusionaron” llevándolo a buscar “lo que más convenía” para su vida.

“Fue en ese período cuando entré en contacto de nuevo con esta mujer y poco a poco me fui enamorando. De esa relación nació primero un hijo y hace unos meses una hija”, explicó. Al mismo tiempo aclaró no haber usado dinero del seminario que dirigía para mantener a sus hijos, sino que “desde hace tres años apartaba “los donativos que amigos míos me daban para mi uso personal”.

En 2014, cuando los Legionarios lo tomaron en cuenta para dirigir el seminario, revisaron su historial y lo convocaron para un coloquio. En esa ocasión él decidió callar su situación declarándose idóneo para el cargo y agradeciendo la confianza depositada en él. A partir de entonces, probablemente desde antes, él condujo una “doble vida” de formador de sacerdotes y de padre en las sombras.

Finalmente decidió confesar la noticia a sus superiores el pasado 27 de marzo, cuando ya se acercaba el fin de su primer trienio como rector. Pero sólo dijo que “acababa de tener una hija”. La noticia cayó como un balde de agua fría, una nueva crisis en ciernes. Fue entonces que la cúpula de la Legión solicitó al Vaticano el nombramiento de un sustituto, que inició su mandato en el mes de agosto.

En ese momento Turrión pidió permiso para vivir fuera de la comunidad, “reflexionar y orar”. Apenas el 5 de octubre último se conoció parte del resto de la historia: él ya era padre de otro hijo con la misma mujer, concebido “hace unos años”. Ahí “manifestó su intención de abandonar el ministerio sacerdotal y de solicitar la dispensa de las obligaciones contraídas con su ordenación”.

“Escribo estas líneas para poner la responsabilidad sólo en mí y en mis actos. No hago responsable a nadie más que a mí, quiero dejar claridad con este escrito, sincerarme y pedir perdón por el escándalo y oraciones. Nunca me he sentido más que nadie, y por eso ahora con mucha tranquilidad y humildad puedo sopesar mis actos y pedir perdón a Dios y a vosotros”, escribió el sacerdote, en su carta de despedida.

“Mi corazón se gira hacia los miles de personas que, a lo largo de mis años, he conocido, guiado y acompañado en sus virtudes y en sus caídas. Les pido perdón por hacerlas ahora a ellas conocedoras de mis miserias y caídas. Siempre me han abierto sus corazones y ahora me corresponde abrirles yo el mío: pido perdón por el mal ejemplo y el anti-testimonio que les he dado”, añadió.

Por su parte, la oficina de prensa de los Legionarios de Cristo emitió una prudente declaración en la cual se limitó a presentar una cronología de hechos y a declararse consciente “del impacto que el ejemplo negativo de un formador y rector tiene entre ellos y los demás fieles de la Iglesia”.

“Nos produce profunda tristeza que la historia reciente de nuestra congregación haya sido causa de enfriamiento espiritual para algunos. Estamos firmemente comprometidos en acompañar a nuestros hermanos en los momentos difíciles. Asimismo, reiteramos nuestro compromiso en el camino de renovación que seguimos recorriendo de la mano de la Iglesia”, apuntó la nota.

Así, tras un tiempo de aparente calma, la Legión de Cristo volvió a ser sacudida por una crisis que recuerda los años del escándalo vinculado a su fundador, Marcial Maciel Degollado. Culpable de abusos sexuales contra menores, de haber concebido varios hijos con mujeres además de consumo de drogas, manipulación y manejos discutibles, el clérigo mexicano terminó sus días entre el descrédito público, una sanción vaticana que nunca cumplió y la cercanía de sus más fieles colaboradores.

A su caso se sumaron otras crisis. Una de alto impacto fue protagonizada por Thomas Williams, uno de los más destacados legionarios de Cristo, de gran fama en Estados Unidos por su constante presencia en la televisión como columnista. En octubre de 2012, él anunció que dejaba el sacerdocio para cuidar del hijo, que procreó mucho tiempo antes, y de la madre, conocida crítica de arte en los ambientes romanos e hija de una ex embajadora estadounidense ante la Santa Sede.

Entonces generó enorme desconcierto la admisión, por parte de los superiores legionarios de la época, de que sabían la noticia desde muchos años antes. Aunque conocían los detalles, permitieron que el sacerdote continuase con sus múltiples responsabilidades e incluso que impartiese sus muy famosos cursos sobre teología moral, pese a su “doble vida”. Hoy por hoy, Williams es el referente en Roma del sitio web “Breitbart”, propiedad del ex consejero estratégico de Donald Trump, Stephen Bannon.
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