RETROVISOR POLÍTICO / UN GOBIERNO EN LOS HUESITOS @ivonnemelgar #Sabadeando mujeresmas.mx

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Así que en las horas del Buen Fin sabremos si Delgado y Ramírez Cuéllar supieron convencer al secretario Herrera o naufragaron en el discurso de que sólo se quejan los corruptos

Presionado por reclamos contra la austeridad, el coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, Mario Delgado, recurrió al chantaje con sus compañeros diputados los del PT, PES y PVEM.

Lo hizo al solicitarles que manifestaran en una carta su lealtad al Presidente, ofreciéndole aprobar, sin ajustes ni pestañeos, el Presupuesto de Egresos para 2020.

Así, Mario Delgado buscó sofocar la rebeldía de morenistas que consideran injusto y peligroso el recorte de recursos a productores agrícolas y a fondos de gobiernos locales.

El chantaje de que no se le puede fallar a López Obrador en el impulso de su proyecto, había alcanzado ayer la firma de 280 diputados, según presumió el coordinador.

Es una cifra que garantiza el 56% de los votos de la Cámara y una exitosa aprobación del Presupuesto 2020, para el que sólo se requiere de la mayoría simple del pleno.

Sin embargo, Mario Delgado, también presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) que reúne a los jefes de todos los grupos parlamentarios, no pudo cumplir este viernes con el plazo constitucional que obliga a los diputados a tener lista la ley de egresos el 15 de noviembre.

Así que, en acuerdo con la panista Laura Rojas Hernández, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara, el líder de la mayoría morenista pospuso la aprobación presupuestal para el próximo miércoles.

Para evitar controversias constitucionales, los diputados se ampararán en el recurso de detener el reloj parlamentario, retomando el 20 de noviembre la sesión interrumpida desde el día 6 por los reclamos presupuestales de presidentes municipales.

Pero más allá del manoseo de las reglas parlamentarias para justificar esta prórroga, el tema de fondo es el bloqueo que, desde el lunes 11, montaron organizaciones campesinas en los accesos del recinto legislativo, en demanda de ajustes al Presupuesto 2020.

Los productores que advierten estar al borde de una crisis por el desorden gubernamental en la canalización de los apoyos al sector, son liderados por la polémica Antorcha Campesina, así como por el diputado priista y exgobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, y por el presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara, el morenista Eraclio Rodríguez, entre muchos otros.

A todos, el presidente López Obrador les ha advertido que nada obtendrán porque el campo tiene más apoyo que nunca y sus reclamos pertenecen a las prácticas de los intermediarios y “los moches” del viejo régimen.

Esa satanización desde Palacio Nacional ha obligado al exlíder del movimiento El Barzón, el diputado morenista Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto, a repetir las respuestas presidenciales, negándose a la revisión de los riesgos que los productores denuncian padecer.

El también barzonista Eraclio Rodríguez se ganó la etiqueta de “conservador”, cuando en la reunión de los legisladores de Morena con López Obrador, el pasado 7 de noviembre, se atrevió a exponer las penurias de los campesinos.

Pese a la reiterada descalificación presidencial, el plantón en San Lázaro se mantiene, así como los ofrecimientos de Ramírez Cuéllar y Mario Delgado de que gestionarán con el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, algunas reasignaciones.

Los morenistas se comprometieron, además, con los alcaldes —los que fueron echados de Palacio con gas lacrimógeno— a recuperar los mil millones que se le quitaron a la bolsa municipal de seguridad, entre otros puntos.

Si bien ese movimiento fue encabezado por el panista de Huixquilucan, Enrique Vargas, la queja más estridente por el maltrato presupuestal la expuso el de Tlahuelilpan, Juan Pedro Cruz Frías, quien criticó a los diputados por ser “el mayor rebaño de borregos”, esos que López Obrador consideró cosa del pasado.

El morenista de ese municipio hidalguense, donde hubo 137 víctimas del huachicol, contó que nadie del gabinete le contestaba el teléfono, aun cuando después de la tragedia del 18 de enero, el Presidente prometió ayudarlo.

Así que en las horas del Buen Fin sabremos si Delgado y Ramírez Cuéllar supieron convencer al secretario Herrera o naufragaron en el discurso de que sólo se quejan los corruptos.

De ser desoídos, en San Lázaro se impondrá el chantaje de la carta a López Obrador, en la que los diputados renuncian a su atribución constitucional de modificar el presupuesto en respuesta a las necesidades de sus representados.

Sea cual sea la salida, los legisladores de Morena hoy saben que la anunciada recaudación fiscal a niveles inéditos, no sucedió.

Saben, como lo admitió ayer el diputado Delgado que, después de las medidas de austeridad, “el gobierno ya está en los huesitos”.

Y saben muy bien que la promesa de que el combate a los corruptos nos daría más dinero público que nunca, sólo fue una gran ilusión electoral.