SABÍAS QUE?…: JÓVEN VERACRUZANA, CREA BIOETANOL, CON DESECHOS DE PIÑA
CIUDAD DE MÉXICO.- El bioetanol de segunda generación podría ser una solución viable para resolver los problemas de insuficiencia de combustibles fósiles, y una manera de obtenerlos podría ser a través de la piña, señaló la Adriana Gissell Barona Benavides, ganadora del reto Energía, del Concurso Vive conCiencia 2017.
La estudiante del Instituto Tecnológico Superior de Martínez de la Torre dijo que el bioetanol de segunda generación no causa daños ambientales, si se genera a partir de biomasa lignocelulósica no compite con los cultivos alimentarios y su precio es más competitivo que las materias primas agrícolas convencionales.
“La industrialización de frutos cítricos como la piña, permite crear productos como jugos, concentrados, néctares, pulpas, jaleas y mermeladas. Los subproductos de la industria de jugos, constituidos por la cáscara representa un 41 por ciento y corazón un seis por ciento. Sin embargo, son desechados, desaprovechando el valor que estos tienen”, explicó.
La estudiante veracruzana planteó al Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT) que los combustibles de origen biológico pueden sustituir parte del consumo en combustibles fósiles tradicionales como el petróleo.
“El impacto ambiental que se pretende generar al desarrollar el método de producción de bioetanol de segunda generación es producir un combustible cuyo proceso de producción sea más ecológico al aprovechar en mayor cantidad la planta (materia prima)”, detalló.
“Aunado a que un proceso de segunda generación presenta índices de conversión más elevados, lo cual se traduce en menor cantidad de residuos y una mejora de la huella de carbono”, agregó la alumna de ingeniería en industrias alimentarias.
La joven mencionó que en la actualidad existe interés en desarrollar fuentes renovables y procesos de producción de biocombustibles de primera generación, sin embargo, consideró que éstos traen también problemas sociales y ambientales como la competencia por el agua y la tierra.
Por ello, reiteró su interés de trabajar con biocombustibles de segunda generación y de origen biológico como con los desechos de la piña, un trabajo que continúa desarrollando.