RETROVISOR POLÍTICO / LA DERROTA DE LOS ALCALDES @ivonnemelgar #Domingueando mujeresmas.mx

NACIONAL, POLÍTICA

Panistas, priistas, emecistas y perredistas alertaron que el “austericidio” de 2019 continuará el próximo año y que la opacidad en la que se transfieren los recursos a programas clientelares constituye un retroceso para el desarrollo y la democracia

Desde el inicio de la 4T, ninguna derrota había sido para la oposición tan humillante como la de los alcaldes que esta semana lideró el panista Enrique Vargas de Huixquilucan.

Es la derrota de la audiencia que el Presidente les negó mientras tocaban las puertas de Palacio Nacional y que nadie, absolutamente nadie, les puede ni les quiere abrir.

Es la derrota de los alcaldes rociados con gas lacrimógeno porque, a decir de López Obrador, andaban de agresivos.

Y porque de esa manera se ejerce el enorme poder presidencial ahí adentro y de ese tamaño es la orfandad de la oposición afuera. Los números no le alcanzan. Sus protestas tampoco.

Por eso la derrota de las autoridades municipales que declaran padecer la reingeniería del presupuesto federal es también la consolidación gubernamental de su avasallamiento político y financiero. Y de sus centralizadas prioridades: Pemex, IMSS, seguridad, transferencias monetarias directas para jóvenes, campesinos, adultos mayores, estudiantes…

En contraste, desde la tribuna de San Lázaro y del Senado, los morenistas celebraron la propuesta de ingresos y egresos del próximo año y a toda crítica respondieron con la misma retórica que el presidente López Obrador les recetó a los alcaldes: despilfarradores, corruptos, ya se les acabaron los moches, los sobornos, los excesos…

De manera que la derrota moral de los presidentes municipales es la de una oposición desautorizada cotidianamente desde la máxima tribuna del poder. Ninguneada en su capacidad de interlocución frente al Ejecutivo federal y sin posibilidades de reclamar que se cumpla la supuesta colaboración entre distintos niveles de gobierno.

Así que los alcaldes del PAN y del PRD que se atrevieron a protestar en Palacio Nacional regresan a sus ciudades con promesas de unos diputados que difícilmente podrán cambiar la instrucción presidencial de no darles un centavo más.

Ignoradas por el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, las autoridades locales ya no tienen en el Congreso a los aliados que, en los últimos 18 años, les ayudaron a cabildear mejores asignaciones.

Resultó dramático, este jueves, el fallido intento de los senadores Damián Zepeda y Xóchitl Gálvez (PAN), Claudia Anaya (PRI), Clemente Castañeda (MC) y  Geovanna Bañuelos (PT), quienes imploraron el voto de Morena para mantener los 4 mil millones de pesos que los municipios mineros reciben para infraestructura y programas sociales.

La vehemencia con la que el coordinador de la bancada oficial, Ricardo Monreal, refutó los argumentos de la oposición, quedará como referente de la fe que los vencedores de esta coyuntura le tienen al reparto presupuestal de López Obrador.

El alegato del hábil legislador fue una recreación de la retórica de Palacio: el fondo minero, dijo, se perdió en las corruptelas de los alcaldes y ahora irá a las escuelas que los neoliberales dejaron en ruinas.

Envalentonado, el dirigente del sindicato minero y senador morenista Napoleón Gómez Urrutia recordó que los tres empresarios más ricos de México se dedican a ese sector y amagó: “¿Por qué no subimos los derechos sobre la explotación minera, los impuestos a las concesiones?”.

Ayer, los gobernadores de Durango, José Rosas Aispuro;  Guerrero, Héctor Astudillo; Sonora, Claudia Pavlovich; Zacatecas, Alejandro Tello, y Chihuahua, Javier Corral, le pidieron al Presidente que restituya el fondo minero. Dudo que les haga caso.

Pero según las advertencias legislativas de las bancadas opositoras, la consolidación del avasallamiento político y financiero de López Obrador no garantiza el éxito de su plan transformador.

“Nos va salir más caro el ganso que las albóndigas, porque este es un presupuesto injusto e inequitativo: castiga a las entidades y a los municipios, hasta el grado de la asfixia presupuestal”, cuestionó en representación del PAN, la senadora Minerva Hernández.

Panistas, priistas, emecistas y perredistas alertaron que el “austericidio” de 2019 continuará el próximo año y que la opacidad en la que se transfieren los recursos a programas clientelares constituye un retroceso para el desarrollo y la democracia.

En contraste, el senador Morenal llamó a los opositores a compartir las ilusiones de la 4T: “No los va defraudar el Presidente (…) Será el mejor Presidente de la República que hayamos tenido en las últimas décadas del país”.

Quedan en el Diario de los Debates los pronósticos que, a la vuelta de un año, podremos comenzar a calificar.  Sólo entonces sabremos si la derrota de los alcaldes es el clavo de la oposición.

O el inicio de un desastre que, como ellos lo advierten, sobrevendrá para sus gobernados en el 2020. Un desastre, dicen, que nos derrotará a todos.