RETROVISOR POLÍTICO / ELECCIONES TORTUOSAS @ivonnemelgar #Domingueando mujeresmas.mx

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

A dos semanas de que los votos confirmen lo que ahora son tendencias, compartimos un corte de caja de la disputa de las 15 gubernaturas.

De acuerdo con el cruce de valoraciones que se tienen entre los partidos contendientes, sólo en siete estados habría desde ya posibles ganadores.

Pero en ocho entidades la pelea continúa y será de taquicardia en Campeche, Chihuahua, Michoacán, Nuevo León, Tlaxcala, San Luis Potosí, Sonora y Zacatecas.

A menos que ocurra una voltereta, Morena tendría ya tres gobernadoras: Marina del Pilar Ávila, en Baja California; Indira Vizcaino, en Colima, y Evelyn Salgado, en Guerrero.

Y dos gobernadores: Miguel Ángel Navarro Quintero en Nayarit y Rubén Rocha en Sinaloa.

En igual circunstancia estaría Acción Nacional al ganar dos entidades que ya gobierna: Querétaro, con Mauricio Kuri, y Baja California Sur, con Francisco Pelayo Covarrubias.

Hay tres estados donde Morena traía en 2020 amplios márgenes a su favor y, aunque la competencia se ha cerrado, todavía tiene ventajas para el triunfo: Michoacán, con Alfredo Ramírez Bedolla, el candidato que llegó a reemplazar a Raúl Morón cuando el INE le quitó el registro; Tlaxcala, con Lorena Cuéllar, y Zacatecas, con David Monreal.

En esos tres casos, lo que hace cinco meses parecía imposible ocurrió: sus contrapartes de la alianza PAN, PRI y PRD avanzaron.

Si bien el michoacano Carlos Herrera Tello tiene tras de sí el respaldo del gobernador perredista Silvano Aureoles, Ramírez Bedolla ha logrado entusiasmar a las bases de Morena.

En cambio, en Tlaxcala los morenistas se fracturaron y creció la abanderada opositora, la exalcaldesa Anabel Ávalos. Pero ahí la marca del partido del presidente López Obrador pesa.

Y en Zacatecas la priista Claudia Anaya logró una hazaña: poner nerviosos a los morenistas. Y aunque el líder del Senado, Ricardo Monreal, afirma que la tercera de su hermano es la vencida, esta semana hizo acto de presencia en la entidad con una veintena de legisladores, para dejar en claro que más que preocuparse, se ocupa de la elección. Hay otras abanderadas del partido en el gobierno que en el camino perdieron la delantera: Layda Sansores, en Campeche; Clara Luz Flores, en Nuevo León, y Mónica Rangel, en San Luis Potosí, entidades donde si bien la contienda se fue a tercios, ellas no traen tendencia al alza, por lo que sus campañas se antojan complicadas hacia una recta final que generalmente se reduce a dos opciones.

La delegada con licencia de Álvaro Obregón no concretó una campaña de tierra exitosa ni logro despojarse del discurso de la hija del gobernador ni de la indumentaria de marcas, detalles en los que son muy fijados en Morena.

Adicionalmente, la candidata Sansores compite contra Eliseo Fernández, exalcalde del PAN que podría darle una gubernatura en el sur de la República a Movimiento Ciudadano (MC) y a quien Morena intenta bajar con denuncias por intenciones de comprar de votos.

La exsenadora también se enfrenta al sobrino del dirigente del PRI, Christian Castro Bello, de la alianza opositora y con asesoría de experimentados estrategas de ese partido: Carolina Viggiano y el exgobernador de Coahuila y actual diputado y representante ante el INE, Rubén Moreira, a quien el presidente López Obrador viene incluyendo en la lista de personajes bajo su lupa por haber recibido, dijo, financiamiento del empresario Alonso Ancira.

En cuanto a Clara Luz Flores, si bien hubo intervención presidencial al solicitar a la Fiscalía que se le abrieran expedientes al priista Adrián de la Garza y al puntero Samuel García, de MC, la única certeza en esta contienda es que Morena no hará suya la joya de la corona, sea por los errores de la exalcaldesa priista o porque Nuevo León se resiste a la 4T.  En SLP pasó algo similar con Mónica Rangel, exsecretaria de Salud estatal de origen priista que, como su compañera regia, no supo coordinarse con la dirigencia de Mario Delgado ni adaptar a nivel estatal el mensaje presidencial, en una competencia que terminará polarizándose entre el aliancista Octavio Pedroza y Ricardo Gallardo, del PVEM, literalmente empatados.

También hay empate de pronóstico reservado en Chihuahua y Sonora, donde los cómodos delanteros de inicios de 2021 hoy están contra las cuerdas: Maru Campos y Alfonso Durazo.

La exalcaldesa del PAN deberá seguir afrontando el golpeteo del gobernador de su partido, Javier Corral, y el riesgo de que ponga su escasa popularidad al servicio del morenista Juan Carlos Loera, exdelegado federal que desde ese cargo hizo trabajo en la sierra.

Tortuosas igualmente serán las próximas dos semanas para el exsecretario de Seguridad quien, aún estancado en la intención de voto frente al aliancista Ernesto Gándara, sigue en la pelea de cuerpo a cuerpo y confía a sus compañeros morenistas que no puede darse el lujo de una derrota que, asume, sería suya y para el Presidente.

Y es que el 6 de junio contarán los aparatos partidistas y las emociones desatadas por los candidatos. Pero también los afectos, desafectos y efectos generados por YSQ. Pero de eso hablaremos después.